Practicar yoga es una tendencia que crece cada vez más en el país. En los tiempos de pandemia, los que la salud mental ha tomado importancia en Colombia, esta disciplina que ayuda a mantener el balance entre mente y cuerpo, es una alternativa perfecta para aquellos que buscan un bienestar integral del ser.

Hace unos años atrás existían mitos alrededor de esta práctica. Se le veía más como una religión, lo que impedía que personas que no fueran budistas la practicaran, o no era vista como una disciplina deportiva sino solo como una forma de relajarse. Incluso, aún existe el otro extremo de pensamiento: las personas la ven como un ejercicio imposible por las posturas que se manejan en la práctica.

Si bien el yoga es una disciplina originaria de la India y la cultura budista, no es necesario que se practique esta religión, o como tal alguna religión. No tiene condiciones de creencias religiosas, cualquiera que crea en un ser supremo o que no lo haga, puede practicarla. Además, hay que recordar que es una disciplina física, mental y espiritual.

"El yoga es una herramienta muy útil para lidiar con el estrés de la incertidumbre y el aislamiento, así como para mantener el bienestar físico”, así lo menciona un artículo de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Día Internacional del Yoga, cuya celebración es el 21 de junio.

Ana Isabel Santa María, instructora de yoga desde hace 13 años, indica que esta disciplina es un filtro para ver la realidad, para que todos nuestros fines tengan un sentido más trascendental. “El yoga no es mágico, no es que si lo practico ya estoy libre de todo. Lo que sucede es que el yoga ayuda a reducir la base de todas las enfermedades, el estrés”.

Mediante las posturas y la técnica de respiración, se calma nuestro sistema nervioso simpático, lo que induce una respuesta de relajación en el cuerpo. “Las personas que han practicado y enfrentan una situación de tanta incertidumbre como ha sido la que se ha vivido los últimos meses, comprendemos y somos conscientes de que afuera las cosas están mal, pero yo adentro estoy bien, acepto lo que sucede y estoy en paz”.
Cristina Villamil, psicóloga especialista en psicología transpersonal, comenta que la pandemia nos presionó a mirar hacia adentro, “vivimos en un mundo de mucha distracción y a partir de los estímulos y condiciones externas.

Pero el proceso de satisfacer nuestras necesidades psicoafectivas vienen de un sistema interior. No nos hemos dado cuenta sobre la importancia que tiene cultivar nuestra mente, para lograr desde unos estados mentales más claros, comprender nuestras carencias y sufrimientos por las experiencias que hayamos tenido en toda nuestra vida, todo lo de afuera siempre va a ser cambiante. Aún no hemos entendido que nada externo va a suplir nuestras carencias internas.

Es por eso que cuando entramos en el confinamiento, surgieron los estados de ansiedad y sin haber un peligro real sentimos miedo, desasosiego y angustia porque nos confronta la situación interna que vivimos”.

De acuerdo MinSalud, hasta el 5 de mayo ya se habían realizado “1635 intervenciones por medio de la línea de atención mental, de las cuales 60 % eran mujeres, 46% procedentes de Bogotá, Antioquia y Valle; 45% por síntomas de ansiedad, depresión y estrés".

La especialista menciona que cuando se sufren de estos trastornos en situaciones como la de la pandemia, es porque estos estados siempre han estado en las personas, pero debido a la realidad del confinamiento es cuando salen a la luz. Villamil señala que una persona que ha practicado yoga “tiene las herramientas para poder enfrentarse a esta nueva realidad, ya que ha trabajado y sanado sus experiencias negativas”.

En la enfermedad también ayuda

Marcela Mosquera, una practicante de yoga, atravesó por una situación de salud que nunca imaginó, en pleno confinamiento. “Llevaba practicando yoga hace unos 6 años atrás antes de que llegara la pandemia, no era de forma regular, pero trataba de hacerlo. Cuando inició todo esto, practicaba unas dos veces en la semana de forma virtual, pero cada vez me sentía más cansada. Se me hacía extraño, porque no tenía el mismo ritmo de antes, entonces me hice unos exámenes para saber qué sucedía”.

Luego de realizarse los estudios médicos, le diagnosticaron tiroiditis de Hashimoto, lo que la llevó a una operación de emergencia justo en la crisis de salud en la que se encontraban los hospitales recibiendo muchos enfermos por el Covid-19.
“La cuarentena me llevó a enfrentar mis peores miedos. Siempre tuve miedo a la muerte, y saber que estaba sufriendo de esto, a pesar de que toda mi vida fui una mujer muy sana. Me di cuenta de que esta situación me hizo observar mi cuerpo, que me estaba hablando. Realmente era un momento de ´te ocupas o te ocupas´”.

Marcela asegura que, gracias a practicar yoga, pudo enfrentar esta situación de la mejor manera. “Días antes de realizar la operación, realicé la práctica de ‘108 saludos al sol’, donde me permití confiar que todo saldría bien, me llené de afirmaciones positivas y me conecté conmigo misma”.

Justamente un mes después de la cirugía, volvió a realizar la misma práctica. Cuenta que se sintió completamente agradecida con su cuerpo, por estar viva. “Esta actividad es uno de los mejores regalos que me he podido dar. A pesar de que no soy una persona religiosa ni creyente en algo superior, sí creo en el profundo respeto por la vida y que somos seres de amor”.

Y es que el yoga tiene una definición mucho más simple que la que se le ha dado años atrás. No se necesita ser acróbata, ni budista, ni ser el más flexible para practicarlo, es una disciplina que ayuda a trabajar la relación del cuerpo y la mente. "El yoga es unión, nos ayuda a tener una mejor relación íntima y a mejorar nuestra calidad de vida", afirma Ana Isabel Santa María.

Etapas básicas del Yoga

Autoconciencia corporal
Darle lugar a sentir. El cuerpo nos refleja una condición de nuestra mente y viceversa, donde no evadimos nuestras emociones. Se dice que en el cuerpo está la memoria de aflicción. A veces, cuando se desarrollan enfermedades es que nos damos cuenta de que el cuerpo está mal. En el yoga, el cuerpo es el vehículo que nos lleva más profundo, aquí se trabaja para mantener su bienestar.

Respiración

Es la llave maestra del yoga, es el Pran, la energía vital. Con la técnica de la respiración podemos movilizar toda nuestra energía vital del cuerpo y así impactarlo como también a nuestra mente.
En la medida en que practicamos esto, bajamos las frustraciones de nuestra mente, que es uno de los objetivos del yoga, aquí nuestro cerebro recibe las señales de “relajación” porque nuestro sistema nervioso está en calma, así estabilizamos nuestro ser.

Meditación
Desde la disciplina del yoga se cree que en la meditación podemos expandir nuestra mente a un plano espiritual donde tenemos un contacto con un ser superior.