El 5 de octubre de 2011, el mundo lamentó la pérdida de Steve Jobs, una mente brillante que no solo transformó la industria tecnológica, sino que también dejó un legado de liderazgo y estrategia empresarial. Uno de los momentos cruciales en la historia de Apple fue cuando Jobs, enfrentando una situación desafiante en 1997 al regresar como CEO, implementó una técnica que cambiaría el destino de la empresa: la regla del 30%.
El contexto de crisis de Apple:
Al regresar a Apple, Steve Jobs se encontró con una compañía en apuros. Competidores como Microsoft estaban ganando terreno rápidamente, y Apple luchaba por mantenerse a flote en la industria tecnológica. Fue en este contexto que Jobs introdujo lo que se conocería como ‘la regla del 30%’.
La esencia de la regla del 30%:
La regla del 30% implicaba un enfoque radicalmente diferente en la gestión de los recursos de la empresa. Mientras otros ejecutivos proponían recortar costos operativos por valor de 500 millones de dólares al año, Jobs tenía una visión diferente. Tras un análisis detallado, Jobs identificó que solo el 30% de los productos de Apple cumplían con los altos estándares de calidad que la marca exigía.
Con esta revelación en mente, Jobs tomó una decisión audaz: eliminar todo lo que consideraba innecesario o de calidad inferior y enfocar todos los esfuerzos de la empresa en el 30% de productos que realmente importaban. Aunque esta estrategia implicó despedir al 31% de los empleados de la empresa, Steve estaba convencido de que era un paso necesario para garantizar la excelencia en cada aspecto de Apple.
En una entrevista con ‘CNBC’, Jobs explicó su razonamiento detrás de la regla del 30%: “Examinamos la futura hoja de ruta y lo que encontramos fue que el 30% de los productos eran increíblemente buenos, mientras que alrededor del 70% no eran tan buenos o eran cosas que no requeríamos hacer”.
Aunque la estrategia de Jobs fue controvertida y llevó al despido de miles de empleados, demostró ser un movimiento audaz y efectivo. Steve la consideró “muy positiva”, argumentando que concentrar los recursos en menos áreas permitiría a Apple alcanzar niveles más altos de calidad y eficiencia. Su enfoque visionario y su disposición para tomar decisiones difíciles revitalizaron a Apple y dejaron un legado duradero en el mundo empresarial y más allá.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.