En la era digital, las personas se encuentran rodeadas de dispositivos electrónicos y accesorios que parecen intercambiables, pero surge la interrogante de qué sucede al intentar combinarlos de manera inusual. Uno de los experimentos que ha llamado la atención en los últimos tiempos es la conexión de una memoria USB a un cargador de celular y enchufarlo a la corriente.
Este curioso experimento plantea diversas preguntas: ¿es seguro hacerlo? ¿Puede dañar los dispositivos o poner en riesgo los datos? En el artículo se exploran las posibles consecuencias de esta práctica y se analiza si es un juego peligroso o simplemente una curiosidad sin mayores consecuencias.
Compatibilidad eléctrica: ¿El cargador y la memoria USB pueden convivir?
En cuanto a la compatibilidad eléctrica, la primera pregunta que surge al pensar en conectar una memoria USB al cargador de un celular es si ambos dispositivos son eléctricamente compatibles. Los cargadores de teléfonos móviles están diseñados para proporcionar la cantidad de energía necesaria para cargar la batería de un teléfono de manera segura y eficiente. Por otro lado, las memorias USB son dispositivos de almacenamiento diseñados para transferir y almacenar datos. A simple vista, se podría pensar que no hay ningún problema en unirlos.
Sin embargo, es en ese punto donde comienzan las preocupaciones. Los puertos USB de los cargadores de celulares proporcionan una tensión y una corriente específica que se ajustan a las necesidades de carga de un teléfono. Al conectar una memoria USB, esta podría estar diseñada para funcionar con una corriente diferente o tener requerimientos eléctricos distintos. En el mejor de los casos, el cargador simplemente no reconocerá la memoria USB y no ocurrirá nada. En el peor de los casos, podría haber un cortocircuito o un daño en la memoria USB, en el cargador o en ambos.
La relación entre el cargador y la demanda de corriente de los dispositivos
En lo que respecta a la relación entre el cargador y la demanda de corriente de los dispositivos, el creador del video explica que cuando un teléfono se conecta al cargador, este suministra la cantidad de corriente necesaria para cargar la batería del dispositivo de manera eficiente. No obstante, cuando se conectan otros dispositivos, como un pendrive o un ratón de computadora, la cantidad de corriente proporcionada es significativamente menor.
- La explicación es bastante sencilla: el cargador se ajusta a la cantidad de corriente demandada por el dispositivo conectado. En resumen, el cargador suministra la corriente que el dispositivo requiere.
Los teléfonos móviles están diseñados para recibir una cantidad específica de corriente para cargar rápidamente sus baterías, y el cargador se adapta a esta demanda. Por otro lado, dispositivos como pendrives o ratones de computadora requieren mucho menos consumo de energía para funcionar correctamente, por lo que el cargador suministra una corriente más baja.
Advertencia sobre cargadores de mala calidad
En cuanto a la advertencia sobre cargadores de mala calidad, es importante destacar que, si bien este experimento puede ser interesante y educativo, no se recomienda su realización si se utilizan cargadores piratas o de baja calidad. Estos cargadores con frecuencia no cumplen con los estándares de seguridad necesarios y pueden causar problemas graves.
Aunque el video no menciona este aspecto, es fundamental tener en cuenta que los cargadores de mala calidad pueden provocar sobrecalentamiento y daños en los dispositivos conectados, no solo en una memoria USB, sino también en el smartphone.
Además, es importante mencionar que un punto crítico que no se aborda en el video es que un daño interno en el puerto USB-A del cargador o en el dispositivo puede generar inconvenientes. Los daños internos en los puertos pueden ser difíciles de detectar, pero pueden tener consecuencias perjudiciales, como cortocircuitos o problemas en la conexión eléctrica.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.