Un corte de luz inesperado constituye un evento común que puede afectar a cualquier hogar, y aunque generalmente no se percibe como un inconveniente significativo, ciertos electrodomésticos son especialmente vulnerables a las repercusiones de una interrupción energética. Entre estos, el refrigerador sobresale como el dispositivo más propenso a dañarse o a experimentar efectos negativos a largo plazo debido a una pérdida de energía repentina.

La función primordial de este aparato es mantener los alimentos y bebidas a una temperatura adecuada para prevenir su descomposición, lo que no solo favorece la seguridad alimentaria, sino que también contribuye a la preservación de la calidad de los productos. Para lograr tal objetivo, la nevera depende de un sistema compuesto por compresores, circuitos eléctricos y sensores, diseñados para mantener una temperatura constante. No obstante, cuando se produce un corte de luz imprevisto, diversos aspectos de su funcionamiento pueden verse comprometidos.

La falta de suministro eléctrico suele estar acompañada de picos de voltaje, lo que puede dañar dispositivos del hogar. | Foto: Getty Images

Ante una interrupción del suministro eléctrico, el compresor cesa su actividad, lo que impide que el aire frío circule de manera adecuada en el interior del aparato. En pocas horas, la temperatura interna comienza a elevarse, lo que puede ocasionar el deterioro de los alimentos almacenados, especialmente aquellos más sensibles, como los lácteos, las carnes y los productos cocidos.

Además, los refrigeradores modernos están equipados con sistemas electrónicos avanzados y destinados a regular la temperatura interna. Sin embargo, estos dependen también de la energía eléctrica, por lo que no todos cuentan con esta capacidad, dejando así a la mayoría de los equipos expuestos a los efectos de un corte de luz.

Al interrumpirse el flujo de corriente, el ciclo habitual del sistema de refrigeración se ve alterado, lo que puede desajustar la temperatura del aparato. Aunque algunos diseños incluyen sistemas de retención de energía o baterías de respaldo.

A largo plazo, las consecuencias pueden ser perjudiciales para el rendimiento del refrigerador. Uno de los principales inconvenientes es la sobrecarga del compresor. Al restablecerse el suministro eléctrico, el compresor puede enfrentar un “pico de arranque” que, si se repite con frecuencia, podría ocasionar un desgaste prematuro del motor.

¿Cómo prevenir daños significativos en el refrigerador?

Para mitigar los efectos adversos de los cortes de luz en los refrigeradores, existen diversas soluciones que pueden ser adoptadas. En primer lugar, el empleo de estabilizadores de voltaje o generadores de respaldo resulta fundamental para asegurar que el aparato reciba un suministro constante de energía, incluso en interrupciones breves. Estos dispositivos permiten que la nevera siga operando durante el corte de electricidad, previniendo daños en el compresor y conservando los alimentos a la temperatura adecuada.

Este tipo de daños pueden llegar a ser muy costosos de arreglar. | Foto: AndreyPopov

Adicionalmente, muchos expertos aconsejan a los propietarios que mantengan las puertas de los electrodomésticos cerradas durante un corte de luz. De esta manera, se preserva el aire frío dentro del aparato, ralentizando el aumento de la temperatura y prolongando la frescura de los alimentos por más tiempo.

Aunque los cortes de energía no siempre ocasionan daños inmediatos, el deterioro a largo plazo o la pérdida de los alimentos almacenados pueden resultar en un impacto económico y sanitario considerable. Por tanto, es crucial implementar medidas preventivas para garantizar el funcionamiento adecuado de este electrodoméstico esencial, incluso durante las interrupciones del suministro eléctrico.