La tecnología es una parte esencial en la vida de las personas en todo el mundo, por ello, es habitual buscar maneras de simplificar el uso de los dispositivos electrónicos.

Memoria USB y un cargador de teléfono. | Foto: Michael Bodmann

Entre estas prácticas se encuentran algunas que no son recomendables, de las cuales destaca la de utilizar el cargador del celular para conectar una memoria USB.

Aunque es posible conectar una memoria USB a un cargador de celular y luego enchufarlo a la corriente puede tener riesgos potenciales.

Esta acción puede desencadenar una serie de problemas eléctricos y de datos que afectarían tanto al almacenamiento como al propio cargador.

Al conectar una memoria USB directamente a un cargador de celular, se está introduciendo un dispositivo que normalmente está diseñado para interactuar con un puerto USB de computadora, no con un cargador adaptado para móviles y es probable que surjan problemas. Los cargadores de celular generalmente ofrecen una salida de energía específica diseñada para la batería del móvil, que puede no ser compatible con las necesidades energéticas de una memoria USB.

Conectar una memoria USB a un cargador de teléfono es negativo para la electricidad. | Foto: Getty Images

Esta incompatibilidad puede resultar en sobrecargas, daño a la circuitería de la memoria o, en el peor de los casos, la pérdida total de la información almacenada.

Cabe destacar que los cargadores de celular no están diseñados para facilitar la transferencia de datos, su función principal es transmitir energía.

Los principales riesgos al conectar una memoria USB a un cargador de celular involucran daños eléctricos. La unidad flash puede recibir más voltaje del necesario, lo que provocaría calor excesivo, daño físico interno y, eventualmente, la corrupción de los datos.

Tenga en cuenta que las memorias USB deben conectarse solo al computador.

Si la memoria se sobrecalienta, no solo es probable que se vuelva inutilizable, sino que también podría afectar la seguridad física del usuario, ya que algunos modelos de baja calidad podrían incluso llegar a explotar o incendiarse debido a malas prácticas de fabricación.