Twitter se caracteriza por ofrecer un sistema único de relacionamiento entre usuarios, ya que permite enviar mensajes, trinos, respuestas, entre otras funciones. De igual forma, los usuarios pueden seguir e interactuar de forma directa con la mayoría de personas en el mundo, como, por ejemplo, famosos.
Elon Musk tomó el control de la compañía luego de una compra de 40 mil millones de dólares, con el pretexto de devolver a la gente la libertad de expresión. De acuerdo con el magnate, los anteriores dueños, presuntamente, habían tenido ciertos sesgos con respecto a posiciones políticas.
No obstante, la mayoría de usuarios no esperaban los cambios propuestos por Musk, siendo el más reciente el menos inesperado. La red social ya no contará con su clásico logo, sino que ahora será una X.
La red social también apunta a convertirse en una superapp, es decir que pretende monetizar y el movimiento de capitales será una prioridad dentro de la misma aplicación.
En ese sentido, el futuro de Twitter parece que se va a centrar en la banca y los pagos online. Por tal motivo, se dice que en un futuro, podría contar con un digital.
Otros cambios de Twitter
Nuevo Twitter Blue
En noviembre, Twitter lanza una suscripción de pago, denominada Twitter Blue. Pero el relanzamiento se queda temporalmente al margen por un penoso episodio de cuentas falsas que asusta a los anunciantes de la plataforma.
Twitter Blue vuelve a tomar alas en diciembre con el ofrecimiento de características especiales, como permitir publicaciones más largas o incluso editarlas. El servicio cuesta 8 dólares al mes e incluye las marcas de verificación, antes gratuitas tras un proceso de evaluación.
Cuentas amnistiadas
A finales de noviembre de 2022, Musk vuelve a activar la cuenta del expresidente estadounidense Donald Trump, vetado por instigar el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, luego de perder las elecciones con Joe Biden. El magnate ofrece una “amnistía” a miles de perfiles que previamente habían sido suspendidos por Twitter, lo que aumenta el temor de que la plataforma se plagara de abusos y desinformación.
El multimillonario también se acercó a varias personalidades controvertidas. Tucker Carlson, expresentador de Fox News con opiniones radicales y en algunos casos conspirativas, lanzó un programa en Twitter. El sitio de noticias conservador The Daily Wire transmite sus pódcasts en la plataforma, incluido el de Matt Walsh, un comentarista conocido por sus comentarios transfóbicos.
Ejecutiva publicitaria a bordo
El 12 de mayo, Musk anuncia la contratación de la ejecutiva de la industria publicitaria Linda Yaccarino como directora de la compañía. Los anuncios en la plataforma se fueron al suelo luego de que Musk redujera drásticamente la moderación de contenidos.
Musk dijo que seguiría a cargo del diseño y de la tecnología en Twitter, con Yaccarino enfocándose en las operaciones de negocio y convirtiendo a Twitter en una “aplicación para todo” llamada “X”.
Salida del código de la UE
Thierry Breton, comisario de la Unión Europea, tuiteó el 27 de mayo que Twitter había decidido abandonar el código de desinformación del bloque, un pacto voluntario que agrupa a las principales redes sociales.
El código fue redactado por los propios actores de la industria de la tecnología y contiene alrededor de tres docenas de compromisos, como una mejor cooperación con los verificadores de contenidos y no promover a los actores que distribuyen desinformación.
Tweetdeck
En julio, Twitter anuncia que Tweetdeck, el popular programa de la compañía que permite a los usuarios hacer monitoreo de diferentes cuentas a la vez, estaría disponible solo para usuarios “verificados”. Tweetdeck, lanzado hace más de una década, muestra en varias columnas las publicaciones y sus funciones de búsqueda y de publicación operan diferente a las del sitio web o la aplicación.
Este cambio se produjo cuando Musk requirió que servicios o aplicaciones externos pagaran costosas tarifas para “interactuar” con la plataforma. Musk también limitó brevemente el número de publicaciones diarias que podían ser leídas por usuarios sin el servicio de Twitter Blue, en un esfuerzo, según él, de echar fuera a los ‘bots’.