Viajar en avión es una de las opciones más rápidas, sencillas y cómodas para conocer nuevos destinos. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta una serie de recomendaciones para vivir una experiencia más segura.
Entre estas recomendaciones se habla del riesgo que representa apoyar la cabeza en la ventanilla del avión y dormir durante el vuelo. Aunque esta acción para muchos viajeros es aparentemente inofensiva, la verdad es que puede causar efectos negativos en la salud.
La razón detrás de este efecto es que al tratarse de un espacio cerrado por el que pasan cientos de personas, durante varias horas, es muy difícil que se pueda realizar una limpieza a fondo o por lo menos con frecuencia.
Teniendo en cuenta esto, es posible que algunas partes específicas en estos aparatos no estén completamente limpias como se piensa, por lo que se recomienda tener ciertas precauciones, pues se trata de un medio de transporte en el que la falta de ventilación natural y el espacio reducido complican la limpieza.
En el caso de las ventanillas, es más probable que se acumulen bacterias, virus y otros patógenos, lo que aumenta el riesgo de exposición a gérmenes. Por este motivo, los asistentes de cabina aconsejan mantener, en la medida de lo posible, las manos y la cabeza alejadas de esta parte de la aeronave.
Según diversos estudios sobre limpieza en aeronaves, las ventanillas no son desinfectadas con la misma frecuencia que otros elementos, como las bandejas o los reposabrazos, por lo que el principal problema de apoyar la cabeza sobre ésta es la higiene.
Si esta acción que realiza sin precauciones los pasajeros pueden exponerse a microorganismos que podrían causar infecciones respiratorias, gripes o incluso enfermedades más severas. Además, existe un riesgo físico importante a causa de las turbulencias.
Si bien es cierto que los aviones están diseñados para soportar estos movimientos sin inconvenientes, los pasajeros pueden sufrir golpes si no están en una postura segura, por lo que dormir con la cabeza apoyada contra la ventanilla puede aumentar el riesgo de lesiones en caso de una turbulencia inesperada.