Cierre de fronteras, drones que esparcen hipoclorito, ‘pico y cédula’ en supermercados e imposición de multas, son algunas de las medidas que los municipios del Valle del Cauca han implementado para mitigar los efectos del coronavirus y, de paso, garantizar el cumplimiento de la cuarentena.
De acuerdo con la gobernadora Clara Luz Roldán, el departamento sigue aunando esfuerzos en materia de seguridad alimentaria, dotación hospitalaria, seguridad pública y en la atenuación del virus.
Sin embargo, para evitar que el número de contagios siga creciendo, y acogiéndose a las recomendaciones gubernamentales, los mandatarios de los municipios del Valle sus dirigentes han tomado medidas extras para hacerle frente a la pandemia.
En Calima - El Darién, por ejemplo, el alcalde Martín Mejía decidió cerrar las fronteras del municipio y no permitir el ingreso ni la salida de sus habitantes, exceptuando la llegada de alimentos.
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“Adicional a eso, hemos comenzado un programa piloto con mil familias de nuestro municipio para generar semillas de alimentos de corta producción, pensando en el periodo que afrontaremos cuando llegue el pico de virus y permitiendo que las personas tengan con qué autoabastecerse”, dijo Mejía, quien señaló, hasta el momento, en ese municipio hay cuatro casos positivos de Covid-19 y que el Instituto Nacional de Salud solo ha reconocido uno.
El Mandatario señaló que en materia de atención médica se ha dispuesto una zona de ampliación en el hospital San Jorge para manejo de pacientes con Covid-19, donde hay capacidad para 32 camas de UCI.
Por su lado, el alcalde de Jamundí Andrés Felipe Ramírez, fue el primero en decretar el ‘pico y cédula’ (restricción para adquirir artículos de primera necesidad) una estrategia que le ha permitido fortalecer las ventas a domicilio y evitar que las personas se aglomeren en los supermercados y tiendas. Una medida a la que se sumaron Cali y Pradera.
Asimismo, en Jamundí se dispusieron duchas y posadas para que las personas en situación de calle realicen la cuarentena. Por último, y en caso de calamidad, Ramírez ordenó instalar una sede adicional del Hospital Piloto.
“Nosotros venimos trabajando con cuatro líneas estratégicas. La primera es poder contener el virus con las medidas que hasta el momento hemos tomado. La segunda es generar autoridad, orden y seguridad, por lo que trabajamos de la mano de las fuerza pública, con quienes hemos impuesto cerca de 539 multas. Lo tercero es asegurar el abastecimiento de alimentos para toda la población y lo cuarto es atender a las personas más vulnerables. Para esto último creamos un impuesto social solidario, que permite que quienes compren más de $100.000 hagan un aporte mínimo de algún alimento o producto de aseo; ya hemos recogido cerca de cinco toneladas de alimentos para la población más vulnerable”, dijo Ramírez.
En municipios como Palmira y Florida, sus respectivos alcaldes también han tomado acciones drásticas, como imponer altas multas a quienes desobedezcan las medidas de confinamiento, además de seguir velando por las ayudas humanitarias para su comunidad. En Palmira, el alcalde Óscar Escobar también anunció la ampliación hospitalaria, para este mes, en casi 400 camas.
De otro lado, en la Ciudad Señora inició el proyecto piloto ‘Buga de la Gente’, que consiste en la aspersión aérea de hipoclorito y amonio cuaternario para la desinfección de zonas comunes.
“Somos la primera ciudad del país que implementa esta actividad, que cuenta con los permisos de la Aeronáutica Civil y la Fuerza Aérea Colombiana. Esto también cumple con todos los protocolos de gestión del riesgo y las medidas sanitarias, para realizar un proceso de aspersión en donde hay pequeñas concentraciones de gente como hospitales, edificios, mercados”, manifestó Julián Rojas, alcalde de Buga.
En Candelaria, entre tanto, continúa la restricción de la movilidad para los ciudadanos y se hace un permanente control tanto en los supermercados como en Cavasa para mantener la regulación de precios en la canasta familiar.
En este municipio vecino de Cali se destinó la Clínica Las Lajas para atender una eventual crisis, donde operarán 16 camas para pacientes con complicaciones por Covid-19.
Entre tanto, en Florida, el alcalde Alexánder Orozco estableció puestos de control en las entradas del municipio, permitiendo salir solamente a quienes cobija el decreto 443. Se creó, además, una sala de crisis para hacerle seguimiento a los casos sospechosos en el municipio y se unificó el pico y cédula.