El pasado martes, 10 de octubre, gremios y empresas del Cauca y el Valle del Cauca denunciaron que un grupo de invasores atacó a dos familias que se encontraban en sus viviendas e iniciaron un incendio en un bosque que hace parte de la reserva natural ubicada en la finca Japio, en el norte del Cauca.
“Esto como retaliación a una diligencia de desalojo que realizaban las autoridades en este predio”, afirmó el comunicado emitido por las entidades.
Asimismo, resaltaron que en uno de los ataques fue agredida la familia de un colaborador, entre ellos se encontraba una menor de edad que padece de una enfermedad de alto riesgo. Por otro lado, una vivienda fue destruida y en esta un colaborador también fue amordazado y agredido, según lo confirmó el comunicado oficial.
“Los agresores iniciaron un incendio forestal en un intento por evitar el proceso de desalojo que lideró la Alcaldía de Santander de Quilichao, en cumplimiento de una orden judicial para restablecer el derecho a la propiedad privada”, resaltaron.
Por ello, los gremios y empresas de la región, representados en el Consejo Gremial y Empresarial del Cauca, el Comité Intergremial y Empresarial del Valle, la SAG Cauca, Asocaña y Procaña, condenaron de manera decidida este atentado contra la población civil, pues según ellos no sería el primero que se presenta en la finca Japio.
“En agosto pasado, en un intento de invasión, fueron agredidos los estudiantes, profesores, personal administrativo y trabajadores de la Escuela Rural Mixta Niña María que se encuentra en este predio. Asimismo, rechazamos las constantes afectaciones irreparables al medio ambiente, que se evidencian en la tala y quema de esta reserva forestal, registrada por Parques Naturales Nacionales de Colombia”, reafirmaron.
A través del comunicado oficial, los gremios y las empresas agradecieron a la justicia, a las autoridades administrativas y policiales que adelantaron las acciones en el marco de la ley para restituir los derechos vulnerados a la vida, el trabajo, la educación, la movilidad y la propiedad privada.
“En el norte del Cauca no se puede seguir permitiendo la violación sistemática del Estado de derecho, por eso reiteramos el llamado al Gobierno Nacional para encontrar soluciones urgentes y definitivas que garanticen la protección de los derechos fundamentales y que nos permitan a todos vivir y trabajar en paz en esta región”, concluyeron.
Capturas de líderes de las disidencias en los municipios de Suárez y La Vega
Mientras en Tibú, Norte de Santander, la delegación del gobierno nacional y los líderes de las disidencias de las Farc discutían sobre la forma cómo se instalaría la mesa de diálogo; en el Cauca se adelantaron acciones judiciales y militares contra este grupo armado al margen de la ley.
El sábado 7 de octubre, efectivos del Ejército y de la Policía llegaron hasta los municipios de Suárez y La Vega para capturar a dos presuntos cabecillas de esta organización armada, operativos que contribuyeron a aumentar la tensión que se vivía en la instalación de la mesa.
Primero se conoció que efectivos de la Sijín subían a un helicóptero a alias Jacho, luego de su aprehensión en la localidad de Suárez, en cumplimiento a una orden judicial, ya que es señalado de comandar las milicias de Jaime Martínez de las Farc en esta parte del norte del departamento.
“Era la persona que adelantaba labores de inteligencia a la fuerza pública para así dar dicha información a los alzados en armas, facilitando así la ejecución de operativos y atentados con explosivos”, explicaron los funcionarios de este grupo policial.
Después, y cuando este presunto disidente era detenido por la fuerza pública, efectivos del Ejército y el CTI de la Fiscalía llegaban hasta la vereda Dominical, zona rural de La Vega, para capturar a alias Milton y su compañera sentimental, ya que son investigados por liderar la facción de Carlos Patiño de las Farc que busca controlar militarmente los municipios del Macizo Colombiano.
*Con información de Colprensa.