Más de 100 hectáreas de zona boscosa fueron destruidas por un intenso incendio en una reserva forestal de Yotoco, norte del Valle del Cauca. La conflagración afectaba esta zona rural del municipio desde el pasado domingo 18 de junio.
Cabe decir que la emergencia ya había sido controlada, pero en las últimas horas nuevamente se activó. De acuerdo con el secretario de Gestión del Riesgo y Desastres del Valle, Francisco Javier Tenorio Lara, más de 40 unidades de los cuerpos de bomberos de Yotoco, Calima-El Darién, Restrepo y Yumbo atendían la emergencia este miércoles.
”Se activó el protocolo contra incendios forestales el cual se trabaja de la mano con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres y con la Fuerza Aérea para el uso del Black Hawk, que está realiza maniobras con el ‘Bambi Bucket’”, agregó el funcionario.
Ante el incremento de las temperaturas y la llegada del fenómeno de ‘El Niño’, las autoridades piden a la ciudadanía tomar medidas de precaución como evitar la realización de fogatas al aire libre para prevenir más emergencias como esta.
”Recomendarles, como primera medida, el uso adecuado y racional del agua. Eso es un factor supremamente importante. Igualmente, decirles a los caminantes y senderistas o a quienes les gusta salir a zonas rurales y montañosas del Valle, que eviten arrojar cualquier elemento que pueda hacer ignición o causar una conflagración”, agregó Tenorio.
¿Por qué aumentan los incendios con el Fenómeno El Niño?
La CVC asegura que la probabilidad de ocurrencia del Fenómeno está por encima del 90 % para que se presente en el segundo semestre de 2023, a partir de julio. Rodrigo Zamorano, secretario de Gestión de Riesgo de Desastres de Cali, advierte que de por sí es un mes de pocas lluvias.
El cabo Néstor Giraldo, coordinador de emergencias de la zona sur de Cali, que cubre Siloé, Meléndez y el Distrito de Aguablanca, explicó a El País, que una de las consecuencias del Fenómeno del Niño en otras ocasiones ha sido enfrentar incendios forestales simultáneos de grandes proporciones.
Según señaló, lo que sucede es que, al aumentar la temperatura, el calor, y no haber lluvias debido al fenómeno, la vegetación y los pastos comienzan a secarse. Si se presenta un incendio, estos van a tener una velocidad de propagación mucho más rápida. El pasto verde es húmedo, tiene agua, por lo que retarda el fuego. El pasto seco, en cambio, no, por lo que las llamas avanzan muy rápido.
En la estación forestal de Bomberos Cali, ubicada en Aguacatal, se preparan a diario para todas las emergencias. En 2020 apagaron 539 incendios forestales, casi dos al día; en 2021 la estadística bajó a 259 y en 2022, a 235.
En los primeros seis meses de 2023 llevan 133 incendios controlados, entre pequeñas quemas de basura que se salen de control hasta el incendio del cerro de Cristo Rey el pasado mes de mayo, que consumió más de 50 hectáreas y del que se presume, fue causado por criminales.
La CVC explica que tras un incendio forestal muere microfauna como hongos, microorganismos, insectos, lombrices, moluscos que sirven de alimento a animales pequeños y estos a su vez son alimento de animales más grandes, por lo que todos terminan afectados. Pequeños mamíferos también quedan atrapados en las llamas. Otros, como reptiles y aves, pueden escapar, pero no sus crías o sus huevos.
Y los incendios, además de destruir la vegetación, acaban con el mecanismo que almacena el agua en época de lluvias y regula la humedad en verano, lo que afecta el caudal de los ríos y los nacimientos de agua.