Los carros tienen diferentes tipos de frenos, hidráulicos y de mano, los cuales tienen funciones específicas. Cuando se escuchan sonidos extraños o la distancia que hay que llevar para frenar es muy larga, se deben revisar las pastillas de freno del vehículo.
A simple vista, el freno de mano es una palanca que se ubica entre los asientos delanteros del carro, esto hace que el acceso del mismo sea rápido y cómodo para el conductor.
Esta palanca está unida a una varilla de tiro y a una pieza derivadora, todo esto a través de las tuercas de reglaje. De la pieza derivadora emergen los cables que generalmente se conectan con las ruedas posteriores del vehículo.
Entonces, cuando se utiliza el freno de mano, los cables accionan todo el mecanismo con el objetivo de que el carro quede completamente inmovilizado.
¿Cómo se usa correctamente?
Si está en buenas condiciones, solo hace falta tirar del freno de mano hacia arriba firmemente, tirando de manera rápida y seca. Para saber que está bien accionado, generalmente aparece una señal en el cuadro de mando del carro, lo que indica que está puesto.
Además, esta señal es de mucha utilidad en el momento en que el conductor va a iniciar la marcha, ya que, muchas veces se puede olvidar de que el freno de mano está puesto.
Ahora bien, para desbloquear el mecanismo de freno, se debe hacer presión hacia arriba, oprimir el botón superior del mismo y desplazar la palanca hacia abajo, de esta manera el carro ya estará listo para rodar.
Cabe aclarar que este freno de mano es útil cuando se hacen maniobras en cuestas o pendientes muy inclinadas.
Aunque las palancas de cambios parecen obsoletas actualmente, para que el conductor esté mucho más cómodo, un botón puede ser suficiente para accionar el freno de mano.
Ahora existen nuevos frenos que se conectan a las llantas posteriores y se basan en la energía eléctrica, así mismo, el encendido y apagado carro también se puede hacer por medio del sistema eléctrico del carro.
Así evitará quedarse sin frenos cuando conduzca por carretera
Uno de los mayores miedos de cualquier conductor -y peatón- es pensar en la posibilidad de que un carro se quede sin frenos y la persona en el volante no sepa cómo controlar la situación.
Es por esto que cuidarlos y prestarles atención, especialmente si se va a salir de viaje es imprescindible, debido a que funcionan como un mecanismo de emergencia ante cualquier imprevisto en la vía.
Conducir en ciudad y en carretera no es lo mismo, principalmente porque las velocidades, el trayecto y los obstáculos son diferentes. En el caso de la carretera, como el vehículo está en constante movimiento por tramos muy largos y a altas velocidades, los frenos se pueden desgastar más rápido, pero no solo esto, se puede quemar el disco, ocasionando que la fricción sea mínima y que el vehículo se quede sin frenos.
Para evitar esto, procure seguir las siguientes recomendaciones:
- Use el freno solo cuando sea necesario, no como lo haría en ciudad normalmente, esto hace que también tenga que usar menos el acelerador para aprovechar el mismo impulso del carro.
- Realice pausas en trayectos largos para que la temperatura de los frenos y demás componentes se regulen, y el conductor descanse un poco.
- Es crucial que en todo momento pise el freno de una manera suave y no bruscamente para que no se calienten más rápido.
- Antes de hacer cualquier viaje, revise los discos, las pastillas y el líquido de frenos. Si está en ciudad, haga esto regularmente.
- Mantenga en buen estado sus llantas para que el carro no sobreesfuerce los sistemas. Contar con las llantas adecuadas garantiza que tengan excelente respuesta incluso en curvas.