Según la empresa Hunter Colombia, de seguridad vehicular, nuestro país es el que presenta más robos de carros en Latinoamérica. De acuerdo con una entrevista al jefe de mercadeo de esta empresa, publicada por Infobae, en 2023 se robaron 10.712 automóviles a nivel nacional, principalmente en Cundinamarca, Antioquia, Valle y Atlántico.
Por esta razón, es fundamental que los propietarios de automóviles no solo cuenten con sistemas de seguridad, como un GPS activo las 24 horas, sino que conozcan los métodos más frecuentes —exceptuando el atraco con arma de fuego— que utilizan los criminales para hurtar carros.
Un método que se aprovecha de las falencias de la tecnología se conoce como “man in the middle”, para hacerlo los ladrones buscan vehículos con Smart Keys, siguen al propietario cuando abandona el vehículo y se ubican en medio de ambos, utilizando un programa en sus celulares hackean la llave del dueño y desactivan la seguridad del carro.
Otra forma, conocida como el “método peruano”, consiste en que los ladrones insertan un alambre u objeto punzante en una de las ruedas antes de que arranque el vehículo, así a los pocos metros tendrá que detenerse en carretera y salir a revisar, en ese momento de descuido, aprovechan para apoderarse del control del carro, o para robar lo que haya en su interior.
Muy parecido es el método de pinchar las llantas, haciendo que el dueño orille el vehículo, se aleje de la carretera, y quede vulnerable para robarlo. En estos casos, pueden buscar no solo llevarse el carro, también quitar las pertenencias a su dueño y los que viajen con él.
Por último, hay otro método que utilizan los ladrones, más parecido a una estafa, por eso se llama “el engaño del retrovisor”. Los casos que se conocen les han ocurrido, sobre todo, a adultos mayores, que suelen confiarse de extraños.
El engaño consiste en que los ladrones viajan en un carro, al parecer con placas extranjeras, y simulan chocar con el vehículo de la víctima, dañando su retrovisor. Esto desencadena una discusión, en la que los ladrones con llamadas a falsas entidades de seguros internacionales, intimidan a las víctimas, haciéndoles creer que resolver el problema será muy costoso, entonces los convencen de pagarles algo ‘menor’ y así, pueden llevarlos a cajeros y vaciar sus cuentas, o quitarles en un descuido el vehículo y el dinero que lleven en el momento.
La recomendación en estos casos, es siempre comunicarse con las autoridades y esperar su llegada, no negociar con extraños.