Los vidrios polarizados ofrecen privacidad, protección contra los rayos UV y mejor estética en los vehículos. Sin embargo, hay momentos en los que puede ser necesario retirarlos, ya sea por daños, desgaste o para cumplir con regulaciones locales. Aunque puede parecer un trabajo sencillo, hacerlo de manera incorrecta puede causar daños en los cristales, la luneta trasera o en los sistemas eléctricos del vehículo.
Esta tarea no es simplemente despegar una lámina de plástico del cristal. Los vidrios polarizados están compuestos por varias capas que, si no se retiran correctamente, pueden dejar residuos de adhesivo difíciles de limpiar o, peor aún, pueden provocar que se rayen los vidrios. En el caso de la luneta trasera, que a menudo tiene líneas de calefacción o desempañado, un error podría dañar estos componentes eléctricos, lo que implicaría reparaciones costosas.
Uno de los mayores errores que se cometen es intentar raspar el polarizado con cuchillas o herramientas filosas. Si bien esto puede parecer una solución rápida, en realidad puede dejar arañazos permanentes en el vidrio. Además, el uso de productos químicos inadecuados puede causar decoloración en las superficies circundantes o generar vapores tóxicos dentro del automóvil.
Por lo tanto, es crucial evitar los métodos que no sean específicos para este tipo de trabajo. El enfoque correcto implica paciencia, las herramientas adecuadas y, si es necesario, la asistencia de un profesional.
Métodos seguros y efectivos
Existen varios métodos recomendados para quitar los vidrios polarizados de manera segura. Uno de los más populares y efectivos es el uso de calor, esta práctica aprovecha la propiedad del adhesivo utilizado en el polarizado, que tiende a ablandarse a altas temperaturas.
En ese sentido, una pistola de calor o un secador de cabello potente puede usarse para calentar lentamente la película, permitiendo despegarla sin rasgarlo. Es importante tener cuidado de no sobrecalentar el vidrio, ya que podría agrietarse o dañar las molduras del vehículo.
Otro método efectivo es el uso de vapor, por lo que las máquinas portátiles, como las que se utilizan para limpiar interiores de vehículos, pueden ayudar a aflojar el adhesivo sin la necesidad de aplicar calor directo sobre el vidrio. Este método es especialmente útil para los traseros, ya que reduce el riesgo de dañar las líneas de calefacción.
Después de retirar el polarizado, es común que queden residuos de adhesivo, para eliminarlos de manera segura, se recomienda usar alcohol isopropílico o limpiadores especializados para adhesivos automotrices. Estos productos disuelven los restos de pegamento sin dañar las superficies del automóvil. Asegúrese de aplicar el producto con una toalla de microfibra suave para evitar rayaduras.
Aunque los métodos mencionados anteriormente pueden ser llevados a cabo por los propios conductores de los carros, en algunos casos puede ser preferible contratar a un profesional. La experiencia de un especialista garantiza que el trabajo se realice de manera rápida, eficiente y sin riesgos para el vehículo.
Además, estas personas tienen acceso a herramientas y productos especializados que pueden no estar disponibles para el consumidor promedio.
Si decide hacerlo usted mismo, es importante tener en cuenta que, aunque el proceso parece sencillo, puede requerir varias horas, dependiendo del tipo de polarizado y del vehículo. Además, debe asegurarse de trabajar en un entorno controlado, como un garaje o una zona con sombra, para evitar que el calor externo afecte el proceso.
Por otro lado, si el polarizado está muy deteriorado o ha sido instalado por mucho tiempo, podría ser más difícil de quitar sin dejar residuos. En este caso, el tiempo y el esfuerzo necesarios pueden no valer la pena, y contratar a un profesional podría ser la mejor opción.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.