En los últimos años, muchas personas han optado por cambiar su medio de trasporte de un motor a combustión a energías limpias como carros eléctricos. Esto debido a varios factores como contribuir a la reducción de gases o el alto costo que tiene actualmente los combustibles fósiles.
Sin embargo, no todo es ‘color de rosa’ con este tipo de automóviles, ya que hay personas que cuestionan varios aspectos de funcionamiento, como por ejemplo la recarga lenta, la autonomía y sobre todo el calentamiento de la máquina en ciertos momentos.
Pero no todo es tan cierto, de hecho si un carro eléctrico se está sobrecalentando lo recomendable es acudir al fabricante porque no debería hacerlo.
Lo primero a tener en cuenta es que las baterías que permiten el movimiento del carro, nunca se van a calentar, al punto que sí puede hacerlo un motor a combustión.
Pero sí se pueden calentar dependiendo del tiempo de carga o la temperatura del ambiente. Sin embargo, este aspecto es tenido en cuenta por los diseñadores de vehículos y por esta razón cuentan con sofisticados ductos de enfriamiento con, líquido refrigerante.
Asimismo, en este tipo de carros son muy comunes las parrillas que permiten la entrada de viento al compartimiento de baterías, ayudando así a que la temperatura baje.
Según los expertos, la temperatura ideal de estas baterías debe de ser de 20 a 25 grados centígrados, pero si puede determinar que la temperatura pasa de 60 grados, es recomendable acudir a su mecánico de confianza para que examine lo sucedido y se pueda tomar una medida antes de que el daño sea más grave.
Por último, si la situación es contraria y se vive en una zona con mucho frío, la situación cambia y puede que la autonomía de la carga baje. En este caso también hay un sistema de calentamiento que permite que la afectación no sea tan grave.