Las 22 comunas que hoy tiene la ciudad de Cali van a desaparecer y se dará paso a la división de la ciudad por localidades.
Algunos caleños de seguro han escuchado el término de distrito, que se ha venido usando para referirse a la Alcaldía. Esto es porque Cali se convirtió en Distrito Especial, según la Ley 1933 de 2018.
Un distrito es un territorio que tiene una organización y un funcionamiento diferente a los municipios. Por ejemplo, las secretarías y entidades de la Administración tienen más funciones y autonomía, y operan independiente al departamento.
Todos los distritos especiales en el país están regulados por la ley 1617 de 2013 y, como tal, deben adoptar una nueva división de su territorio, es decir, implementar las localidades.
Lea aquí: Los reveladores hallazgos de la primera 'foto' que Cali le tomó a su economía informal
Este paso aún no lo ha dado Cali, pero está cerca porque la Alcaldía presentará el proyecto ante el Concejo en las próximas semanas.
Un estudio realizado por la Alianza de Universidades, en conjunto con la organización Propacífico y la Cámara de Comercio de Cali destaca que una de las grandes razones por las que Cali se convirtió en distrito es la rápida expansión de la ciudad en las últimas décadas, lo que contrasta con la lenta capacidad de la Administración Municipal de cumplir sus funciones.
De acuerdo con cifras de la Alcaldía de Cali y el Dane, la capital vallecaucana pasó de tener casi 300.000 habitantes en 1951 y un poco más de 1,4 millones en 1985, a tener más de 2,28 millones en el último censo realizado en el 2018. Y la expectativa de crecimiento continúa.
El gerente del proyecto, Carlos Rojas, afirmó que en la propuesta se crea una localidad rural, que tenga condiciones especiales para responder a las necesidades que esta población le ha planteado.
Unido a esto, María Isabel Ulloa, directora de Propacífico, comentó que muchos caleños perciben a la Administración como un organismo lejano a sus problemáticas y necesidades, “distante de lo que a diario pasa en los barrios y comunas”. Es decir, que no se están brindando las oportunidades que requieren los ciudadanos para mejorar su bienestar.
Por ejemplo, en el Índice de Progreso Social, desarrollado por la Red de Ciudades Cómo Vamos, Cali ocupó la posición 11 entre las 15 ciudades capitales más importantes del país en esta materia, por debajo de territorios como Barranquilla, Cúcuta, Armenia, Manizales, Medellín, Bogotá, Bucaramanga, entre otros.
Un dato más. En Cali había, al cierre del 2021, 761.714 ciudadanos en situación de pobreza por falta de ingresos y 209.041 en pobreza extrema. La transformación a distrito plantea herramientas para revertir esta situación.
¿Cambiará esto con las localidades?
Enrique Rodríguez Caporalli, director del Centro de Estudios Interdisciplinarios —CIES— del Icesi, manifestó que lo más importante que propone la Ley 1617 con la división de la ciudad por localidades “es mejorar la calidad de vida de la gente y las condiciones de participación y toma de decisiones, además de avanzar en la elaboración de presupuestos participativos”.
Por ejemplo, hoy solo el 38 % de los caleños se siente satisfecho con su vida, según una encuesta del Dane.
Pero hacer la división no es fácil. Este proceso empezó en la administración del alcalde Maurice Armitage y ahora está en manos de Jorge Iván Ospina, que intenta sacarlo adelante.
Las dificultades surgen de la discusión sobre si es mejor tener localidades urbano-rurales o solo urbanas o solo rurales, integradas por barrios de diferentes estratos, con vocación industrial o no, o cuál será la mejor alternativa en ese objetivo de avanzar hacia una ciudad de oportunidades.
Lo que se sabe hasta ahora es que Cali tendrá siete localidades, una de ellas agrupará la zona rural, según comentó Carlos Rojas, gerente de Cali Distrito.
Esta propuesta, que se ha venido construyendo con la comunidad, se presentará en pocos días al alcalde Ospina para su aval, será socializada con la ciudadanía y luego llevada al Concejo, lo que se espera sea este mes. En esta fase “podrá haber algunas sugerencias finales, pero ya todo el trabajo de campo está prácticamente hecho”, dijo Rojas.
2024 sería el año en que empezarían a operar las alcaldías locales, al igual que la próxima administración.
8 años duraría el plan de transición para consolidar todo el proceso de transformación a Distrito.
La academia, en un libro denominado “Cali, Distrito Especial”, hizo una recomendación de división de la ciudad en la que también plantean conformar siete localidades, algunas de ellas urbano-rurales. Esto teniendo en cuenta que los barrios cumplan con la homogeneidad necesaria en lo económico, lo social y lo cultural. Con esta iniciativa, las localidades quedarían conformadas de la siguiente forma:
La localidad 1, que sería de carácter urbano-rural, estaría compuesta por las comunas 1, 2 y 3 —en las que están barrios como Terrón Colorado, Santa Teresita y El Peñón—, así como por una parte de la comuna 9, a la que pertenecen los barrios Sucre y Obrero, y algunos corregimientos del noroccidente de la ciudad. Siendo también urbano-rural, la localidad 2 tendría a todos los barrios de las comunas 19 y 20 —por ejemplo, Refugio y Siloé—, también a los corregimientos de Los Andes, Pichindé y algunas veredas.
La totalidad de las comunas 4, 5 y 6 —con barrios como Salomia, Chiminangos y Los Alcázares— integrarían la localidad 3, que sería netamente urbana y también tendría algunos sectores tanto de la comuna 7 como de la 8 (Alfonso López y el barrio Industrial, entre otros).
Otra de las localidades exclusivamente urbanas sería la 4. Esta tendría una gran cantidad de barrios de la comuna 8 y la 9, tales como Villa Colombia y Alameda, así como la totalidad de la 10, la 11 y la 12 —barrios como Santa Elena, La Independencia y Villanueva—.
La localidad 5, de carácter urbano rural, la integrarían la totalidad de las comunas 17, 18, 22 (El Caney, Caldas y Ciudad Jardín), una parte de la 16 y algunos corregimientos y veredas del sur de Cali.
La comuna 13 y la 15, con barrios como El Vergel y El Retiro, se ubicarían en la localidad 6, junto a una pequeña parte de las comunas 16 y 7 (Mariano Ramos y Siete de Agosto, entre otros). Mientras que la localidad urbano-rural 7 tendría algunos sectores de la comuna 7, y completamente a la 14 y 21 —sectores como Manuela Beltrán y Calimio Desepaz—.
Sin embargo, la propuesta definitiva de la Administración se estaría presentando en los próximos días.
Mientras la Alcaldía plantea que 6 localidades sean urbanas y una rural, la academia propone tener localidades donde se integren los corregimientos con los sectores urbanos.
Lo que piensan las comunidades
Algunas comunidades tienen sus dudas frente a la división de la ciudad. Los habitantes del corregimiento La Buitrera, por ejemplo, han manifestado la intención de integrar, por sí solos, una localidad.
El abogado y representante de este sector, James Fernández, argumentó que “tenemos razones para que La Buitrera se convierta en una localidad. La principal es que cumplimos con los criterios de homogeneidad, es decir que tenemos una identidad en cuanto a lo geográfico, lo social, lo cultural y lo económico”.
Sobre este tema, Carlos Rojas dijo que debe “haber un consenso mínimo razonable” para la definición de estos territorios. “En Cali hay 15 corregimientos y entonces la pregunta es cómo vamos a sostener cada una de esas alcaldías si cada localidad se convierte en una. Imagínese, solamente en la parte rural serían 15”.
Por otro lado, Ayadith Ortega, presidente la Junta Administradora Local del corregimiento de Los Andes y vicepresidenta de Asoediles por la zona rural, manifestó que no ha sido posible que esta socialización se dé de la manera esperada. “Se hizo una reunión con Participación Ciudadana, pero el componente principal que es Planeación prácticamente no se reunió con la zona rural”, reclamó.
Aún así, la directora de Propacífico, María Isabel Ulloa, considera que es necesario avanzar en la consolidación de Cali Distrito, sin embargo, dijo que la discusión de la propuesta debe tomarse su tiempo para que sea la más adecuada. “Lo importante aquí es hacerlo sin afanes, que no haya presiones. Hay que empezar a dar pasos, pero que sean con mesura y con las conversaciones de ciudad necesarias para que todos estemos seguros y tranquilos de que las decisiones tomadas sean las adecuadas”.
En el 2019, la administración de Maurice Armitage propuso una división de la ciudad en seis localidades, planteamiento que no tuvo respaldo en su momento.
¿Qué son las localidades y cómo funcionan?
Las localidades son los territorios en los que se dividen internamente los distritos.
Para su creación, la propuesta de la Alcaldía tendrá en cuenta que los barrios que conformen cada localidad deben ser similares en lo económico, en lo geográfico, en lo social y lo cultural.
Según el equipo de trabajo de ‘Cali Distrito’, las localidades no tendrán un número de habitantes menor a 280.000 personas, ni mayor a 480.000 personas.
Después de ser creadas, cada localidad debe tener:
1) Una Junta Administradora Local (JAL). Esta podrá tener mínimo 9 y máximo 15 ediles.
Los ediles serán escogidos por los habitantes de esa localidad por medio del voto popular, para un periodo de cuatro años. Los ciudadanos que quieran ser ediles deben haber residido o desempeñado alguna actividad profesional, industrial, comercial o laboral en esa zona, por lo menos dos años antes de la elección.
2) Un alcalde local. Para su elección, la JAL le propondrá tres personas al alcalde de Cali, quien decidirá cuál de estos candidatos será el alcalde de la localidad. La persona que sea escogida para este cargo debe cumplir con los mismos requisitos que el alcalde de la ciudad.
3) Un Plan de Desarrollo Local, que deberá ir en concordancia con el Plan de Desarrollo Distrital.
4) Un Fondo de Desarrollo Local, que contiene los recursos económicos necesarios para los proyectos y gastos de cada localidad. El Alcalde Mayor de Cali será el encargado de manejar y ejecutar ese presupuesto.
Para la distribución de estos recursos en las localidades, la Alcaldía no podrá designar menos del 10 % de los ingresos corrientes del Distrito. Este no se distribuirá en partes iguales, dependerá de las condiciones y necesidades de cada localidad.
Debate en el Concejo
Si el Concejo de Cali no aprueba el proyecto de transición a Distrito este año,se desajustaría el cronograma que tiene planeado la Administración.
”Habría que aplazar la elección de ediles un año más, el problema que tiene esa decisión es que, cuando se hagan los Planes de Desarrollo Locales, estos no van a estar totalmente sincronizados con el Plan de Desarrollo Distrital”, afirmó Carlos Rojas, gerente del Proyecto.
Según el funcionario, esto provocaría que los proyectos que planeen desarrollar las localidades se vean limitados o fracasen.
La ciudad puede atraer más inversión
Una de las incógnitas que rodea la creación de las siete localidades para Cali es el presupuesto que implica la transición, monto que aún no está especificado.
El concejal Fernando Tamayo dijo que “me parece un embeleco presentar lo de Cali Distrito, en este momento, porque implica una cantidad de gastos que nosotros no estamos en capacidad de asumir. No porque el proyecto no sea significativo, pero en la actualidad las necesidades son otras”.
Tamayo mencionó que la ciudad tiene problemas en movilidad y seguridad, entre otros, que deben ser resueltos primero, además de falta de recursos para invertir en la transformación. “Si no le metemos un buen presupuesto para adecuar la infraestructura para tener alcaldes locales, para los salarios de los ediles, etc., será muy complejo que se materialice. Todo eso implica gastos y entonces sirve como distractor de temas esenciales que tienen que ser discutidos ahora”, declaró.
Asimismo, al concejal Juan Martín Bravo también le preocupa este tema de la financiación, pero dijo que la Alcaldía tiene la posibilidad, como Distrito, de buscar nuevas fuentes de recursos para el proyecto.
“La ley le permite a la ciudad gestionar nuevas tasas de impuestos y recursos desde los contribuyentes. Está la sobretasa ambiental, que empezará a manejar el Dagma, está la sobretasa a la seguridad que pagamos desde el 2016. Hace poco aprobamos la tasa Prodeporte.
Entonces, estas y otras pueden ser las fuentes que cubran los costos que tiene ser distrito”, expresó Bravo.
En esto coincidió Enrique Rodríguez Caporalli, director del CIES del Icesi, quien dice que ser un distrito no trae automáticamente nuevos recursos, pero sí trae la posibilidad de gestionarlos. “Lo que a mí me parece, no solamente de esta administración sino también de la anterior, es que hay cierta pereza por utilizar y capitalizar esas oportunidades. No hay ninguna garantía de que eso funcione, pero tampoco veo que se hagan planes para estudiar las oportunidades”, cuestionó.
Por lo tanto, aseguró que “si nos ponemos a esperar el momento adecuado, pues nadie sabe si algún día llegará. Esa no me parece la razón por la cual no habría que hacerlo ahora”.
Para este académico, quien participó en la producción de libro “Cali, Distrito Especial”, la discusión no debe ser solo cuántas localidades tendrá la ciudad sino cómo mejorar la calidad de vida de la gente. Para ello considera que también debe hacerse una reforma administrativa.
“Cualquier división en localidades que no venga acompañada de una reforma administrativa va a fracasar, la estructura que tiene hoy Cali no está en capacidad de responder a los retos que supone la división en localidades. Como lo más atractivo es lo que más suena, lo que más se ve es la división por localidades, pues hacia allá se ha orientado la discusión y ahí la ciudad va a perder si el debate se queda en eso”, resaltó.
Rodríguez concluyó que lo importante de este proceso es responder a las demandas de la ciudadanía, pues otras regiones, que ya son distrito, no han marcado la diferencia.