Drayke Hardman, el niño de 12 años que se suicidó después de sufrir bullying en un colegio del condado de Tooele en Utah, Estados Unidos, no es la única víctima del acoso escolar en este regreso a clases presenciales después de dos años de virtualidad a causa de la pandemia del nuevo coronavirus.

En Cali, un niño de un colegio del oriente se debate entre la vida y la muerte en una UCI tras haber sido agredido con un bisturí por otro estudiante que lo intimidaba de manera sistemática; en un reconocido plantel educativo del sur ocurrió un intento de suicidio por parte de una alumna que manifestó ser víctima de bullying, mientras que la Comuna 1 aún está conmovida por el presunto suicidio del pequeño Luis Ángel González Erazo, quien cursaba sexto grado en el Liceo La Amistad. El caso está en investigación por parte de la Fiscalía, que deberá determinar si realmente fue un suicidio, así como las causas.

— Desde 2015, cuando Luis Ángel llegó a nuestro colegio, se caracterizó por ser un líder entre sus compañeros, extrovertido e inquieto.

Reconocemos una gran pérdida y promovemos un discurso de esperanza en la comunidad; a través de la pedagogía del amor tenemos diversas actividades con nuestros estudiantes y maestros con apoyo de expertos en psicología que han llevado a cabo intervenciones alrededor del duelo – informó el Liceo en un comunicado, días después de realizar una cadena de oración y una velatón en memoria de Luis Ángel.

Como lo advirtieron los padres de Drayke, el acoso escolar es una batalla real y silenciosa que pelean miles de niños alrededor del mundo. Solo en Cali, el Comité Municipal de Convivencia Escolar – Comce – tiene reporte de 2013 casos de múltiples violencias escolares ocurridas en colegios públicos durante el año 2021; casi seis reportes diarios en promedio. En todo el país se registraron además 275 suicidios de niños y adolescentes, seis como consecuencia del bullying.

8.981 casos de abuso escolar registra Colombia entre el 2 de enero de 2020 y el 20 de diciembre de 2021, según la ONG Bullying Sin Fronteras. El Valle del Cauca concentra el 4% de los casos.

246 millones de niños son afectados cada año por la problemática del acoso escolar, según estimaciones de la ONG Plan International y la Unicef.

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En memoria de Drayke

Drayke Hardman se quitó la vida el pasado 9 de febrero y sus valientes padres, Andy y Samie, dieron a conocer su historia en las redes sociales y en medios locales como una manera de advertir que el bullying puede ser letal.

Todo comenzó cuando Drayke regresó a su casa con un ojo morado. Esa tarde le contó a su hermana que un compañero del colegio lo había golpeado en medio de una pelea.

El miércoles 9 de febrero Drayke no fue a su entrenamiento de basquetbol, y en la noche se quitó la vida. Su hermana lo encontró colgado de la capucha de su sudadera. Pese a que Drayke llegó con vida al hospital, falleció horas después.

“¿Cómo hay tanto odio en nuestro mundo que permitimos que los niños lastimen a otros?”, se preguntó su padre en una conmovedora carta. “Mi hijo estaba librando una batalla que ni siquiera yo podía salvar. Es real, es silencioso; no hay señales, solo palabras hirientes de otros que finalmente robaron a nuestro Drayke de este lugar cruel”, agregó su mamá.

Según la ONG Bullying Sin Fronteras, el acoso escolar y el ciberacoso causan 200 mil muertes al año en todo el mundo, y Colombia es uno de los países con mayor cantidad de casos de bullying: 8.981 entre el 2 de enero de 2020 y el 20 de diciembre de 2021, según un estudio de esa organización.

“En Colombia, el foco principal para el bullying pasa por un pobre rendimiento en las actividades deportivas. En general los acosadores toleran mejor a un compañero con buenas notas que a aquel que no juega bien al fútbol, básquet, voley o la actividad física que se desarrolle en la escuela”, dijo Javier Miglino, Director de Bullying Sin Fronteras.

Adriana Quiñones, líder del Comité Municipal de Convivencia Escolar de Cali, advierte que en los colegios públicos de la ciudad, y según las estadísticas del Comité, el bullying se centra sobre todo en la apariencia física de las víctimas, condiciones de discapacidad física o cognitiva, la orientación sexual y la condición social.

Policía de Infancia y Adolescencia viene adelantando campañas de prevención del acoso escolar en Cali, en el regreso a las clases presenciales.

El regreso a las clases presenciales tras dos años de asistir al colegio a través una pantalla debido a la pandemia parece que no está siendo fácil para niños y adolescentes.

— Todavía no hay datos concluyentes, pero es evidente que en los colegios se debe empezar de nuevo a hacer esa sensibilización sobre la problemática del acoso escolar y las habilidades de resolución de conflictos. Con el regreso a clases presenciales los estudiantes pasan de un periodo en el que la socialización estuvo bastante restringida y es posible que los chicos hayan perdido la habilidad para resolver esos conflictos, lo que se podría estar reflejando en los casos de bullying. La intimidación escolar puede que se perciba más fuerte hoy en día por ello. Incluso a los adultos nos está costando socializar – dice Judy Benavidez, jefe del Centro de Internet Seguro de RedpaPaz, una corporación dedicada a la defensa de los derechos de los niños en Colombia.

La pandemia hizo además que los casos de acoso escolar en el entorno digital aumentaran, con el problema de que el alcance del ciberbullying es mayor. Al viralizar por ejemplo una foto con contenido sexual, o en la que se burlen de un menor, el impacto en la salud mental de un niño puede ser demoledor.

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Lina María Saldarriaga es la Directora de Operaciones de Aulas en Paz, un programa de la Universidad de Los Andes que pretende prevenir el acoso escolar en los colegios. Lina explica que hay un término que no se debe utilizar al hablar del acoso escolar y que sin embargo es muy extendido entre académicos y educadores: ‘matoneo’. Es una palabra que indica que en un caso de bullying habría involucrado un niño que es un ‘matón’. Y no es así.

— Lo que se ha encontrado es que cuando hay situaciones de agresión, conocidas como intimidación escolar, hay niños involucrados, unos agresores, unas víctimas, pero también unos observadores. No es que un niño sea la ‘manzana podrida’ y el único responsable de la situación, sino que existe todo un fenómeno de grupo alrededor del acoso.

El bullying se define por la repetición; una agresión que sucede de manera sistemática. También hay un desbalance de poder: por un lado niños frágiles por alguna vulnerabilidad en particular, acosados por lo regular por niños de mayor edad que necesitan atención y su manera de expresarlo es a través de la agresión. Y están los testigos y observadores, entre ellos adultos. Lo que le pone freno al bullying es que la risa de los actores involucrados deje de ser la norma social frente al acoso, dice Lina.

— Te pongo un ejemplo: alguien pasa y le da un calvazo a un alumno, llamémoslo Vargas, y todos se mueren de la risa. Y al siguiente día pasa lo mismo y al siguiente igual. A Vargas todos los días lo reciben con un calvazo y le esconden las cosas en el salón, y nadie dice: “eso no está bien”. De esta manera el acoso escolar se convierte en norma social validado por la risa del grupo. Si alguien en cambio se para y dice “esto que le estamos haciendo a Vargas lo hace sentir mal”, y lo acoge, y les pregunta a los demás qué sentirían si pasaran por lo mismo, el bullying desaparece. La empatía, enseñarles a los niños a ponerse en el lugar del otro, funciona más que lo que a veces me dicen los papás: “voy a meter a mi hijo a clases de karate para que no se deje”. Eso nunca sirve.

7 de cada diez niños en el mundo padecen algún tipo de acoso escolar. En Colombia se estima que uno de cada 3 niños es víctima de esta problemática.

22% de los niños en Colombia reconocen haber sido partícipes de bullying, según estudios del Ministerio de Educación.

La psicóloga Salomé Domínguez Martínez es la directora del Centro de Apoyo al Aprendizaje del New Cambridge School de Cali. En el colegio, comenta, vienen implementando diversas estrategias para prevenir el bullying, como la conformación de un grupo de mediación escolar fundado hace cuatro años. El objetivo es darles un rol activo a los estudiantes para que resuelvan sus conflictos, un asunto que hacen parte del currículo.

Durante las primeras semanas de estudio, además, los profesores del New Cambridge se enfocan en consolidar un vínculo con los alumnos. Que se tengan confianza en el aula al punto que los estudiantes tienen la certeza que cuentan con una persona a quién acudir cuando sienten que están perdiendo la batalla. Ese ejercicio, añade Salomé, ha permitido identificar a tiempo casos de acoso escolar. El ambiente de hermandad hace que si bien una víctima de bullying no lo manifieste, sus compañeros busquen ayuda por él.

— Los niños no solo hablan con las palabras. También sucede en los adolescentes. No se expresan demasiado desde lo verbal. Pero cuando tengo un vinculo sólido, logro escuchar lo que hablan a través de su comportamiento. Eso es muy importante para detectar a tiempo el bullying: desde la casa y desde el colegio estar atentos a cambios, así sean pequeños, pero que siempre tienen un sentido. Un ensayo con tinte melancólico en la clase de lengua y literatura puede ser una alerta. Esos mensajes hay que escucharlos, sentirlos.

Salomé recomienda también que se debe hablar de bullying con frecuencia, y no como por lo regular se hace: cuando ocurren tragedias como el suicidio de Drayke. Muertes de niños por acoso escolar, y no solamente muertes, lesiones o marcas desde lo emocional, ocurren todos los días sin que el mundo se entere.

— Se debe dialogar mensualmente y no solo con cifras, también con prácticas puntuales en las aulas. En Colombia tenemos historias como las de Sergio Urrego, que se suicidó tras padecer el acoso escolar por su orientación sexual. Por respeto a esas familias y a esos niños debemos mirar a la cara este problema y no volverlo en algo oscuro, sino entender que los colegios son el reflejo de la realidad que le estamos dando a los chicos.

Un estudio de la Universidad de Valencia dice que Colombia, Perú y Argentina tienen las tasas de ciberacoso más altas de la región.

En el New Cambridge School se les insiste también a los padres de familia que no solo hay que ocuparse del acoso escolar cuando los hijos son víctimas, sino también cuando son los victimarios.

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Jaime Prada es el fundador de Transformando Vidas, un movimiento que busca rescatar los valores que se han perdido en el individuo y en la familia. Tras sus intervenciones – a veces la Policía lo llama para que atienda casos de suicidios inminente en las calles – Jaime ha determinado que los actuales son tiempos en donde vivimos en soledad, así estemos bajo un mismo techo con papá, mamá, hermanos, tíos.

— La tecnología, los elementos de comunicación, paradójicamente han creado una distancia emocional enorme entre las personas. Vivimos sumergidos en las pantallas de los celulares y no nos escuchamos. No sabemos qué le pasa al otro. Y es justo lo que necesitan los muchachos hoy en día, que los escuchen: una escucha sincera, empática.

Jaime sabe que lograrlo no es fácil. Un hijo quizá esté prevenido con sus papás para hablar de asuntos íntimos. Por eso lo que recomienda es crear puentes de comunicación para que se sienta tranquilo. No hablar desde la autoridad, desde la cantaleta, sino más bien si al muchacho le gusta trotar, acompañarlo y conversar de la vida mientras se toman un jugo, o ir a un café sin celular y preguntarle cómo va la novia, cómo va el colegio. Así, desprevenido, como se le habla y se escucha a un amigo.

En caso de sospechar o tener conocimiento de una situación de acoso escolar reporte a las autoridades o en la App Te Protejo o el sitio web
www.teprotejo.org

Escuchar a sus estudiantes es lo que intenta Cecilia Restrepo, la rectora del Liceo La Amistad donde estudiaba el pequeño Luis Ángel González, quien presuntamente se habría suicidado la semana anterior. Cecilia, con valentía, ha decidido hablar de la muerte, hacerla pública. La muerte finalmente es una realidad que no se puede trabajar con los niños si no se acepta, dice. Y en vez de ocultarla, más bien debe ser una oportunidad para que los rectores se unan y desplieguen estrategias y todo el apoyo posible para los estudiantes.

Cecilia cuenta que en medio de la tragedia que significa que un niño se quite la vida, en la Comuna 1, Terrón Colorado, ha sucedido un cambio muy significativo: se despertó un espíritu de solidaridad para arropar a la familia, a los demás estudiantes y a los profesores que nadie imaginaba.

— Es lo que debe ocurrir en estos procesos: necesitamos más que nunca ayudarnos entre todos, ayudar a nuestros niños. Con Luis Ángel eran 871 alumnos en el Liceo la Amistad. Ahora tenemos 870 razones para luchar.

Otras pistas para blindarse del acoso escolar

"Frente a los casos de acoso escolar los muchachos deben tener claro también
que a partir de los 14 años tienen responsabilidad penal y se pueden ver inmensos en una investigación, y los menores de 14 empiezan en un proceso con Bienestar Familiar. De ahí también la responsabilidad que tienen los padres":
Adriana Corrales, Jefe de Infancia y Adolescencia de la Policía de Cali.

"El paso fundamental de prevención del bullying es la empatía: la capacidad de ponerse en los zapatos del otro para sentir lo que el otro siente. También se deben tener canales de comunicación abiertos. Una característica fundamental del acoso en las aulas es que no se conversa. Los adultos pocas veces nos damos cuenta de lo que está pasando": Lina María Saldarriaga es la Directora de Operaciones de Aulas en Paz

"En ocasiones sucede que cuando es mi hijo el que padece el bullyng me preocupo, pero cuando es mi hijo el victimario no tanto. No se le da la misma relevancia. Si me ocupo de mi hijo siendo víctima, también me debo ocupar de mi hijo siendo victimario": Salomé Domínguez Martínez, directora del Centro de Apoyo al Aprendizaje del New Cambridge School

"Se requiere que los colegios tengan un papel activo en la reparación de quien padece el acoso escolar. Que no se aborde la problemática simplemente con una sanción, lo más importante es la oportunidad de restablecimiento de las relaciones entre los alumnos. E involucrar a toda la institución para buscar un cambio en la dinámica general del colegio": Judy Benavides, Jefe del Centro de Internet Seguro de Red PaPaz