Este 2021 que acaba de comenzar ha sido considerado por analistas y empresarios como el año de la esperanza y de las oportunidades. No solo porque la industria farmacéutica presentó las primeras vacunas para ponerle punto final a la pandemia del Covid-19, sino porque varios sectores productivos tienen en sus manos el reto de seguir creciendo y generando empleo en el país.
Si bien las dificultades seguirán afectando el desempeño económico por algunos meses, existe una fuerza común compuesta por los sectores público y privado, así como la academia, para apoyarse y ponerle el hombro a la crisis.
Sectores como la construcción, el agro, la infraestructura y la industria manufacturera, entre otros, se convertirán en pilares fundamentales para la reactivación.
A ellos se suman la industria farmacéutica y el desarrollo de la tecnología que también fueron protagonistas en el 2020.
El respaldo de los programas que puso en marcha el Gobierno Nacional para darle la mano a las Mipymes y al resto de la mediana industria seguirán siendo claves en esta vigencia.
La participación del sistema financiero, de la mano con la llamada banca de segundo piso (Bancoldex, el Fondo Nacional de Garantías -FNG-, Findeter), así como el Banco Agrario que respaldaron créditos para los micros, pequeños, medianos y grandes empresarios de hasta un 90%, se convirtió en una gran herramienta para que siguieran operando en medio de la pandemia.
El desarrollo de planes habitacionales, especialmente para los estratos bajos de la población, reportó el año pasado un dinamismo importante, y en este nuevo año seguirá firme. Se estima que las venta de la Vivienda de Interés Social, VIS, continúe acelerando. Camacol confía en que en 2021 las ventas superen el 27% frente al año pasado.
El papel de las constructoras en el Valle del Cauca, especialmente en los municipios del área de influencia de Cali, ha sido clave.
En cuanto al agro, la cadena alimentaria seguirá siendo fundamental para los hogares del Valle y del resto del país. Las cadenas productivas se fortalecerán en estos meses.
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A su turno, los proyectos de infraestructura vial en nuestra región retomarán su ritmo este año.
Entre ellos se destaca la futura vía que comunicará Mulaló con Lobogerrero, un corredor que será muy importante para el transporte de carga relacionada con el comercio exterior.
Analistas confían en que la economía colombiana mostrará resultados favorables este año. Estiman que el PIB podrá crecer entre 4,5% y 5,5%.
Este año la inflación también seguirá bajo control y según cálculos de académicos se mantendrá en un rango de entre 2,0% y 3,0%. El panorama pinta mucho mejor en este 2021 para la mayoría de los sectores.
La agricultura será clave para la economía
Las condiciones para que el país se convierta en una potencia agrícola en toda la región están dadas.
“Somos el quinto país más grande de Latinoamérica con una superficie de 114 millones de hectáreas, de las cuales cerca de 40 millones son la frontera agrícola nacional, 8 millones de ellas cultivadas, por lo que el potencial para el auge agrícola es amplio, sumado a las condiciones climáticas tropicales que hacen posible la producción de una rica variedad de alimentos durante todo el año 2020”, explicó Flavia Santoro, presidenta de Procolombia.
Durante el tercer trimestre de 2020, el agro fue uno de los sectores que registró crecimiento en el PIB, al aumentar 1,5 % comparado con el mismo periodo del año anterior, según el Dane.
Este crecimiento se vio impulsado por la dinámica positiva de la producción agrícola, donde se incluyen actividades de apoyo y conexas (2,2 %), ganadería (1,9 %), silvicultura y extracción de madera (5,3 %), y pesca y acuicultura (27 %).
Así mismo, entre enero y septiembre, la cadena de Agroalimentos del país fue la única que registró una dinámica positiva en sus exportaciones, alcanzando US$ 5.683 millones, un 3,6 % más respecto al mismo periodo de 2019.
En materia de inversión extranjera también podemos evidenciar el interés de inversionistas. “Desde el inicio del gobierno del presidente Duque hemos acompañado la llegada de 55 proyectos con negocios por más de US$950 millones, y que de acuerdo con los inversionistas estiman generar más de 12.000 empleos. Diecisiete de estas iniciativas llegaron en el 2020”, dijo.
La actividad agrícola incentiva también inversiones en otros sectores para mejorar la conectividad y logística de los productores. Es así como el Gobierno destinará más de $700.000 millones en vías terciarias, lo que a su vez traerá nuevos empleos y mayor competitividad.
También abre sendas de integración comercial para el fortalecimiento de cadenas regionales de valor. Por ejemplo, con la Alianza del Pacífico, cuya presidencia pro tempore asumió Colombia, permitirá impulsar relaciones estratégicas, cadenas productivas y clústeres regionales para generarles aún más valor a productos con destino a terceros mercados.
“En el 2021, continuaremos trabajando para atraer inversión de eficiencia con empresas ancla y megainversiones, con el objetivo de que, multinacionales que hoy buscan una nueva locación para operar, puedan establecerse en Colombia y aprovechar nuestras ventajas competitivas”, añadió. Este sector nos invita a perseverar en el optimismo, pues tiene las mejores perspectivas para la reactivación del campo, para generar ingresos a nuestros productores, así como consolidar nuevos encadenamientos productivos con compañías extranjeras y locales que permitan diversificar la canasta exportadora.
La vivienda seguirá con cimientos firmes
“En este 2021 esperamos alcanzar unas ventas de vivienda nueva del orden de las 200.000 unidades, en las que la vivienda social aportará 72% del mercado. Con esa dinámica, esperamos que se inicie la construcción de 149.700 viviendas, 26 % más que en 2020, y proyectamos que el valor agregado del sector aumente en 8,6 %”.
La afirmación es de Sandra Forero Ramírez, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, quien agregó que las proyecciones se basan en el comportamiento del sector en el año que acaba de terminar.
Las cifras globales de todo el 2020 aún no se conocen, pero las que se reportaron en el mes de noviembre dan cuenta del buen desempeño de la venta de vivienda en el país.
De acuerdo con el reporte del Sistema de Información - Coordenada Urbana, en el mes de noviembre las ventas llegaron a las 20.778 unidades de vivienda, lo que significó un crecimiento del 27,5 % frente al mismo mes del año anterior, y se convierte en el tercer mes consecutivo con que superan las 20 mil unidades.
La dinámica positiva de las ventas continúa en los diferentes segmentos. En Vivienda de Interés Social, VIS, se registró un crecimiento del 26,6 % anual en noviembre, llegando a 13.906 unidades; mientras que en las diferentes de VIS hubo un crecimiento anual del 29,4 %, alcanzando las 6872 unidades.
“El sector continúa demostrando que es un motor de la reactivación del país, y que hablar de vivienda es hablar de inversión, empleo y crecimiento. Sumado a las ventas que continúan en niveles muy positivos y superan las 20.000 unidades mensuales, el inicio de nuevas obras nos anticipan más empleo y más demanda de insumos” afirmó la señora Forero Ramírez.
Las obras iniciadas en el mes de noviembre llegaron a 11.426 unidades, lo que significó un crecimiento del 65 % frente al mismo mes del año anterior. Las iniciaciones de Vivienda de Interés Social alcanzaron las 7708 y las diferentes de VIS 3718 unidades.
Vale la pena señalar que Coordenada Urbana es el sistema de información georreferenciado de Camacol.
Su base de información se alimenta del censo mensual nacional de edificaciones, con un soporte de registros actualizado para más de 18.000 proyectos constructivos de edificaciones nuevas en el país. Con su cobertura en más de 90 municipios se generan análisis del comportamiento del sector de la construcción, mediante el seguimiento detallado de la evolución comercial y constructiva de cada proyecto. La operación estadística se encuentra certificada por el Dane.
Es de anotar que la pandemia no afectó el desarrollo de planes habitacionales. Desde el mes de mayo y hasta noviembre de 2020 la venta de vivienda VIS en Cali ha crecido 34 %, en comparación con el mismo lapso de 2019.
Natalia González, directora de Crecimiento y Desarrollo de la Constructora Solanillas, destacó que este segmento constituye el 62 % de la oferta total en la ciudad. Por su parte, Camacol, Valle, indicó que 37 constructoras cuentan con oferta en el segmento de Vivienda de Interés Social, a través de 87 proyectos que representan el 72 % del total de la vivienda disponible en Cali y su área de influencia, es decir, municipios cercanos como Candelaria, Jamundí y Yumbo.
El crecimiento de los proyectos VIS en el Valle del Cauca está estrechamente relacionado con el apoyo económico que han recibido los compradores a través del subsidio de Mi Casa Ya, convirtiendo a este departamento en el más beneficiado a nivel nacional con 25.000 subsidios, un 22% del total de subsidios entregados entre enero y octubre del 2020. Además, las Cajas de Compensación Familiar, Comfandi y Comfenalco Valle, han asignado 1.468 subsidios familiares de vivienda para este tipo de proyectos, según Camacol, lo que incentiva aún más el crecimiento de propiedad raíz en la región.
Junior Eduardo Lucio Cuéllar, subsecretario de Gestión del Suelo y Oferta de Vivienda de Cali, señaló que, a pesar de las afectaciones en la construcción, fruto de los cierres que generó la pandemia, “se evidencia un incremento en la venta de Vivienda de Interés Social, así como en los procesos de las licencias de construcción”.
Gustavo Martínez, presidente de Alianza Fiduciaria, le comentó a Forbes que este 2021 puede ser el año de la construcción.
“El 2020 empezó con visos de recuperación para los sectores inmobiliario y de la construcción. Sin embargo, la pandemia frenó en seco la expectativa de crecimiento. Lo que vino después fue una reactivación en el sector y una transformación digital que cambió las rutinas de la comercialización para los constructores y la interacción con los compradores que se acercaban a las salas de ventas”, le comentó el ejecutivo a Forbes.
El Presidente de Alianza Fiduciaria, señaló que después de meses de incertidumbre, la construcción viene creciendo de una manera vigorosa, en parte por las facilidades que ha dado el Gobierno Nacional para las viviendas VIS y no VIS.
Al ser consultado sobre lo que pasará este nuevo año, dijo que el 2021 puede ser el año de la construcción. Sin duda, están todas las condiciones dadas: los subsidios para vivienda VIS y no VIS y los estímulos tributarios relativos a exenciones de renta para VIS y renovación urbana que son hoy mucho mas claros y accesibles Es muy importante vincular el crédito al constructor ya los compradores de las unidades, de suerte que el sector bancario pueda financiar, y podamos tener ese coctel positivo.
En relación con la reactivación de las ventas en los estratos 3 y 4 sostuvo que dando por descontado que la vivienda de interés social va a tener una reactivación segura, uno diría que, antes de la pandemia, en efecto existía un stock importante en este tipo de vivienda. Sin embargo, para el 2020 los constructores vieron una oportunidad en este negocio de vivienda no VIS cambiando un poco el producto tradicional que se ofrecía. Creemos que era un ajuste que se debía hacer en la forma de lo que estaban ofreciendo. Básicamente que la oferta fuera competitiva no solamente en el punto de vista de precios sino del producto que se ofrecía.
“La pandemia va a traer necesaria y paulatinamente un replanteamiento de cómo quiere habitar la gente las ciudades y dónde quieren vivir. Eso es un elemento que venía desde antes, pero que ahora con la pandemia es más importante. Por ejemplo, ¿será que la vivienda por fuera en los extramuros de las ciudades va a tener un repunte? ¿Qué áreas de unidades deben manejarse al interior de las ciudades? Nosotros hemos visto proyectos que se están haciendo con Alianza que comparten esa redefinición. Que la gente quiere vivir a las afueras de las capitales por efecto de esta emergencia, pues va a implicar que haya nuevas ofertas con viviendas no VIS y que podamos tener un repunte. Las cosas que está haciendo el Gobierno de subsidios con viviendas no VIS va a ser importante”, explicó.
La industria moverá más empleo
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, el gremio que representa a los empresarios e industriales, dijo que una de las mayores necesidades que van a tener economías como la latinoamericana es la de ser muy atractiva para la inversión. Va a haber una competencia gigantesca por la inversión. Todos los países tienen el mismo desafío con la generación de empleo.
Dijo que el Gobierno y el Congreso tienen una agenda por delante para definir qué va a hacer Colombia para atraer nuevos proyectos productivos.
Aunque la industria colombiana aún siente los efectos de la pandemia, se empezó a recuperar en el último trimestre del 2020, de acuerdo con la Encuesta de Opinión Industrial de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
En el noveno mes del año pasado, el indicador de uso de la capacidad instalada se situó en 80,6%, pero las perspectivas en el 2021 son más halagadoras por el respaldo de las acciones del Gobierno Nacional. Todo ello se traducirá en mejor producción y más empleo.
Al finalizar este nuevo año se estima que la industria reporte un crecimiento superior al 3,0%.
María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colomboamericana, dijo que Colombia tiene la posibilidad-oportunidad de dar un salto hacia la diversificación de los productos primarios y entrar a nuevas tendencias que se van delineando en el país, como la energía renovable y el desarrollo sostenible de productos intermedios con ventaja comparativa revelada (108 de acuerdo al estudio de Amcham Colombia) de diferentes industrias.
Adicionalmente, tiene la oportunidad de potencializar el turismo sostenible y llevarlo a ser “el nuevo petróleo” si se produce una coordinación efectiva entre los diferentes actores, con herramientas de apoyo a la medida del sector, emprendimiento, innovación e incorporación de tecnología, así como agregar el turismo a los planes de ordenamiento territorial, entre otras variables.
Se corre el riesgo de limitar el desarrollo de las nuevas industrias si no se toma la decisión de dar el salto a nuevas modalidades de trabajo, a una política ajustada al rol de las plataformas, al desarrollo digital y mano de obra calificada con mayor incorporación de alta tecnología.
También mayor inclusión y apoyo a una población que había mejorado su nivel de vida y, por la pandemia, está en peligro de retroceder, sumado al creciente desempleo entre las mujeres, muchas de ellas madres cabeza de familia y con limitaciones de acceso a nuevos empleos, a la educación y a la financiación, entre otras grandes limitantes.