Cholados vallunos con sabor venezolano

En el parque del Gato, entre árboles y peculiares felinos, se alcanza a divisar desde lejos la sombrilla roja del puesto de frutas y cholados que tiene Deyanira Bracho y su esposo Yoanny.

Desde las 9:00 am esta pareja se prepara con una sonrisa para hacerle frente al día y brindarle a cada persona que pase y compre en su puesto de cholados una increíble experiencia.

Deyanira Bracho, su esposo y su primera hija llegaron de Venezuela hace cinco años, y a pesar de que su situación no era la mejor, hicieron todo lo necesario para salir adelante. Pues al principio todo parecía muy tormentoso por no tener un trabajo estable y porque su hija, tuvo un accidente que los dejó marcados.

No obstante, la berraquera de ambos fue el impulso que poco a poco los sacó adelante. Mientras Deyanira cuidaba a su hija, Yoanny vendía frutas por la ciudad en un puesto móvil.

“Mi esposo todos los días iba y venía del centro y pasaba por el parque del Gato. Hasta que un domingo, se hizo en el parque y vendió todas las frutas. De ahí empezó a ir todos los domingos del mes y como le fue tan bien empezó a ir más días de la semana”, contó Deyanira.

Con el paso del tiempo Deyanira quedó en embarazo y dio a luz a una segunda niña, pero esto no fue un problema porque ambos tenían claro que iban a salir adelante. Gracias a sus altas expectativas y al éxito del puesto de frutas, esta pareja decidió incluir, hace seis meses, cholados especiales en su carta de productos, con un toque personal. Y como cosas de la vida, ambos tenían experiencia trabajando con bebidas, puesto que en Venezuela Yoanny laboró preparando cócteles.

“Nos llamaba mucho la atención que los turistas cuando llegaban siempre preguntaban por los cholados, y normalmente los enviabamos a las canchas panamericanas. Pero vimos la necesidad de poner un puesto de cholados en el parque del Gato porque no lo había”, dijo Deyanira.

La pareja no se conformó con la idea y probó los cholados un día de Feria y lo decidieron. “Vimos la preparación y empezamos a indagar sobre el tema, entonces decidimos hacerlo, teníamos ahorros y sin mucho conocimiento nos arriesgamos, sabíamos que si hacíamos las cosas con ganas y con amor iba a salir bien”, reveló Deyanira.

Los cholados tienen una particularidad, a parte de su variedad de frutas y su almíbar de frutas naturales que producen el dulzor, Deyanira y su esposo decoran con barquillos, galletas, gomitas y hasta sombrillas cada vaso de cholado.

Los exquisitos cholados son preparados al instante por esta pareja que recibe a los caleños y turistas con una sonrisa en su rostro, pues no les gusta picar la fruta antes para evitar que se oxide, así aseguran un sabor fresco en cada cliente.

Otro producto estrella del emprendimiento de Cholados el paseo del Gato, es la lulada.

“Hemos recibido muchas críticas positivas sobre la lulada. Nosotros agarramos y le echamos almíbar, limón y es granizado, ese es un gran diferenciador”, expresó Deyanira. Y añadió que “es un puesto de cholados y luladas con el toque y el sabor venezolano”.

Sin duda, el éxito de este negocio es el arduo esfuerzo de Deyanira y su esposo Yoanny Veliz, su trabajo en equipo y sus ganas de salir adelante. Ahora ella trabaja en el puesto de cholados y también cuida de sus dos niñas.

A partir de las 9:00 a.m las personas pueden disfrutar del cholado caleño con sabor venezolano, Deyanira y su esposo tienen asientos para que turistas y propios disfruten de los manjares mientras se deleitan con los paisajes que se observan desde el parque del Gato.