Cali Incluyente
Construyendo puentes, la importancia de la inclusión financiera
Con el acompañamiento de Agencias de Cooperación Internacional y Asobancaria se está logrando la integración económica entre las entidades bancarias y la población migrante venezolana.
Según datos de Migración Colombia, con corte a diciembre del 2023, se han registrado 2.864.796 personas migrantes venezolanas en el territorio nacional. Gran parte de esta población se ha adaptado a las dinámicas sociales, culturales y económicas de Colombia.
Frente a esta realidad, muchas entidades bancarias han ampliado sus productos y servicios para vincular a la población migrante al sistema financiero, pues también contribuyen al desarrollo económico del país.
De acuerdo con información suministrada por la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria, la población migrante venezolana se perfila como un grupo estable laboralmente que tiene intenciones de quedarse en el país. En promedio, el tiempo en el que estas personas han permanecido en su actividad laboral es de 19 meses. Además, el 52% eran personas empleadas y trabajadoras independientes con estabilidad de ingresos.
Sin embargo, aún persisten muchos retos en las entidades financieras. Según la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés) algunas barreras identificadas para acceder a productos y servicios financieros que atraviesa la población migrante venezolana en Colombia son los problemas en la verificación de documentos de identidad, la falta de acceso a los datos e información disponible de este grupo poblacional, el historial crediticio pequeño o inexistente y la falta de adaptación de tecnología y procesos internos.
La oferta de productos financieros a los que pueden acceder las personas migrantes venezolanas que cuentan con el Permiso por Protección Temporal (PPT) son cuentas de ahorro, cuentas de nómina, depósitos electrónicos, envíos de remesas, giros internacionales, entre otros.
Toda esta oferta de servicios contribuye a la integración económica y social de las personas migrantes venezolanas, de la misma manera que aporta al crecimiento económico del territorio.
Es relevante destacar que ampliar la oferta de servicios que incluya a la población migrante venezolana se puede consolidar como una oportunidad para que las entidades bancarias encuentren un nuevo nicho de mercado, construyan una nueva base de clientes y tengan un crecimiento empresarial mayor.
Miguel Suárez, coordinador de proyectos del área de construcción de paz de la Fundación Ideas Para la Paz, (FIP), considera que enfrentando las barreras financieras y apostando a la inclusión se puede incrementar el aporte fiscal.
“Es importante la información y la pedagogía tanto para las entidades financieras como para la población migrante de para que puedan acercarse y acceder a los productos económicos. En el caso de los emprendimientos, las oportunidades para que un negocio crezca teniendo acceso a créditos son mucho mayores que algunos que no lo tienen y en ese sentido, genera crecimiento económico. Hay que acercarse al sector financiero como parte del sector empresarial y en ese sentido se han venido dando pasos, por ejemplo, con el liderazgo de Asobancaria”, expresó Suárez.
Asimismo, “el total de impuestos recaudados según nuestras estimaciones es de USD 529,1 millones, lo que equivaldría al 1,91% de la recaudación fiscal total de Colombia en el año 2022. Esto sumado al dinero correspondiente a los aportes de la cooperación internacional alcanzaría USD 1.023,3 millones para el año 2022. El ingreso potencial fiscal si se regulariza a la población migrante y se inserta laboralmente es de USD 804.360.433″, según el Estudio de Impacto Fiscal de la Migración Venezolana en Colombia, publicado esta semana por la Fundación Konrad-Adenauer, la Fundación Ideas para la Paz -FIP, la Organización Internacional para las Migraciones -OIM y CAVEX a través de Equilibrium Social Development Consulting, en el que se busca estimar el impacto fiscal real y potencial de la migración venezolana en la economía colombiana.
Un apoyo para el sector financiero
En ese sentido, las Agencias de Cooperación Internacional juegan un papel fundamental para la integración, la orientación, y el fortalecimiento que se hace entre las entidades financieras y la población migrante. Ejemplo de esto es el acompañamiento que, desde 2019, brinda la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de proyectos que fomentan la inclusión financiera de la comunidad venezolana en Colombia. Es así como el proyecto Oportunidades Sin Fronteras (OSF), viene trabajando bajo un esquema de fortalecimiento de oferta (entidades financieras) y demanda (migrantes venezolanos) para que la oferta de servicios financieros para esta población sea amplia y sostenible en el largo plazo.
A través de tres aspectos clave de la inclusión financiera, como lo son el acceso, uso y calidad, OSF tiene como objetivo acompañar a la banca en la definición de estrategias que permitan construir confianza y que le apuesten a una mayor vinculación de población migrante en condiciones equitativas. La apuesta, es trabajar de la mano de las entidades financieras y otros actores para que, a futuro, la decisión de ofrecer un producto financiero no esté determinada sólo por el documento de identificación, sino por los mismos requisitos que se contemplan para el acceso de los colombianos.
En la dimensión de acceso, Oportunidades sin Fronteras ayuda a las entidades financieras en la habilitación del PPT en sus canales de atención para que las personas puedan acceder a los servicios y recibir asesoría. Esto, de la mano de un proceso de sensibilización a los asesores en la atención a esta población.
En el uso se espera que la población pueda adquirir cada vez más productos financieros en procura de construir un historial financiero sólido en el país que le permita más adelante obtener otro tipo de productos como el crédito. Mientras que, en términos de calidad, se contempla la adaptación de los mecanismos de otorgamiento y de los portafolios de servicios financieros sin la necesidad de diseñar nuevos productos, pensando en la sostenibilidad de la oferta a futuro. De acuerdo con OSF, lo ideal es que esta población pueda acceder a los mismos productos bajo los mismos requisitos establecidos por el sistema.
Cabe destacar, que cada vez son más las entidades financieras que han puesto sus productos y servicios a disposición de las personas migrantes. Ejemplo de ello son un gran segmento de las Fintech, las financieras con base tecnológica, que por su modelo han logrado la inclusión financiera de una gran parte de venezolanos en Colombia, a través de la apertura de depósitos y billeteras electrónicas que facilitan la transaccionalidad, los medios de pago y ofrecen productos como las remesas, claves en el bienestar y la integración de los venezolanos en el país.
Actualmente, el proyecto OSF tiene una alianza con Asobancaria para desarrollar un programa de entrenamiento de equipos comerciales con enfoque diferencial.
“Realizaremos un programa de entrenamiento con 240 asesores comerciales de 5 entidades financieras con el fin de superar la barrera de los sesgos inconscientes en la atención de clientes. El entrenamiento es un piloto de formación que será validado y ajustado para que haga parte de la Caja de Herramientas de OSF de tal forma que luego se pueda transferir e implementar con cualquier entidad financiera”, explican desde el Proyecto.
Estos esfuerzos para consolidar la inclusión financiera son una oportunidad para que las personas migrantes venezolanas que buscan crecer personal y profesionalmente con su trabajo, proyectos personales y emprendimientos en Colombia, conecten con el sistema financiero, obtengan mayores beneficios económicos, y a su vez, se constituyan en un segmento potencial, interesante para las entidades financieras.
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