CALI
Cali es la capital con la tasa de mortalidad más baja por covid-19 en todo el país
Fortalecimiento de las UCI ha sido un factor clave durante el tercer pico. Insisten en la vacunación para reducir el contagio y mortalidad.
Por cada millón de habitantes, Cali ha reportado 2467 muertos a raíz de complicaciones derivadas del covid desde que inició la pandemia en marzo del 2020. Esto se conoce como tasa de mortalidad y Cali es precisamente la ciudad con el indicador más bajo en comparación a otras capitales importantes del país, según el Instituto Nacional de Salud, INS.
Por ejemplo, la tasa en Bogotá es de 3256; en Medellín, 2816, en Barranquilla, 3849. También llama la atención que Cali no sea el municipio más afectado en este sentido dentro del Valle del Cauca, pues lo superan Obando (3026), Florida (2701) y Tuluá (2513).
Lea también: Valle reportó menos de 300 casos nuevos de covid y 19 muertos este lunes
¿Qué factores han jugado a favor de Cali para contar con estos indicadores positivos? Para Miyerlandi Torres, secretaria de Salud, esto es un “resultado de trabajo en equipo, con estrategias como la toma de muestras covid para detectar casos de manera rápida en los barrios, así como la entrega constante de información y educación sobre la pandemia a la comunidad”.
La funcionaria agregó que los niveles de mortalidad oscilan actualmente entre los 15 y 18 decesos diarios, “casos que esperamos disminuyan paulatinamente. Este es el momento de protegernos y conservar estos indicadores para dar paso a la apertura económica y social firme en nuestra ciudad”.
Entre otros datos recientes, Torres destacó que el RT (el número efectivo de reproducción) de la capital vallecaucana se ubica en un 0,6: es decir, por cada 10 personas contagiadas, otras seis contraen el virus. A esto se suma que las UCI reportan una ocupación del 80 %, con un 43 % con carga a covid.
Jorge Revelo, emergenciólogo de la Clínica Versalles, aseguró que también jugaron un papel importante las estrategias implementadas desde el sector privado y el uso de herramientas que permitieron reducir el impacto de la enfermedad en los pacientes hospitalizados.
“El departamento ha hecho un gran esfuerzo por ampliar los servicios de cuidados intensivos, hospitalización y urgencias, así como en tener lugares de atención inicial como de desescalamiento (para los pacientes menos graves). El tercer pico nos dejó muchas experiencias de cómo reaccionar a pacientes que consultaban más tarde y, por ende, tenían más necesidad de ingresar a UCI”, aseveró Revelo.
El emergenciólogo agregó que el uso de la cánula nasal de alto flujo evitó la intubación y las fuertes secuelas físicas que deja este proceso una vez termina la hospitalización.
Además, la vacunación fue clave para reducir la remisión de mayores de edad a UCI, es decir, si bien eran más jóvenes las personas internadas, tenían posibilidades más altas de sobrevivir por no contar con las comorbilidades que usualmente están asociadas a la tercera edad.
Según cifras de la Secretaría de Salud, mientras en el primer pico los mayores de 80 años eran el 18 % de los pacientes UCI, en el tercero eran el 7,79 %. Esto era el caso contrario de los adultos entre 55 y 59 años, quienes en la primera ola apenas ocupaban el 8,31 % mientras que en la tercera correspondían al 12,53 %.
“Hay otro factor que hay que indagar con más profundidad, pero que puedo ver en mi experiencia en UCI: recuerdo haber tenido un par de pacientes con covid del corregimiento de Felidia que cuando llegaban a Cali -en donde estamos al nivel del mar-, sus síntomas disminuyeron; o sea nuestra ubicación y presión atmosférica es un aspecto que también pudo haber ayudado”, señaló el especialista.
Revelo agregó: “El mensaje más importante para la comunidad es que el covid no se previene y no se trata en urgencias o UCI, aprender es evitar a contraer la enfermedad en este año y medio de pandemia: evitar relajarnos, continuar con uso de tapabocas, distanciamiento social, tratar de reunirse con su núcleo familiar más cercano, continuar con vacunación”.
Por su parte, José Millán Oñate, director de la Asociación de Infectología de Colombia, ACIN, recalcó que si bien aún no hay tratamientos ambulatorios con suficiente evidencia para demostrar su efectividad, coincidió en que el cuidado hospitalario ha sido imperativo para reducir los impactos de la pandemia en los tres picos que ha presentado.
Ahora bien, respecto a cómo le fue a Cali en comparación a otras ciudades en mortalidad, el infectólogo señaló que hay que revisar los censos poblacionales de estas, pues también pudo haber tenido importancia la cantidad de personas diagnosticadas con comorbilidades, como diabetes o hipertensión.
“Lo segundo es que Cali o Barranquilla presentaron mayor cantidad de casos en la primera y segunda ola, por lo que la inmunidad colectiva tras recuperarse del covid fue más alta. Mientras tanto, en otras ciudades no fue igual, por lo que la cantidad de personas susceptibles frente al contagio fue más elevada, en especial en adultos mayores de 60 o 70 años”, explicó el presidente de ACIN.
Y dado que son los ciudadanos de la tercera edad los más vulnerables y sobre quienes se presume que es necesario una respuesta inmune más fuerte de la que solo ofrecen las segundas dosis o el esquema completo por únicas dosis, como Janssen.
“Países como Francia, Rusia y Reino Unido ya han aprobado el uso de la tercera dosis en esa población; Estados Unidos está estudiando esa posibilidad. Los refuerzos es algo que ocurre con todas las vacunas, pues lo que se quiere es que haya más chance de montar una respuesta inmune más adecuada, sobre todo aquellos que tienen más riesgo de infectarse”, precisó Oñate.
Regístrate gratis a nuestro boletín de noticias
Recibe todos los días en tu correo electrónico contenido relevante para iniciar la jornada. ¡Hazlo ahora y mantente al día con la mejor información digital!