FESTIVAL DE MACETAS
La ruta del Festival de Macetas, un camino para vivir lo dulce de Cali
Conozca la Ruta Dulce del Festival de Macetas, un espacio donde los niños conocerán, a través de cinco estaciones, la historia de la maceta con dulces de alfeñique.
Faltan pocos días para que Cali, Palmira, Yumbo y Jamundí se engalanen con la temporada más dulce del Valle del Cauca. Durante 40 horas, del 29 de junio al 3 de julio, se podrá conocer y disfrutar de esta tradición que -según cuenta la leyenda- nació en el Barrio San Antonio, de Cali.
Habrá venta y exhibición de macetas en centros comerciales, almacenes de cadena, en la Colina de San Antonio, el parqueadero del Estadio de Softbol y el Bulevar del Río, este último albergará la Ruta Dulce del Ahijado, actividad infaltable para las familias vallecaucanas.
La Ruta Dulce del Ahijado se realizará los días 1 y 2 de julio, desde las 11:00 a. m. hasta las 7:00 p. m. Consiste en una jornada donde los niños y sus familiares encontrarán un espacio para divertirse con juegos tradicionales y conocer, a través de un recorrido, la historia de la maceta.
Por medio de estaciones, los ahijados podrán armar su propia maceta, aprendiendo además de la importancia de la labor de las artesanas, quienes han conservado esta tradición durante varias generaciones. Rolando Patiño Morales, productor del Festival, explica que este evento que se realiza una vez al año “es una manifestación cultural y gastronómica única en el mundo, que representa la importancia del vínculo entre padrinos y ahijados. Además, para los caleños es motivo de orgullo tener una costumbre declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de Colombia, la cual refleja que somos personas afectivas, cálidas y alegres”.
Para el Productor, “es admirable el trabajo de las más de 100 artesanas y sus familias que participan en el Festival, quienes ponen su toque secreto para garantizar un buen producto, que cumpla con el sabor, el color y la textura de la maceta tradicional”.
Cabe recordar que esta manifestación es un acto de dar y recibir que va más allá de los ahijados y padrinos. Es por eso que toda la comunidad vallecaucana está invitada a que se anime a tomar la maceta como símbolo de amor y así conservar la tradición en el futuro.
La historia detrás de las macetas
Aunque no hay datos históricos que confirmen el origen de esta práctica, existe en la memoria oral de los caleños una leyenda que afirma que Dorotea Sánchez, habitante del barrio San Antonio, no tenía nada que regalarles a sus hijos Pedro y Pablo para el cumpleaños, por lo cual invocó a los santos del mismo nombre, quienes le enseñaron a elaborar el alfeñique y a moldear los dulces.
Para engalanar su regalo, las figuras que moldeó las insertó en mazos de maguey, junto con papelillos de colores. Es importante tener en cuenta que con la inclusión de esta manifestación cultural en la lista representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial en 2103 se aprobó el Plan Especial de Salvaguardia orientado al fortalecimiento, revitalización, sostenibilidad y promoción de la respectiva manifestación.
Vale la pena resaltar que la Declaratoria hace énfasis en que la maceta es un símbolo de identidad de los caleños y una marca del barrio San Antonio, y que además en esta fiesta del dulce participan familias, padrinos, ahijados y también, los artesanos del azúcar o maceteros, portadores de la práctica que se ha conservado durante generaciones.