INSTITUTO NACIONAL DE SALUD
Avión que traerá a colombianos de Wuhan partió esta madrugada de Bogotá
El avión 'Júpiter' de la FAC aterrizará en Wuhan en la noche del próximo martes. La tripulación está conformada por 18 personas, entre personal médico, pilotos, copilotos y oficiales técnicos. Tras su regreso, los colombianos repatriados y la tripulación será sometida a una cuarentena de 14 días.
Miedo y expectativa, pero también decisión y compromiso, eran los sentimientos que tenían esta madrugada los 18 tripulantes del Boeing 767 en el que serán traídos al país 13 colombianos y tres extranjeros miembros de su familia que se encuentran en Wuhan, epicentro del coronavirus, una epidemia que hasta el momento ha dejado más de 2300 personas muertas y cerca de 78.000 contagiados.
El vuelo, que empezó a las 3:25 a.m. de este sábado en el Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam) de Bogotá, será un viaje de 52 horas de duración. Una "vuelta al mundo por la izquierda”, como la denominó el coronel Rolando Aros Riaño, piloto principal de la aeronave.
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Al ser un vuelo tan largo, aproximadamente 6 horas después de haber dejado suelo colombiano, la misión humanitaria tendrá que hacer su primera parada en la base aérea de Misuri, Estados Unidos, para poner combustible.
Luego, hará una nueva escala en Anchorage, Alaska, y posteriormente se desplazará al aeropuerto internacional de Seúl, Corea del Sur, ciudad en donde los tripulantes de la nave pasarán la noche del 23 de febrero. La llegada a Wuhan será el 25 de febrero en horas de la noche, en cumplimiento del protocolo de bioseguridad.
Cuatro horas después de haber llegado a Wuhan, en donde llenarán de nuevo combustible y se hará la revisión médica de las 16 personas que serán traídas a territorio colombiano, la nave despegará de nuevo, pero esta vez con rumbo al país.
El avión ‘Júpiter’ hará escala en Mumbai , India, y luego en Sevilla, España, desde donde iniciará un vuelo trasatlántico, debido a la negativa de países como Estados Unidos y Canadá de permitir escalas con pasajeros provenientes de China. Se espera que el 26 de febrero en horas de la noche aterrice la aeronave en suelo colombiano.
La tripulación de 18 personas encargada de traer a los connacionales está conformada por cuatro pilotos, un copiloto y seis oficiales técnicos de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC. Viajan dos epidemiólogos del Instituto Nacional de Salud, INS, y dos médicos, dos enfermeros y un psicólogo de la Cruz Roja Colombiana.
'Júpiter', dividido en tres cápsulas
El Boeing 767 fue dividido en tres secciones o cápsulas, con el fin de garantizar la seguridad física y mental de los tripulantes tanto en el trayecto de Colombia a Wuhan, como de regreso. Hay un estricto protocolo de higiene y esterilización para evitar un posible contagio del coronavirus.
La primera sección está conformada por técnicos de la FAC y los pilotos del avión, quienes se estarán rotando las horas de vuelo para evitar el cansancio durante el largo trayecto. Esta parte de ‘Júpiter’ es completamente aislada de las demás, tiene camarotes y suficiente alimentación e hidratación para las 52 horas de vuelo.
El segundo compartimiento está destinado al personal de médico y tiene condiciones similares a las de los pilotos, con alimentación adecuada, hidratación y espacios para descansar. Sin embargo, hay un espacio de comunicación con la última ‘cápsula’, que es donde se ubicarán los 13 connacionales y tres de sus familiares extranjeros.
El avión está adaptado para ser autosuficiente en el cumplimiento de todas las necesidades básicas de los tripulantes. Lo único que necesitan de carácter externo es llenar el combustible, para lo cual existe un protocolo de tanqueo que se debe seguir de manera estricta.
El componente médico también está divido en tres secciones. El primero es el clínico, que se concentrará en cualquier emergencia que se presente durante el vuelo de ida o de regreso. Esto incluye desde dolores de cabeza, mareos, vértigos o vómitos, hasta enfermedades más complejas.
Otro de los componentes médicos es el relacionado con los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud y el INS para poder identificar, manejar y, si es el caso, aislar a alguno de los tripulantes con síntomas de coronavirus. El equipo está capacitado para minimizar el riesgo de contagio.
La salud mental y el apoyo psicosocial son otros de los aspectos médicos que se tratarán durante las horas de vuelo. El equipo está preparado para sobrellevar la ansiedad que les pueda producir el aislamiento y el riesgo de contagio.
“Es un orgullo haber sido seleccionado y ser el comandante de esta misión, de una misión que tal vez no tiene antecedentes en la FAC porque hemos hecho repatriaciones, pero nunca en unas condiciones de riesgo biológico por el virus. A mi familia le doy las gracias por apoyarme, ellos están orgullosos de que estemos haciendo esto por los colombianos”, dijo el coronel Rolando Aros Riaño.
Durante el vuelo, los tripulantes de las tres secciones tendrán trajes Tyvek, prendas especiales que garantizan la protección sanitaria de todas personas a bordo de la misión. Sin embargo, el gobierno chino también se encargará de hacer su protocolo de bioseguridad, antes de que la tripulación aborde en Wuhan.
Regreso a Colombia
Se espera que la tripulación de retorno, conformada por 34 miembros, entre en aislamiento una vez pise suelo colombiano, pese a que hasta el momento ninguna de las personas que serán repatriadas presenta síntomas asociados al coronavirus. Esta etapa se desarrollará en un centro hospitalario de Bogotá, que todavía no se ha revelado.
Serán 14 días los que estas personas permanecerán aisladas. Hasta ahora se adelantan gestiones con la Secretaría de Salud de Bogotá para diseñar una ruta de atención, en caso de que alguna de las personas llegue con los síntomas del virus.
Mónica de la Roche, esposa del coronel Eduardo Restrepo, quien hace parte de esta misión humanitaria, señaló que para ella y su familia tener que pasar por esta situación le genera sentimientos encontrados. Dijo que siente orgullo, pero también algo de temor y angustia por saber que pasará mucho tiempo antes de volver a ver a su esposo.
“Son sentimientos encontrados. Tengo preocupación de cómo se desarrolle esta misión y susto de que alguno se llegue a contaminar con el virus, pero en medio de todos los sentimientos encontrados, orgullosa. La idea es que estemos en comunicación con ellos durante toda la trayectoria del viaje y cuando lleguen no creo que los podamos ver de cerca, pero sí estaremos en comunicación con ellos mientras dure la cuarentena”, agregó De la Roche, luego de que su esposo partiera con rumbo a China.