Colombia convoca a nueve países a analizar crisis migratoria continental

“Estamos viendo en este momento esta gran presión de la migración haitiana, así como la migración extracontinental, que -desafortunadamente- va a seguir y va a acompañar cada vez más a migrantes de varios países de la región, por una multiplicidad de razones: pobreza, dificultades en la democracia, búsqueda de otros lugares para sacar adelante a sus familias”.

Este fue el SOS que la vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez, le lanzó esta semana a sus pares de Panamá, Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador y México, así como al viceministro de Relaciones Exteriores de Perú y representantes de Estados Unidos y Canadá.

La razón es que, explicó, es urgente analizar de manera integral la crisis migratoria que se presenta en el continente y trabajar coordinadamente para dar respuestas y soluciones efectivas, desde una perspectiva humanitaria, sanitaria y de seguridad.

“La invitación es a que esta problemática la abordemos de manera regional y no solamente para atender una coyuntura, sino para entender que acá hay una tendencia”, agregó Ramírez.

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En efecto, en los últimos días el municipio antioqueño de Necoclí ha sido escenario de un éxodo migratorio de más de 10.000 personas de varias nacionalidades que esperan cruzar el Tapón del Darién, espacio fronterizo entre Colombia y Panamá.

Es por ello que la Vicepresidenta estableció seis puntos que considera se deben poner de manifiesto, en todos los países, para el abordaje integral de la crisis migratoria.

En primer lugar, manifestó que debe de haber un principio de corresponsabilidad: “Aquí todos somos responsables. Debemos entender que a cada país lo desborda una migración en cantidades muy grandes y comprender las circunstancias y particularidades de cada uno. El destino de esta migración no es Colombia, tienen un destino claro: Estados Unidos y Canadá, y estos países también tienen un límite en su capacidad de absorción de migrantes extranjeros”.

En segundo lugar, Ramírez hizo un llamado a la solidaridad y afirmó que “pasan por nuestras fronteras seres humanos. Debemos apoyar su derecho a buscar un mejor lugar para vivir, cuidándolos y cuidándonos”.

En un tercer y cuarto punto, se refirió a la seguridad de migrantes y ciudadanos nacionales y a definir mecanismos de cooperación por parte de Estados Unidos y Canadá, desarrollando capacidades y tecnología y en el suministro de vacunas para la población afectada.

Como quinta instancia, la Vicepresidenta expresó que tanto Policía, Interpol y Fiscalía deben unir esfuerzos para “identificar, judicializar y extraditar a Estados Unidos a aquellos integrantes de las mafias que están traficando con las necesidades de los inmigrantes”.

Como último punto se hizo alusión a la creación de propuestas de desarrollo regionales y a la inclusión laboral a una cuota de migrantes: “Esta pandemia nos debe poner de presente la solidaridad y la sostenibilidad como valores y objetivos de nuestras sociedades”.
Pese a que es una migración en tránsito, analistas explican que la situación afecta al país en el sentido de cómo llevar a cabo de manera adecuada, correcta y legal las políticas públicas necesarias para controlar la migración.

Para el analista Luis Felipe Vega, internacionalista, el país ha sido uno de los territorios que más ha acogido a migrantes de todo el mundo, afirmando que aún faltan esfuerzos en basar ciertas garantías para la población afectada.

Además apuntó que ninguna organización habla de la relevancia del tema.

A su vez, la analista María Clara Robayo, internacionalista e investigadora del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, expresa que el manejo de la problemática debe ser una tarea conjunta de varios países con los que se debe llegar a futuros acuerdos regionales que prioricen el tema en sus agendas.

Y es que de acuerdo con Robayo, Colombia ha respondido de una manera más abierta y solidaria, a comparación de otros países, aclarando que “cada Estado debe ejercer y adelantar una serie de compromisos consensuados ya que este tema requiere diversos estudios y análisis”.

Vega advirtió que “estamos en una situación lo más ambigua posible, no existe posibilidad de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos defienda, proteja o discuta sobre los derechos fundamentales” y que lamentable lo único que hace Colombia es recibir más refugiados.