Colombia
¿Cuál era el ‘modus operandi’ de Garavito para atacar a sus víctimas?
Luis Alfredo Garavito fue un confeso violador y asesino de más de 200 niños en Colombia.
El asesino y múltiple violador Luis Alfredo Garavito falleció en la Nueva Clínica Santo Tomás, en Valledupar (Cesar), a sus 66 años.
La noticia fue confirmada por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), que indicó que los motivos de la muerte fueron “múltiples afectaciones que padecía”.
Sus últimos años de vida los pasó con una diagnosticada leucemia y con un cáncer ocular que lo había llevado a perder el ojo izquierdo.
Garavito, ‘La Bestia’, murió luego de la una de la tarde de este jueves en un centro médico ubicado en la misma ciudad en la que estuvo preso desde que fue condenado a cuarenta años de cárcel, en 2001, por 138 crímenes. En ese momento, ese monto era la pena máxima del país.
La cifra de delitos por los que se le señala, entre los demostrados por la justicia, los aceptados por él y los conocidos en prensa, podría ascender a 194, todos los cuales tuvieron como víctimas a niños y niñas que fueron violados o asesinados. Su sentencia pudo haber sido de más de 1800 años, pero el sistema penal colombiano nunca ha permitido ese tipo de acumulación de penas.
Así era el ‘modus operandi’ de ‘La Bestia’
Todo era maquiavélico. Garavito comenzaba tratando de convencer a sus jóvenes víctimas. De acuerdo al lugar donde se encontraba se vestía de sacerdote, vendedor ambulante, campesino y demás.
Lo anterior, con el fin de ganarse la confianza de los menores de edad, así lo confirmaron algunos medios de comunicación. “Mijo, venga, acompáñeme allí y le doy 200 pesos”, fue una de las frases que utilizó este confeso violador y asesino.
Al parecer, Garavito se mostraba con una personalidad de un adulto introvertido, callado y aplicado, después del engaño, elegía zonas apartadas para llevar a sus víctimas.
Según El Tiempo, al comenzar cada homicidio, Garavito se tomaba un sorbo de media botella de aguardiente. Después de eso amarraba a la víctima, partía unas cuchillas y se las colocaba en sus dedos para rasgar la cola del menor.
“Los investigadores dicen que mientras abusaba de cada niño, le iba propinando sendas puñaladas en su torso y finalmente le hacía una cortada profunda en el vientre para que se desangrara o, incluso, llegaba a degollarlo”, así lo confirmó El Tiempo.
¿Cómo fue la vida de Garavito?
Él nació en el año de 1957 en Génova, Quindío. De acuerdo a diferentes versiones, su infancia fue compleja, pues fue víctima de constantes maltratos por parte de su padre. De este último, lo que se dice es que tenía problemas con las bebidas alcohólicas.
En un especial que fue transmitido por el Canal RCN, Luis Alfredo Garavito explicó que a los 13 años fue abusado sexualmente por un amigo de su familia. Un hombre religioso se aprovechó de él y también fue víctima de tortura y agresiones físicas. En ese mismo especial confesó que había hecho un “pacto con el diablo” y que después de eso, en octubre de 1992, mientras estaba en Cali, una voz le indició que cometiera su primer crimen en Jamundí.
De acuerdo a las investigaciones que se realizaron en su prontuario criminal, Luis Alfredo Garavito torturaba y abusaba de sus víctimas sexualmente. Después de varios años luchando con el cáncer que lo aquejaba, falleció en el mencionado centro asistencial de la ciudad de Valledupar.
Garavito es uno de los peores criminales en la historia de Colombia. El 25 de noviembre de 1999 aceptó su responsabilidad en el asesinato de 140 menores. De igual manera, también de varias personas adultas en zonas de Colombia, Ecuador y Venezuela.
*Con información de Colprensa.
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