Nación
Directora del ICBF manifiesta que búsqueda de niños perdidos en selvas del Guaviare está “dando luces”
Tras más de 500 horas de rastreo y con elementos suministrados por el ICBF para alimentar e hidratar a los cuatro pequeños, avanza la Operación Esperanza.
Mientras continúa la búsqueda de los cuatro niños desaparecidos en las selvas del Guaviare, tras sufrir un aparatoso accidente en la avioneta en la que viajaban el pasado 1 de mayo, Colombia sigue en la incertidumbre de no saber cuál es su paradero. Sin embargo, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) Astrid Cáceres, dijo que no pierden la esperanza de encontrarlos con vida, y no bajan la guardia aunque el tiempo apremie.
“La operación Esperanza nos está dando luces y nosotros lo que estamos haciendo aquí es traer nuestra información. Nuestro deber es no desestimar ninguna información y vamos a seguir buscando”, manifestó la funcionaria.
Los niños identificados como Soleiny Mucutuy (9 años), Tien Noriel Ronoque Mucutuy (4 años), Lesly Mucutuy (13 años) y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy (11 meses), dieron indicios de vida, tras dejar algunos elementos de uso como un biberón, unas tijeras, unas moñas para el cabello y unos cascos de Maracuyá abiertos hace poco más de una semana.
Cabe decir que, el clima sigue siendo el principal obstáculo para entrar en la zona boscosa, pues aunque hasta allí se han desplegado las fuerzas armadas, sigue siendo un punto de difícil acceso.
No obstante, la Operación Esperanza desplegada por la Fuerzas Militares para ubicar a los cuatro menores de edad desparecidos, continúa toda marcha. Los esfuerzos de búsqueda han sido tantos, que incluso, en las últimas horas fueron lanzados más de 100 kits de supervivencia, distribuidos en puntos estratégicos con el objetivo de que los pequeños los encuentren y utilicen para “cargar energías” y seguir caminando sin dificultades.
Cada kit contiene agua, sueros oral, galletas, bocadillos, geles energizantes, encendedores de fuego, bengalas y silbatos. Estos últimos permitirían que los niños sean encontrados con mayor facilidad. Los elementos serán lanzados desde helicópteros del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea.
Así las cosas, la Operación Esperanza continúa avanzando con cerca de 150 comandos de las Fuerzas Especiales, caninos entrenados en búsqueda y rastro, indígenas de la región y el papá de los pequeños, quienes pese al cansancio continúan internándose en la selva.
Según el reporte de las autoridades, los niños están desaparecidos, un área de aproximadamente 17 km x 19 km, haciendo más compleja su ubicación, pese a contar con 150 comandos del Ejército que se encuentran en tierra con megáfonos, pitos y otros elementos en la incansable labor de ubicar a los cuatro hermanos, cuya madre falleció en el accidente de la avioneta que se movilizaba desde el Amazonas, hace más de dos semanas.
Este grupo arribó al Guaviare desde el departamento de Antioquia, mientras en la espesa selva, con megáfonos y otros elementos, hombro a hombro junto a los organismos de socorro, la búsqueda no cesa.
Nuestros soldados de @Ejercito_Davaa, que hacen parte de la compañía CSAR, se encuentran desplegados en el territorio nacional y a través de su entrenamiento, capacidades y destrezas apoyan las labores de búsqueda y rescate en el departamento del #Guaviare.#ProtegemosLaVida pic.twitter.com/NJKjtqg9TY
— Ejército Nacional de Colombia (@COL_EJERCITO) May 20, 2023
Por su parte, el presidente Gustavo Petro, quien hace unos días entregó la información de que los pequeños fueron encontrados, y quien posteriormente se disculpó, aseguró en esta ocasión que es valioso el aporte de las comunidades indígenas en la búsqueda de los menores.
“Todas estas comunidades que conocen de la selva a profundidad desde hace miles de años, que en esa región existen, se han puesto en la tarea de buscarlos. Tienen unas formas, tienen unas maneras diferentes a quienes no tienen ese tipo de cultura”, dijo Petro.
El hecho más reciente y que avivó la esperanza por encontrar a los menores fueron las nuevas huellas vistas en la selva, las cuales corresponderían a la menor de 13 años, de acuerdo con el cuadrante 39 del Ejército, responsable del hallazgo.
Fidencio Valencia, abuelo de los cuatro menores desaparecidos, manifestó en una entrevista reciente con un medio nacional, que es muy extraño que sigan apareciendo nuevas pistas de supervivencia cada vez ‘más frescas’, pero aún no se haya dado con el paradero de los niños.
“Esa zona tiene misterio. Los niños ya no son guiados por la niña, tiene que haber alguien guiando, pero no es ni indígena, nadie, es algo de esa región. Por eso estoy pidiendo que allá los indígenas de esa región, en la parte tradicional, si conocen de un espíritu, si conocen el idioma, nos ayuden”, aseveró el abuelo para Blu Radio.
Por ahora, la angustia persiste entre los familiares de los niños, y el pueblo colombiano, quien continúa atento y mantiene la esperanza de encontrar con vida a los cuatro pequeños.
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