Ejército intensifica operativos con artillería pesada en el Catatumbo para combatir al ELN y proteger a la población civil

En medio de la creciente ola de violencia que azota la región del Catatumbo, ubicada en Norte de Santander, el Ejército Nacional de Colombia ha confirmado este viernes, 24 de enero, el inicio de una serie de operaciones ofensivas contra los campamentos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo armado que ha intensificado sus actividades en la zona.

Las autoridades militares han detallado que estas maniobras incluyen el uso de artillería pesada, específicamente obuses de 155 mm GDELS 155x52mm APU/SBT, con el objetivo de debilitar las capacidades operativas del ELN y garantizar la seguridad de las comunidades afectadas por la violencia.

La acción ofensiva, que forma parte de un plan de operaciones más amplio, se ha llevado a cabo en varios puntos clave de la región del Catatumbo, una zona históricamente marcada por el conflicto armado, el narcotráfico y las acciones de grupos insurgentes.

Según fuentes del Ejército, estas operaciones se realizan bajo un enfoque estratégico que combina el uso de fuego disuasivo con el propósito de despejar áreas clave y permitir el ingreso seguro de las tropas a zonas de alto riesgo.

A través de estos disparos de artillería, se busca crear las condiciones necesarias para una intervención más efectiva, que no solo destruya las estructuras del ELN, sino que también minimice los riesgos para las poblaciones civiles.

Los enfrentamientos entre los grupos armados ilegales y las fuerzas militares han generado un aumento de desplazamientos forzados y temor entre las comunidades, que a menudo quedan atrapadas en medio del fuego cruzado.

En paralelo, el Teniente Coronel Miller Fernando Moreno, Comandante del Batallón de Ingenieros de Combate N.º 30, ha liderado un dispositivo de seguridad especial en el casco urbano de Tibú, uno de los municipios más afectados por la violencia.

Con la implementación de estos dispositivos de seguridad, el Ejército busca ofrecer a la población civil las garantías necesarias para retomar sus actividades cotidianas sin temor a ser víctimas de ataques o secuestros por parte de los grupos armados ilegales.

Las autoridades locales han manifestado que, aunque la situación sigue siendo compleja, las medidas adoptadas están dando frutos al proporcionar un respiro a los ciudadanos que se encuentran atrapados entre los enfrentamientos.

A pesar de la presencia militar, el panorama en el Catatumbo sigue siendo de gran preocupación. La violencia no solo se limita a los enfrentamientos directos con el ELN, sino que también involucra otras organizaciones armadas que disputan el control de las rutas del narcotráfico y otros negocios ilegales en la región.