Presidente Petro atribuye “frenesí bélico” de las disidencias en el Cauca a ofensiva militar en el Valle de Micay

Ante el violento panorama que atraviesa el Cauca, el presidente Gustavo Petro asegura que el Estado Mayor Central, EMC, de las disidencias de las Farc está en un “frenesí bélico” por las acciones ofensivas del Ejército en el Valle del Micay, donde se produce más del 70 % de la coca del departamento.

“El EMC en el Cauca está en pleno frenesí bélico porque sabe que está perdiendo su fuente de dinero, el Ejército avanza sin parar en el Valle del Micay, donde se concentra el 75 % de la hoja de coca del Cauca”, dijo el Mandatario. A pesar de este aparente golpe a la economía ilícita de los disidentes, se estarían fortaleciendo a través de los ataques en contra de la Fuerza Pública y la población civil.

En las últimas semanas, las disidencias de las Farc comandadas por ‘Iván Mordisco’ han recrudecido sus ataques violentos en el suroccidente colombiano. Los más recientes atentados terroristas ocurrieron en Timba, corregimiento de Buenos Aires, Cauca, y Potrerito, en Jamundí, Valle del Cauca, poco después de que se anunciara un cese al fuego pactado entre el Gobierno y el llamado Estado Mayor Central.

La explosión registrada en una estación de Policía de Timba, solo horas después de que se firmara la tregua a partir del 8 de octubre, aumentó la desesperanza y el terror en esta región históricamente azotada por la violencia.

Según el ministro de Defensa, Iván Velásquez, “una acción como esta tiene como pretensión del EMC que se disminuya o cese la presión que se viene ejerciendo en la operación ofensiva y exitosa de recuperación del territorio que adelanta en El Plateado, Argelia”. Desde febrero, las Fuerzas Militares se han acercado a esta zona, clave para el control del narcotráfico de estos grupos armados.

El acuerdo firmado entre el Ejecutivo y los disidentes del EMC estableció que el próximo 8 de octubre en Tibú, Norte de Santander, se dará inicio formal a la negociación de paz, que paradójicamente incluiría “respeto” por la sociedad civil y un eventual cese al fuego bilateral y monitoreado que se extendería hasta agosto de 2024.

Juan Manuel Camayo, coordinador de Derechos Humanos de la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca, Acin, lamentó que se presentara un hecho de esta magnitud poco después del anuncio del Gobierno.

Además, coincidió con el planteamiento del Mandatario, quien ha señalado más de una vez que las acciones violentas son una respuesta a las operaciones militares que adelanta el Gobierno en López de Micay para quebrantar el negocio del narcotráfico. No obstante, la preocupación inminente es que el Estado Mayor Central, dice Camayo, “no tiene control de estas estructuras y estas acciones reprochables afectan a la población civil”.

El defensor nacional del Pueblo, Carlos Camargo, también ha sido un crítico vehemente de las “muestras de guerra” de los disidentes. “Hemos insistido en la necesidad de contar con verdaderos gestos de paz de los grupos armados, pero solo se han estado burlando del anhelo que tenemos todos los colombianos”, expresó luego del ataque que dejó dos muertos y cinco heridos en Timba, Cauca.

Francisco Javier Daza, coordinador de la Línea de Paz Territorial y Derechos Humanos de la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, advierte que gran parte del accionar armado de este grupo se ha concentrado en el departamento del Cauca, donde tiene presencia la columna móvil Jaime Martínez, así como la Dagoberto Ramos y la Carlos Patiño, que hacen parte del Bloque Occidental Jacobo Arenas.

“Si bien la paz es negociación y diálogos, la Paz Total no hay que verla solo como un proyecto a futuro, sino en el presente para la población civil del Cauca y de los departamentos donde hace presencia el EMC”, mencionó el experto, quien, además, destacó que el Gobierno debe condicionar las negociaciones al cumplimiento del cese al fuego.