Colombia
¿Qué pasará con los embalses que surten a Bogotá? Directora del Ideam pronosticó un panorama todavía más crítico
Las medidas de racionamiento en la capital del país tendrían que mantenerse todo el año.
Como cada día, la Alcaldía de Bogotá entregó el reporte de abastecimiento en el Sistema Chingaza, que surte de agua a cerca del 70 % de la población en la capital del país. El nivel se ubicó en 15,18 % y ha estado subiendo levemente en los últimos dos días, pero aún está lejos de la meta de 20,13 % que estableció Carlos Fernando Galán para el final de abril.
En medio de este panorama, muchos capitalinos están esperanzados de que las torrenciales lluvias que han caído en la última semana en la ciudad sirvan para nutrir a los embalses y que puedan volver rápidamente a sus niveles habituales. Pero Ghisliane Echeverry, directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) explicó por qué esto no ocurrirá tan pronto.
Reporte diario de agua.
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) April 21, 2024
Las lluvias nos están ayudando, pero debemos seguir haciendo lo nuestro: reducir todavía más nuestro consumo de agua. La situación aún es crítica.
Ayer, 20 de abril, el consumo fue de 15,73 metros cúbicos por segundo. La meta es 15. Seguimos cerca.… pic.twitter.com/LIFemFlOL0
La química con maestría en Ciencias de la Universidad del Valle explicó que se esperan para mayo y junio fuertes lluvias en gran parte del país, pero anunció que en la región de Orinoquía no ocurrirá lo mismo, y es el régimen pluviométrico de esta zona el que termina incidiendo sobre el Sistema Chingaza que provee de agua a Bogotá.
“Allí tuvimos un enero muy seco, pero en febrero, para esa región, se recibieron lluvias importantes, que no se esperaban. Se constituyó como un mes con lluvias por encima de lo normal; marzo sí estuvo por debajo de lo normal y abril ha estado también afectado por esta sequía. En ese orden de ideas, lo que se esperaría para la Orinoquía, a diferencia de la región Andina, es que no se instalen con fuerza las lluvias para este trimestre y para después de junio, para el segundo semestre del año, tienen una temporada seca”, explicó Echeverry.
Asimismo, la temporada de ciclones tropicales que trae las lluvias a la región Andina no alcanza a impactar en Orinoquía, y tampoco lo logra el Fenómeno de La Niña, como se le conoce a la fase fría del ciclo natural del clima, cuando se presentan muchas más precipitaciones y con mayor intensidad.
“En general, lo que estamos esperando para el resto del año en esta zona es que no se instalen lluvias fuertes y que, al contrario, tengamos déficit de precipitación, no ausencia total de lluvias, por supuesto que va a llover en algún momento, pero tal vez no lo suficiente para la recuperación total y el llenado del embalse”, añadió la directora del Ideam.
La situación es alarmante, puesto que el nivel actual de Chingaza sobre el 15 % requiere de manera urgente la presencia de fuertes y extensas lluvias, lo cual no sucedería según los pronósticos. Por ello, la directora Echeverry Prieto lanzó su predicción, indicando que es muy probable que las restricciones y el racionamiento de agua en Bogotá tenga que mantenerse durante el resto del año, por la lenta recuperación que vivirán los embalses.
¿Cómo se llegó a este punto?
Lo que ha ocurrido en el último año es que El Niño venía con un aumento de temperatura considerable desde mayo del 2023, lo que se sumó al fenómeno de la Oscilación Madden and Julian en las últimas semanas, generando un gran impacto sobre la atmósfera para el territorio nacional y especialmente para la región Andina, con condiciones intensificadas o exacerbadas para la temporada seca.
“Para decirlo, digamos en términos muy coloquiales, en temporada seca tenemos cinco gotas de lluvia, pero, con el fenómeno de El Niño, solamente vamos a tener una o cero gotas, porque se intensifica esa temporada. Y eso es lo que ha venido pasando. Lo que ha ocurrido en este año, especialmente en enero, es que tuvimos un mes muy seco, fue uno de los eneros más secos y el enero más caliente en la historia. Este fenómeno sigue vigente y empezó a surtir también sus efectos para febrero y marzo, y en abril el fenómeno aún sigue”, aseveró Echeverry.
Explicó que pese a que el océano Pacífico ya empezó a normalizar su temperatura, existe un rezago en el impacto en el país, por lo que este abril, aunque siempre ha sido un mes lluvioso, este año será uno de los más secos en la historia si no se presentan abundantes precipitaciones en los días restantes.
“Y también, como hemos tenido un déficit de precipitación acumulado, los caudales, los ríos, también toman un tiempo en recuperarse después de que lleguen las lluvias. Esto no es inmediato. Eso es lo que, en general, ha ocurrido en Bogotá y en la región Andina”, complementó la directora del Ideam.