Colombia
¿Qué tan peligrosos han sido los temblores que se han registrado en Colombia en los últimos días?
El sismo de este domingo, que se sintió fuerte en la capital del país, generó preocupación en los colombianos.
Los temblores de la semana pasada, tanto el del miércoles de magnitud 6.6 que se sintió en Antioquia y Santander, como el de magnitud 5.5 de este domingo en el municipio de Los Santos, han preocupado a los colombianos por la fuerza con la que se mueve todo.
El Servicio Geológico Colombiano ha venido informando que la peligrosidad de un sismo puede determinarse en razón de su magnitud, por un lado, y su profundidad, por el otro.
Cuando un evento es muy poco profundo, un aproximado de 50 kilómetros o metros, tiene mayor probabilidad de sentirse fuerte en su epicentro y sus zonas circundantes. Aunque cabe señalar que entre menos profundo es el sismo, menos opción tendrá de equiparar más territorios porque no tendrá la suficiente distancia para expandirse.
Por otro lado, la magnitud está medida comúnmente por la escala de Richter. En esta, de acuerdo con National Geographic, lo que se determina es la energía liberada durante un terremoto o sismo.
Ahora bien, según señala la misma escala de Richter, un evento sísmico con una magnitud de 5.0 se considera como moderado, pero si este alcanza los 5.9 ya se considera fuerte, lo que podría generar daños estructurales menores.
En cambio, si la magnitud es mayor a 6.0, ya se corre el riesgo de que los daños materiales, e incluso las pérdidas de vidas, sean mayores.
Los sismos con magnitud de 7 podrían provocar consecuencias graves, tales como edificios colapsados, ruptura de tuberías, tsunamis y daños considerables en la zona situada hasta 250 kilómetros del lugar del epicentro.
La magnitud 8, además de lo anterior, también tiene una alta probabilidad de generar las grandes rupturas en el suelo que tanto temor generan en las personas a causa de películas como ‘2012′.
Ya los terremotos de 9 o 10 puntos de magnitud son muy poco probables que sucedan, de hecho, su ocurrencia podría ser de una o dos veces cada 20 años. Aun así, hay que tener en cuenta que pueden provocar réplicas igualmente destructivas, la pérdida segura de miles de vidas, tsunamis masivos, rupturas en el suelo de gran distancia y magnitud, entre otras catástrofes.
Otro mecanismo de medición es la escala de momento (Mw), que de hecho es más precisa y se utiliza con mayor frecuencia en la actualidad que la Richter.
Este sistema de medición no solo se enfoca en la magnitud, sino también en la duración del terremoto y la cantidad de deslizamiento a lo largo de la falla, de acuerdo con un informe publicado por la Red Sismológica Nacional de Costa Rica. En esta, los movimientos de 5 puntos en adelante empiezan a ser importantes, mientras una vez las magnitudes 8, 9 y 10 son graves y de consecuencias incalculables.
Aunque es muy poco probable que un sismo tan fuerte ocurra, los que se han presentado, de hasta 6,6 de magnitud, no son para nada un juego. Aunque cabe señalar que la medición que se usa en Colombia no es con la escala de Richter.
El Servicio Geológico Colombiano explicó que para su sistema de medición utiliza la escala macro sísmica europea, mayormente conocida como la EMS-98.
Esta escala, de acuerdo con la entidad, “hace referencia a la distribución y severidad con la que se sintió el sismo teniendo en cuenta los efectos reportados por la población a través del formulario para la evaluación de intensidades en diferentes municipios”.
Esto quiere decir que si la intensidad de un temblor es de 2 puntos, este será descrito como “Apenas sentido”, uno de 3 puntos será catalogado como leve y ya los de magnitud 4 se entienden como aquellos que se sintieron ampliamente.
Ya para la magnitud 5, el sismo se siente fuerte, tal como lo describieron los habitantes de Los Santos, en Santander, y de la capital del país con el evento de este domingo. Por último, los temblores de magnitud 6 puntos empiezan a generar daños en la infraestructura, mientras de 7 en adelante, estos daños empiezan a ser mayores, la sensación de movimiento será angustiante y la población deberá protegerse para evitar heridos o peores consecuencias.