Video: presunto ladrón fue amarrado con cinta a un poste en un barrio de Cúcuta

La inseguridad está disparada en muchas regiones del país, acciones de bandas criminales y la misma delincuencia común ya son habituales en varias zonas de las ciudades más importantes de Colombia. Los criminales se las ingenian cada vez más para sorprender a ciudadanos y robar sus pertenencias o incluso irrumpir en sus locales comerciales y residencias.

Ante este panorama, muchas comunidades han decidido adoptar la justicia por mano propia ante la sensación de inseguridad y de inoperancia por parte de la fuerza pública que en muchas ocasiones reacciona tardíamente o tras llevar a cabo una captura, el supuesto delincuente es puesto en libertad horas más tarde.

Es así como el ingenio, al mismo tiempo que está al servicio de la delincuencia, también sirve a los ciudadanos quienes están encontrando nuevas formas de generar castigos y advertencias en quienes pretenden causarles daño.

Este fue el caso presentado en las últimas horas en el barrio Guaymaral de la ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander, donde en las últimas horas se ha vuelto viral un video en el que un joven, al que la comunidad acusa de ladrón, fue amarrado a un poste con lo que parece ser papel vinipel con el objetivo de inmovilizarlo y ser expuesto al rechazo de los ciudadanos.

“¿Sí ve lo que le pasa?, pa’ que la gente siga diciendo que nosotros acolitamos a Pocho, Las Brujas, que nosotros también ya sabemos quiénes son”, se escucha expresar a un ciudadano que al parecer fue quien logró inmovilizar al joven, pero además tendría identificado a otro sujeto y un grupo delincuencial que estarían llevando a cabo otras acciones ilegales en la zona.

Ante la exigencia de perdón, el joven inmovilizado y sin otra alternativa, expresó lo que sus verdugos en ese momento querían escuchar. “Perdón, perdón con la comunidad del barrio Guaymaral, yo no vuelvo a robar más”, manifestó el presunto delincuente en medio de las amenazas del otro hombre, quien advertía que la próxima vez las consecuencias iban a ser peores.

El acto en redes sociales generó controversia, pues mientras algunos lo calificaron como acertado e incluso pidieron mayor severidad, otros argumentaron la necesidad de acudir a los conductos y mecanismos legales para solucionar este tipo de situaciones.

Lo cierto es que en general en la capital de Norte de Santander en los últimos días se ha vivido una sensación de inseguridad y zozobra por cuenta de las acciones que ha llevado a cabo la guerrilla del ELN.

El pasado 4 de julio la ciudad amaneció con artefactos explosivos en algunos puntos, instalados al parecer por presuntos integrantes de ese grupo armado conmemorando los 59 años de su fundación, acción que al mismo tiempo contrastó con el anuncio del cese al fuego por cerca de un mes mientras avanzan sus acercamientos con el Gobierno nacional en el contexto de la denominada ‘Paz Total’.

“Norte de Santander requiere en estos momentos un trabajo articulado desde el Gobierno Nacional, regional y local; hay factores coyunturales que requieren una atención integral y por ello llamamos la atención del gobierno central”, dijo el gobernador de ese departamento, Silvano Serrano Guerrero.

En esta zona del país se activaron todos los dispositivos para hacer frente cualquier nuevo acto violento o que pueda poner en peligro a las comunidades, pese al anuncio por parte del ELN y también la firma del presidente Gustavo Petro decretando la suspensión de actividades militares y policiales desde el próximo 3 de agosto hasta el 29 de enero de 2024.

A estas recientes decisiones del Gobierno se han sumado críticas frente al contenido de esa suspensión de hostilidades, pues si bien hay claridades frente al accionar de la fuerza pública, no las hay acerca de otras actividades ilícitas que esta guerrilla desarrolla en diferentes zonas del país y que probablemente continuarán afectando a los pobladores de estos lugares donde los insurgentes hacen presencia.