¿Cómo organizar el baño, según el Feng Shui?

El Feng Shui es una práctica milenaria originaria de China que busca crear armonía y equilibrio entre las personas y su entorno, a través de la disposición adecuada de los espacios y los elementos que los componen. Según el Feng Shui, cada espacio de la casa tiene un impacto directo sobre el bienestar físico, emocional y energético de sus habitantes.

El baño, aunque a menudo subestimado en cuanto a su influencia en la energía del hogar, es un espacio clave que debe ser organizado cuidadosamente para asegurar que no interfiera con el flujo de energía positiva.

1. La ubicación del baño en la casa

El primer paso para organizar un baño, según el Feng Shui, es considerar su ubicación dentro de la vivienda. El Feng Shui enseña que los baños deben estar lo más alejados posible de las entradas principales, cocinas o espacios dedicados al descanso, como los dormitorios.

Esto se debe a que los baños son lugares asociados con la eliminación de energías negativas, y se cree que, si están demasiado cerca de áreas importantes, pueden “sacar” la energía positiva de la casa.

2. El uso adecuado de colores

El color es uno de los elementos más importantes en el Feng Shui, ya que cada tonalidad tiene una vibración energética específica. En el caso del baño, es fundamental elegir colores que favorezcan la calma, la limpieza y el bienestar.

Los tonos más recomendados para este espacio son los colores suaves, como el blanco, el beige, el gris claro o el azul pálido. Estos colores están asociados con la pureza, la serenidad y el agua, que es el elemento regente del baño en el Feng Shui.

3. El orden y la limpieza

En el Feng Shui, el orden es esencial para garantizar que la energía fluya de manera óptima. En un baño, esto significa mantener el espacio limpio, libre de desorden y bien organizado. Los objetos personales, como productos de belleza, toallas y artículos de higiene, deben guardarse de manera ordenada y no deben estar a la vista, ya que el desorden puede obstruir el flujo de energía y generar una sensación de caos o incomodidad.

4. El espejo en el baño

El espejo es un elemento que se utiliza con precaución en el Feng Shui, especialmente en el baño. Aunque los espejos son beneficiosos porque reflejan la luz y expanden visualmente los espacios pequeños, se recomienda evitar colocarlos frente al inodoro, ya que este es un área que se asocia con la eliminación de desechos y de energías negativas.

Si se coloca un espejo frente al inodoro, el Feng Shui cree que puede reflejar y, en cierto sentido, “multiplicar” las energías indeseadas.