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¿Cómo trasplantar una orquídea correctamente? Consejos para no dañar la planta
Cambiar la planta de matera y renovar el sustrato, garantiza el desarrollo saludable de la orquídea.
El trasplante de orquídeas es una tarea crucial para asegurar su salud y longevidad. Se recomienda cambiar la orquídea de matera cuando las raíces han sobrepasado su contenedor o cuando el sustrato ya no proporciona los nutrientes necesarios. Este proceso suele realizarse cada dos años, dependiendo del crecimiento de la planta y la calidad del medio de cultivo.
El primer paso para trasplantar una orquídea correctamente es elegir el momento adecuado. Es preferible hacerlo al finalizar la floración, cuando la planta entra en un periodo de reposo y no está gastando energía en producir nuevas flores. Se debe seleccionar una maceta que proporcione un drenaje adecuado, ya que las orquídeas son muy susceptibles al exceso de agua, lo que puede ocasionar pudrición de las raíces.
Para iniciar el trasplante, se debe remover cuidadosamente la orquídea de su maceta actual, prestando atención de no dañar las raíces. En caso de que estén enredadas, se recomienda sumergirlas en agua tibia durante unos minutos para ablandarlas y facilitar su separación. Después, se deben cortar las raíces secas o dañadas con unas tijeras desinfectadas, asegurándose de mantener solo las raíces sanas y fuertes.
El siguiente paso es preparar el nuevo sustrato, que debe estar compuesto principalmente de corteza de pino, carbón vegetal y turba, materiales que permiten un flujo adecuado de aire y agua. Una vez que la planta esté limpia y las raíces revisadas, se coloca en la nueva maceta con el sustrato, cuidando que las raíces estén distribuidas de manera uniforme. Finalmente, se añade el sustrato alrededor de las raíces sin compactarlo demasiado.
Después del trasplante, es aconsejable esperar unos días antes de regar la planta para permitir que las raíces cortadas cicatricen. También es recomendable colocar la orquídea en un lugar con luz indirecta y mantener una buena circulación de aire.
Este proceso, aunque puede parecer complejo, es fundamental para el bienestar de la orquídea y puede contribuir a una floración más abundante en futuras temporadas. Además, cambiar de matera y renovar el sustrato ayuda a mantener un ambiente limpio y libre de plagas, lo que garantiza el desarrollo saludable de la planta.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.
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