Oración para encender la tercer vela de adviento
Con la llegada de un nuevo domingo, es momento de encender la tercera vela en la corona y rezar una oración especial.
Mientras se espera la llegada de la noche de Navidad, es tradición en muchos hogares católicos rezar con la corona de Adviento cada domingo y tener un momento de reflexión familiar.
Este 17 de diciembre toca encender la tercera vela y a continuación encontrarás la oración que debes pronunciar.
Cabe destacar que hay una vela por cada domingo y antes de encender la de hoy, ya se tuvieron que haber encendido dos velas anteriormente, el 3 y 10 de diciembre.
La corona de Adviento, cuyo círculo no tiene principio ni fin, es el recordatorio del verdadero significado de la Navidad. Va acompañada de cuatro velas (tres de color morado, una rosada y una blanca).
Oración Tercer Domingo: Ser mejor en familia
(Antes de empezar: Se encienden las velas de los dos domingos anteriores).
Todos En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Quien lee: Lectura tomada del Evangelio de San Mateo: Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad asentada sobre un monte, ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo nuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos. (Mt 5, 13-16).
Todos: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que formamos esta familia, de manera que estemos bien dispuestos para tu llegada, Señor, el día de Navidad.
Quien lee: Al encender la tercera vela recordamos qué significa la santidad, que es asemejarnos a Cristo, aspirando y poniendo medios concretos para corregir nuestros malos hábitos y crecer en las virtudes.
(Uno de los participantes enciende la tercera vela de la corona de Adviento).
Momento de reflexión
Después de la lectura del Evangelio en silencio preguntémonos: ¿Qué hago yo para que mi familia sea mejor?
Cada miembro de la familia puede decir cuál es su propósito o compromiso a cumplir durante la semana.
Quien lee: Padre, en nuestra familia crecemos y aprendemos a ser mejores, te pedimos hoy que nos ayudes a ser una familia cristiana y ser un buen ejemplo para los que nos rodean. Te pedimos fuerzas para mejorar o cambiar lo que sea necesario de nosotros para que nuestra familia sea mejor cada día. Amén.
Para terminar, se toman de la mano y rezan juntos un Padrenuestro.
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