Truco de maquillaje para ocultar ojeras y lucir una piel de porcelana

Las ojeras representan uno de los desafíos más comunes en la búsqueda diaria de una apariencia fresca y radiante. Sea debido a la falta de sueño, el estrés o factores genéticos, estas sombras oscuras bajo los ojos pueden afectar la confianza y dar una impresión de fatiga. Sin embargo, existe un truco de maquillaje que puede disimular estas imperfecciones y transformar el rostro en una obra de porcelana. Sigue leyendo para descubrirlo.

El poder del corrector: Ocultando las ojeras

El primer paso fundamental para lograr una piel impecable es elegir el corrector adecuado. Se recomienda buscar uno que sea un tono más claro que la base de maquillaje para iluminar el área debajo de los ojos y contrarrestar las ojeras. Los correctores con tonos amarillos o salmones son ideales para neutralizar los tonos oscuros.

Antes de aplicar el corrector, es importante hidratar bien la piel con una crema para los ojos. Esto ayudará a que el corrector se deslice suavemente y se mezcle fácilmente. Luego, con la ayuda de un pincel o una esponja, se debe aplicar el corrector en forma de triángulo invertido debajo de los ojos, extendiéndolo hacia las sienes. Este método no solo cubrirá las ojeras, sino que también iluminará toda el área, creando un efecto de lifting instantáneo.

El arte del difuminado: Fundiendo el corrector

Una vez aplicado el corrector, es hora de difuminarlo hábilmente para lograr un acabado natural y sin líneas visibles. Se puede utilizar una esponja o una brocha pequeña para difuminar suavemente el producto, trabajándolo hacia afuera para evitar acumulaciones en las líneas finas. El objetivo es que el corrector se funda perfectamente con la base de maquillaje, creando una transición invisible entre ambos productos.

Es importante recordar no frotar excesivamente el área de los ojos, ya que la piel en esta zona es delicada y propensa a dañarse. En su lugar, se deben dar ligeros toques con la esponja o la brocha hasta que el corrector se mezcle sin problemas con la piel. Si es necesario, se puede sellar el corrector con un poco de polvo translúcido para garantizar una mayor duración y evitar que se asiente en las líneas de expresión.

El toque final: Iluminando y fijando

Una vez completado el proceso de corrección y difuminado, llega el momento de dar el toque final para lograr una piel de porcelana con un toque de iluminador. Se puede aplicar un iluminador en crema o en polvo en los puntos altos del rostro, como los pómulos, el arco de cupido y el puente de la nariz. Esto añadirá dimensión y un brillo sutil a la piel, haciéndola lucir radiante y saludable.

Finalmente, es fundamental fijar todo el maquillaje con un spray fijador. Esto ayudará a que el look se mantenga intacto durante horas y evitará que el corrector se desplace o se desvanezca a lo largo del día. Con este truco de maquillaje infalible, cualquier persona puede ocultar las ojeras y lucir una piel de porcelana digna de las pasarelas.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.