¿A cuidarse de los 'aliados'? Estos son los críticos internos del gobierno de Petro

El presidente Gustavo Petro llegó al poder con una coalición de fuerzas y alianzas suficientes para garantizar que, al menos, en sus primeros meses, solo tendrá la solitaria oposición del Centro Democrático. Sin embargo, algunas de las críticas más sonadas no provienen del uribismo, sino del seno de su partido Pacto Histórico.

Así ha ocurrido con el senador Gustavo Bolívar, uno de los alfiles de Petro y quien actuó como su fiel escudero durante el anterior periodo en el Congreso y durante toda la campaña, pero desde poco antes de que llegara el relevo a la Casa de Nariño, fue el altavoz de varias quejas; muchas de ellas dirigidas al papel cumplido por sus propios aliados, como es el caso del senador Roy Barreras e, incluso, en alguna ocasión, la emprendió contra su propio jefe político.

Bolívar había mostrado su descontento desde que se hicieron los acuerdos parlamentarios para elegir a las directivas de las cámaras legislativas y que dejó a Roy Barreras como presidente del Senado.

Lea también: "Estamos creando futuro": Francia Márquez a grupo de niñas que viajarán hoy a la NASA

“El nuevo país: Roy Barreras, presidente del Senado; Miguel Ángel Pinto, vicepresidente, Honorio Enríquez, segundo vicepresidente. Les dejo una pregunta y me retiro lentamente, ¿La izquierda ganó 20 curules por primera vez en 200 años para terminar en esto?”, publicó Bolívar en su cuenta de Twitter luego de asegurar públicamente que no había votado por Barreras para obtener esa credencial.

Luego tuvieron un roce en redes sociales después de que Bolívar opinara sobre cómo se debe distribuir el presupuesto nacional, preguntándose si la búsqueda de la paz total justifica que se destine menos recursos a la defensa, algo a lo que el presidente del Congreso le ripostó y le dijo que eso no es posible porque todavía hay una lucha contra bandas criminales y narcotraficantes.

Bolívar hasta tuvo reparos con el gesto del senador Roy Barreras de permitir que María José Pizarro, hija del asesinado líder del M-19 Carlos Pizarro, le impusiera a Gustavo Petro la banda presidencial. Señaló que también se debió tener en cuenta a la hija menor, María del Mar Pizarro.

Pero Bolívar ha enfilado baterías contra otros miembros del Pacto. El mismo día que el senador César Pachón tuvo un encuentro en Bogotá con José Félix Lafaurie, el presidente de Fedegán, y del que se publicaron fotos, escribió: “Cambio sí, pero no a cualquier precio. Cambio sí, pero no con cualquiera. Reconciliación sí, pero sincera, no por intereses. Esta causa no se puede entregar a quienes asesinaron miles de colombianos, a quienes despojaron millones de hectáreas a campesinos ni a quienes saquean el Estado”, aunque no hizo referencia específica a ninguno de los dos.

Para el analista político y docente universitario Ancízar Marroquín, el comportamiento de Bolívar tiene que ver con que dentro del Pacto Histórico no hay todavía una cohesión de partido que permita tramitar diferencias en escenarios internos.

“La naturaleza del Pacto Histórico es la de unión de fuerzas alternativas que buscan la diversidad de fuerzas y que pueda confluir allí la izquierda, pero aunque tienen principios ideológicos comunes, no hay una armonización de propósitos ni de objetivos ni de horizontes ni de manera de ver y entender un país. Además, desde su creación estuvieron siempre en la oposición y necesitan cambiar el chip porque ahora son gobierno”, dice el analista y politólogo.

Lea además: Con histórica participación de civiles, Petro anuncia las reformas que se vienen para la Policía Nacional

Para Marroquín, las declaraciones del senador Gustavo Bolívar también muestran que las figuras políticas de tradición y experiencia ya no son las más visibles e influyentes y que el hecho de que haya hostilidad hacia Roy muestra que hay una suerte de desencanto con respecto a las posibilidades de cambio que tendrían una vez la izquierda llegara al poder.

“Como carecen de experiencia en el manejo del Estado deben traer a Roy Barreras, que no tiene su origen en los partidos alternativos, y les causa incomodidad que alguien que perciben externo les diga lo que tienen que hacer, sea el vocero y los organice para que voten los proyectos de ley, que además están peleando por quedarse con la Contraloría. Creo que les parece un poco sorprendente que la política funcione así y se están dando cuenta de que no es tan fácil cambiar el funcionamiento del sistema”, recalca.

El experto cree que la inexperiencia se nota, además, en la manera en la que Bolívar debe defender al Gobierno ahora que hace parte de la coalición. “Ya que fue elegido presidente de la Comisión Tercera, se le vio muy pobre argumentación cuando se hizo la socialización de la reforma tributaria, no se le ve cómodo en el papel de defender al Gobierno”.

Una opinión similar tiene Yann Basset, director del Grupo de Estudios para la Democracia (DEMOS) de la Universidad del Rosario.

“El tránsito de activista a congresistas no es fácil, pasar de ser la persona que denuncia en plaza pública a ser un congresista que debe cumplir unas funciones y que debe negociar más que denunciar, pero aunque no es fácil deben hacerlo porque es una necesidad tanto para ellos como para el gobierno y eso genera tensiones , en especial en este momento en el que hay muchos primíparos en el Congreso”.

Basset cree que la presencia de personas con perfil de activista como Bolívar o JP Hernández sí pueden capitalizar ese rol en el Legislativo e impulsar reformas como la que está promoviendo el parlamentario de Bucaramanga para reducir los salarios de los congresistas.

“La presencia de este tipo de perfiles tiene tanto de bueno como de malo. Por un lado, muestra la representatividad que tiene el Congreso y que no es un pequeño grupo cerrado, además, refleja la incidencia de la sociedad civil y su voluntad de cambio que fue expresada en las urnas, pero, indudablemente, en cuanto al trabajo legislativo y la eficacia del control político supone un periodo de aprendizaje, lo que significa un contra, además es muy posible que en futuro haya una tendencia a proponer proyectos que no tengan mucho fondo sino que sean para ganar notoriedad”, manifestó el analista Basset.

Le puede interesar: Ola invernal y salud pública: temas prioritarios en la reunión de Petro con los Gobernadores

Finalmente, Consuelo Wynter, politóloga de la Universidad Nacional, cree que el talante más conciliador y agrupador que ha mostrado Petro en los primeros días de su administración fue una sorpresa para algunos de sus allegados y seguidores, quienes esperaban que hubiese menos espacio para partidos tradicionales y políticos de otras posturas ideológicas.

“Petro acertó con varios de sus nombramientos por envía el mensaje de que, al menos por ahora, no pretende por fuera del escenario político a otras fuerzas y a personas de su propio partido eso los sorprende. En el caso del senador Bolívar creo que se sintió bastante afectado cuando no logró ser elegido presidente del Senado, sino que lo logró Roy Barreras, que no ha sido uno de los alfiles históricos del presidente”.

Wynter añade que es saludable que haya oposición, así en muchas oportunidades provenga de las propias filas o de sectores alternativos, como ocurre con la representante Jennifer Pedraza, del partido Dignidad, quien ha sido una de las voces que más se ha alzado para reclamar por el proceso de elección del nuevo Contralor y quien ha criticado que el petrismo buscara a un candidato, supuestamente, afín a sus políticas como habría ocurrido con Iván Duque y el saliente Felipe Córdoba.

Todos los expertos coinciden en que no será nada fácil controlar el ‘fuego amigo’ que salga de las entrañas del Pacto Histórico y de los sectores alternativos y que será la labor del ministro del Interior, Alfonso Prada, buscar maneras de alinear a la bancada parlamentaria y así evitar enfrentar críticas internas y de quienes están en franca oposición.