¿Anuncios del Gobierno Petro podrían debilitar la relación entre Colombia y EE.UU?

A raíz de las decisiones que recientemente ha anunciado el Gobierno del presidente Gustavo Petro en torno a las drogas, se ha generado la preocupación ante una posible ruptura en las relaciones con el Gobierno de los Estados Unidos.

Según el analista Jorge Luis Yarce, “uno de los temas más importantes es la política de respuesta ante las drogas que tenga Colombia, y la que aún maneja Estados Unidos”.

Explica que “si Colombia comienza a tener una política que sea diametralmente opuesta a la de Estados Unidos, como parece plantear el nuevo Gobierno, como con la legalización de drogas duras, seguramente va a generar tensión con ese país”.

De igual forma, el analista Jhon González respalda este argumento: “los planteamientos en materia de lucha contra el narcotráfico, extradición y libre comercio pueden ser los más retadores en la relación bilateral en casi un siglo y podrían conducir a descarrilarla en el mediano plazo”.

El gobierno Petro ha dejado claro que uno de sus objetivos es modificar la política antidrogas, explicando que las acciones que se han tomado durante los últimos años no fueron efectivas y por esa razón se debía pasar de la prohibición a la legalización.

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El analista González se muestra en desacuerdo con esa concepción de lucha contra las drogas y afirma que “en cuanto al narcotráfico el mensaje del Gobierno es perverso, que como 'se ha fracasado en esa lucha' entonces ahora bastará con aflojar la guerra contra las drogas para que emerja la paz; que una tal legalización, que es imposible, es el camino y que los campesinos cultivan coca por necesidad”.

De su lado, Yarce apoya que “si se cambia la política antidrogas y Colombia cambia diametralmente su forma de enfrentar las drogas, seguramente también se va a ver afectada la modalidad o la cooperación para los procesos de interdicción con Estados Unidos porque a Colombia ya no le interesaría esa forma de lucha contra las drogas, generando una contraposición y asimismo, dificultades en aspectos diplomáticos, lo político, y seguramente, también en lo económico”.

Tras los anuncios que ha hecho el Ejecutivo sobre la regulación de las drogas y el aviso del director de la Policía, el general Henry Sanabria, sobre la suspensión de operativos para la erradicación de cultivos de coca, se generaron diferentes reacciones, en su mayoría en contra.
Uno de los pronunciamientos sobre esa implementación fue la de The Washington Post, que mostró su preocupación por la presunta despenalización de la cocaína.

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La erradicación de cultivos está relacionada a la lucha contra las drogas y a la política actual de guerra contra el narcotráfico que ha propuesto el presidente Petro. Para el analista Yarce: “es previsible que como el Gobierno Nacional no considera seguir con el manejo que se le viene dando al control de drogas y estupefacientes, en los próximos años exista una mayor proliferación de cultivos de droga”.

“Habrá que ver entonces si se tratarán de manera legal, cuáles van a ser las metodologías, los licenciamientos, las garantías; pero, eso va a generar una crisis, porque si hay mayor producción, hay mayor riesgo de producción de estupefacientes y por eso podría haber tensión en el contexto internacional, no solamente con Estados Unidos, sino también en el contexto de Europa”, aseguró Yarce.

Algunos analistas consideran que no significaría mayor riesgo la reforma que propone el Presidente frente a la extradición, ya que este mecanismo se ha usado para proyectar el peligro que conlleva delinquir en Colombia.

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Así lo cuestiona el analista Yarce: “habría que mirar la efectividad de la medida de extradición; a principios de los 90 se pensó que esa idea iba a desincentivar los delitos trasnacionales como la aparición de fenómenos como el narcotráfico, los narcotraficantes, los carteles; pero no se ha visto ningún descenso. En los últimos 30 años han aparecido más estructuras criminales y con mucho más alcance”.

Agrega que cuando “los cabecillas de las Autodefensas Unidas de Colombia se desmovilizaron, se les sometió al proceso en el que aceptan sus responsabilidades ante el Estado, pero después en las relaciones vinculantes con Estados Unidos, son pedidos en extradición y queda la sensación de haber sido defraudados, eso no pasaría con una negociación centrada en la paz y no en la justicia transicional”.

González cree que “Estados Unidos reaccionará en uno o dos meses. En el fondo dependerá de la fortaleza que tenga el país en la región. Si los republicanos ganan las elecciones legislativas de noviembre y Rusia se enreda en la guerra con Ucrania y Occidente, seguramente, la Casa Blanca reaccionará con un poco más de fuerza a las cascaritas, un poco ingenuas, que le pone el Gobierno Petro”.