ECONOMÍA
Banco W entra al negocio de las remesas, esta es su estrategia
José Alejandro Guerrero, presidente del Banco W, explica cómo la entidad financiera logró ingresar al negocio de los giros.
A partir de este martes el Banco W se convierte en otro jugador en el mercado de las remesas, que son los dineros que las personas que viven en el exterior le envían a sus familias en Colombia
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Esto gracias a la compra y fusión que hizo este banco caleño, especializado en microcrédito, de la firma Financiera Pagos Internacionales, que también tiene origen en la capital del Valle.
José Alejandro Guerrero, presidente del Banco W, le contó a El País que la entidad busca consolidarse como un actor relevante en el negocio de remesas. Al mes de septiembre a Colombia habían llegado cerca de US$4.964 millones por ese concepto, siendo uno de los principales generadores de divisas.
Estos giros provienen de países como Estados Unidos, España, Chile, Perú, Panamá, Ecuador, Reino Unido y Canadá y el 37% llegan al Valle del Cauca y el Eje Cafetero.
¿Por qué ingresaron al negocio de las remesas?
Colombia recibe unos $6.500 millones en remesas al año, esto es muy importante, es un motor de desarrollo económico, es un motor de crecimiento de la economía nacional y las personas que reciben esas remesas, así como quienes migraron hace unos años al exterior y las envían, hacen parte de los estratos socioeconómicos a los cuales el Banco W atiende, que son las personas de menores ingresos.
Nosotros hemos desarrollado muchos productos para este grupo de la población, pero vimos que hacía falta un servicio para darle mayor integralidad al portafolio y era el pago de las remesas. Queremos ofrecerle tanto al receptor como a quién envía los giros desde el exterior, otros productos adicionales, de tal manera que tengan acceso a un portafolio más adecuado a sus necesidades que el que pueden ofrecer otras entidades.
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¿Desde cuándo empezaron las negociaciones?
Desde hace un par de años empezamos unas negociaciones con la Compañía Financiera Pagos Internacionales, que estaba en venta, y finalmente se dio ese proceso y ya estamos totalmente fusionados. A partir de este martes, dentro del Banco W tendremos una unidad que se llama Pagos Internacionales y será un servicio más de la entidad.
Teníamos interés de entrar en el negocio de remesas y había dos caminos: desarrollar el negocio o adquirirlo y se presentó la oportunidad de comprar esta compañía que tiene 27 años de trayectoria, bien manejada con un conocimiento en el tema de remesas muy importante, y escogimos esa vía que nos permite avanzar más rápido y aprender de eso.
¿Compraron la totalidad de esa compañía?
Si, adquirimos el 100% con el propósito de fusionarla, el primer paso se dio en febrero del año pasado cuando se compró la sociedad, previa autorización de la Superfinanciera y, posteriormente, se pidió la autorización de la fusión que también fue otorgada y desde este martes ofreceremos el servicio.
¿Cuál es la proyección de ustedes en el mercado?
Pagos Internacionales era la única entidad que quedaba, totalmente especializada en el negocio de remesas, de las que se conocieron por el año 2000 cuando había varias empresas en esta actividad.
Hoy el mercado es liderado por Bancolombia que tiene un poco más del 50%, también están Davivienda, Western Unión y Pagos Internacionales que tenía el 6% de participación.
Nosotros esperamos ir creciendo en el mediano y largo plazo y en cinco años llegar, por lo menos a un 10 % del mercado, que sería un avance moderado.
Pero para el Banco más que crecer en pagadores, buscamos es ampliar los productos a las personas que reciben esas remesas, o a quiénes las mandan del exterior a Colombia, se trata de darles productos y servicios financieros, tanto de crédito como de ahorro y microseguros. Allí es donde vemos la verdadera fortaleza de este negocio.
El Banco W proyecta que durante el último trimestre del año, el monto de las remesas en el país pueden tener un crecimiento del 5%, teniendo en cuenta el repunte registrado en septiembre, mes que fue mejor que diciembre del 2019.
¿Quiénes son los socios del Banco W?
El Banco W nació en Cali en 1980 como una fundación, fue creciendo, prestando dinero a mujeres cabeza de hogar y desde los 90 le prestó también a hombres, en general personas informales y hoy en día un cliente lo único que nos debe presentar para un crédito es la fotocopia de la cédula porque nuestros clientes no tienen balances, declaración ni certificado de ingresos, son informales.
Fuimos creciendo y en el año 2010 se pensó que nos faltaba una línea de negocio y era el ahorro, crear esta cultura con los clientes y por eso se convirtió en banco para captar dineros del público. A partir de 2011 la Fundación aportó todo sus activos a esa nueva entidad y se quedó con el 86% del Banco W y el otro 14% lo tienen tres fondos de inversión.
¿Qué impactos ha sufrido el Banco con la pandemia?
El microempresario vive del día a día, pero tiene una gran ventaja y es que es resiliente y tiene una capacidad de emprendimiento impresionante, por ejemplo, el señor que vende aguacate, por la pandemia se recogió pero apenas se dio la apertura salió a la calle y buscó otro producto para vender.
Esa informalidad les permite ser flexibles, hoy venden una cosa, mañana otra, son gente solidaria, a nivel familiar se ayudan y se colaboran. Respecto al Banco el comportamiento de la cartera ha sido bueno, por supuesto a la gran mayoría de clientes les hemos dado alivios, ampliado plazos, periodos de gracia, y eso ha permitido que a medida que la economía ha venido reactivándose, ellos han venido mejorando sus ingresos.
Hay un deterioro de cartera, pero es manejable. Las cifras del Banco son buenas, vamos a cerrar con $35.000 millones de utilidades y con un indicador de cartera vencida alrededor del 6%, que es más alto que al comienzo del año, pero bastante manejable.
¿La cartera de microcrédito no ha crecido como la de consumo o la comercial, qué ha pasado?
Lo que pasa es que la cartera de microcrédito no tiene cupo rotativo como si lo maneja la tarjeta de crédito, los préstamos de libre inversión, que la gente siguió usando durante la pandemia, mientras que no pasó lo mismo con el microcrédito.
Sin embargo, desde junio reactivamos las colocaciones con el firme propósito de dar apoyo a los clientes para que reinicien sus negocios. Creemos que el Banco tendrá un crecimiento por encima del 10% de la cartera, precisamente porque durante este segundo semestre del año nos hemos dedicado a visitar clientes y darles recursos frescos para que sigan adelante con sus negocios.
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