Cara a cara: Galán y Fajardo hablan sobre la crisis del centro

Juan Manuel Galán dice que le reclamaría al mundo un nuevo rumbo en la política de drogas.

Precandidato Galán, ¿qué va a ser lo más difícil de esta campaña de aquí a la consulta interpartidista?

Tenemos que organizarnos para que nuestra campaña le llegue a la gente, que reciba un mensaje de transformación. Si Colombia no tiene un propósito de país y no somos capaces de derrotar las cinco estructuras criminales más difíciles que ha tenido desde hace 40 años, va a ser muy difícil avanzar. Esas mafias son la del narcotráfico, el contrabando, el despojo de tierras, la minería criminal y la contratación pública. De aquí a la primera vuelta el propósito es llevar propuestas concretas con soluciones construidas desde el territorio y las comunidades, no diseñadas en escritorios desde Bogotá.

Después de lo sucedido esta semana, ¿la Coalición de la Esperanza se va a mantener hasta la consulta?

La coalición ha sido un proceso que ha costado mucho esfuerzo y trabajo para construir unos principios éticos y lineamientos programáticos y hemos hecho esfuerzos para desarrollar una consulta en donde todos nos comprometamos a apoyar al ganador, a rodearlo, pero tenemos que demostrarle al país madurez política, ser capaces de resolver entre todos las crisis que se presentan y seguir adelante, porque la responsabilidad que tenemos no es con nosotros, ni con la coalición, sino con el país. Está en juego una opción de transformación que sea viable, creíble, colectiva y por eso tenemos que mantenernos unidos.

Alejandro Gaviria dijo que no se puede pretender unir al país desde la división. ¿Qué responde?

Nosotros tenemos que buscar unir sobre todo al que está marginado de la política, al que no vota, al de la periferia, al campesino, a las mujeres, a los jóvenes que no tienen oportunidades. Ellos son nuestros jefes, a ellos nos debemos. No podemos simplemente pretender unir castas políticas, clanes regionales o políticos que han sido cuestionados en el pasado por la manera cómo han hecho política, porque estaríamos fallándole a esa Colombia que queremos interpretar y representar, que hoy está capturada por esas cinco mafias criminales que mencioné.

¿Por qué debe ser Juan Manuel Galán quien gane la consulta?

Porque en el Nuevo Liberalismo representamos un equipo con una
lista al Senado paritaria, en donde hay mujeres valiosas que han construido su liderazgo desde la periferia y representan causas de afrodescendientes y minorías étnicas que han sido las más afectadas por la crisis social.

Mi primer acto de gobierno será decretar la emergencia económica y social, porque uno de cada dos colombianos padece hambre, especialmente los niños de 5 años. Me le voy a parar a esas estructuras criminales para extirparlas del país y reclamarle al mundo y en especial a EE. UU. un nuevo rumbo en la política de drogas, para acabar ese negocio criminal que nos deja violencia y corrupción.

Y si no es usted, ¿quién le gustaría que quedara como candidato?

Si no soy yo, apoyaré a quien triunfe en las urnas en franca lead el 13 de marzo. Pero voy a ser yo, siento que nuestra campaña está calando, que la gente se está emocionando.

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Hay quienes dicen que el voto de opinión no es suficiente para llegar a la Presidencia, ¿qué piensa?

Queremos que los ciudadanos voten, por quién quieran, pero que voten, sin constreñimiento, sin amenazas de grupos armados, sin compra de conciencias, porque sería perpetuar el estado de cosas que hemos vivido hace décadas y que el Nuevo Liberalismo hace 40 años se paró para denunciar.

Si empezamos a sumar votos de ‘estructura’, voto de maquinarias, financiado por el narcotráfico, mafias criminales y corrupción estatal, estaríamos traicionando nuestra esencia. Lo que tenemos que buscar es emocionar a la gente. Una gran proporción de la población en Colombia no vota, tenemos que convencerlos para que participen, porque si la gente no vota, no solo las cosas no cambian, sino que se la condena a padecer la mala política que otros le quieren imponer.

El Consejo Gremial le dio un jalón de orejas a los candidatos para que hagan propuestas. ¿Qué responde?

Me parece que es válido, hay que respetar ese llamado, pero es muy importante también que todos tengamos capacidad autocrítica, inclusive el gran sector empresarial de Colombia. No tanto las empresas, que han estado sobrecargadas en impuestos, pero sí las personas de mayores ingresos, que pueden hacer un esfuerzo para que, por ejemplo, quitemos los costos de seguridad social de la nómina de micro, pequeñas y medianas empresas y los transfiramos al Estado, para que los financie, gracias a los mayores impuestos que la población más pudiente del país puede pagar.

¿Con quiénes del Pacto Histórico y el Equipo por Colombia le gustaría enfrentarse en primera vuelta?

He visto una mujer muy valiosa en el Pacto Histórico que se ha expresado en los debates, he escuchado su clamor, el dolor que lleva en el corazón, la frustración, la rabia que tienen muchos territorios y sectores de población olvidados, marginados, violentados, que es Francia Márquez, con quien quisiera trabajar en el Nuevo Liberalismo algún día.

Del Equipo por Colombia, también hay gente valiosa, pero no veo a nadie en particular, porque es una unión puramente mecánica, electoral. No veo proyecto de país, propuestas, solo un acuerdo transitorio de maquinarias para ganar una elección. Yo no me siento interpretado allí para nada.

Sergio Fajardo asegura que lleva décadas recorriendo las calles y escuchando a la gente.

Precandidato Fajardo, ¿qué será lo más difícil de esta campaña de cara a la consulta interpartidista, que más bien será una primera vuelta presidencial?

El principal reto es trabajar individualmente como candidatos y colectivamente como coalición. Nosotros representamos un cambio transformador, seguro, no un salto al vacío ni la continuidad del uribismo. El reto es transmitir ese mensaje por toda Colombia.

¿Después de lo sucedido esta semana entre Íngrid Betancourt y Alejandro Gaviria, será que la Coalición Centro Esperanza sí va a llegar completa a la cita del 13 de marzo?

La Coalición Centro Esperanza es un proyecto que lleva trabajando muchos meses, dialogando, debatiendo y construyendo en medio de las diferencias. Ese es precisamente el valor de este equipo: no estamos en un proyecto con un mesías. Justamente eso hace interesante y retador esta construcción colectiva.

Después de ese rifirrafe, Alejandro Gaviria aseguró en un comunicado público que no se puede unir desde la división, ¿qué opina al respecto?

Desde hace 20 años mi trabajo ha sido precisamente para unir y generar espacios de encuentros de personas diferentes, con perspectivas diversas. En nuestro proyecto de Coalición Centro Esperanza queremos unir al país siempre cerrándole la puerta a la corrupción, al clientelismo, la ilegalidad y la violencia.

Por qué Sergio Fajardo debe ganar la consulta interpartidista del centro político del país?

Porque soy el candidato con más experiencia gobernando y gobernando bien. Porque he demostrado que, si se llega al poder sin clientelismo, la plata rinde y se puede cambiar la vida de los ciudadanos.

Porque soy de los pocos candidatos presidenciales que lleva décadas recorriendo las calles, escuchando a la gente y construyendo desde abajo. No llegué en paracaídas y, finalmente, porque llevo más de tres años preparándome para esta elección y tengo propuestas concretas en materia de seguridad, educación y empleo, que tienen el potencial de transformar el país.

¿Y si por alguna razón no es usted, a quién le gustaría ver enarbolando la bandera de la coalición en la primera vuelta presidencial?

Yo cada día me levanto con energía y entusiasmo porque quiero ser la persona que va a ganar la consulta de la Coalición Centro Esperanza.
Nosotros tenemos el compromiso de apoyar a cualquiera que sea el ganador o ganadora y esto, por supuesto, lo cumpliré si es el caso.

¿Y de las otras dos coaliciones que también irán a consulta el 13 de marzo, Equipo por Colombia y Pacto Histórico, con quiénes le gustaría medirse en esa primera vuelta?

Creo que en el Pacto Histórico hay personas valiosas como Francia Márquez, pero creo que es una consulta hecha por y para Gustavo Petro.

En la Coalición Equipo por Colombia creo que representan el continuismo que nosotros queremos vencer y además uno de los candidatos ni siquiera asiste a debates.

Justamente por eso nosotros somos el cambio que une y el cambio con esperanza y vamos a ganarles, independientemente de quién de las otras coaliciones llegue a primera vuelta.

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Esta semana el Comité Gremial Nacional le hizo un llamado de atención a todos los candidatos para que dejen de sumar aspirantes
y de atacarse entre sí y se ocupen de ofrecerles propuestas a los colombianos. ¿Qué responde a este jalón de orejas?

No podría estar más de acuerdo con el Comité Gremial Nacional. Desde finales del año pasado he presentado propuestas concretas en materia de empleo, educación y seguridad.

He propuesto un Plan Nacional de Recuperación de la Educación que permita recuperar las pérdidas de aprendizaje de los estudiantes colombianos a raíz de la pandemia del Covid-19. Propuse un plan de empleo para reducir el desempleo a un dígito y la brecha de desempleo entre hombres y mujeres a la mitad.

Recientemente propuse también universalizar la cobertura en educación integral para los niños de tres a cinco años de edad, ampliar el programa de Jóvenes en Acción a un millón de beneficiarios y garantizar un ingreso mínimo a todas las personas mayores sin pensión.

Uno de los debates que se suscitado tras lo sucedido entre Íngrid Betancourt y Alejandro Gaviria es si no es posible o no llegar a la Presidencia sin contar con el llamado voto de estructura. ¿No sería
una apuesta muy arriesgada si la Coalición Centro Esperanza decide irse solo con voto de opinión?

Yo creo que todas las personas en Colombia tienen opinión y van a votar libremente. A las personas es a las que queremos convocar. Los grupos tradicionales clientelistas o los políticos clientelistas es a los que vamos a vencer, pero ellos ya no representan al país. Entonces, por supuesto que es posible ganar sin dejar de lado nuestros principios y más de 20 años de hacer política transparente.