Caravanas fúnebres: ¿cuál será el plan de las autoridades de Cali para controlarlas?

El pasado jueves el Secretario de Seguridad de Cali, Jimmy Dranguet, junto con la Policía intervino una caravana fúnebre que se movilizaba por la Avenida Sexta, a la altura del Centro Comercial Chipichape. Según el funcionario, los integrantes de este sepelio habrían atentado contra la convivencia en la zona.

“La caravana venía con música a alto volumen, parrilleros hombres y algunas motos tenían modificados los exostos para simular disparos. Razones por las cuales tomamos la decisión de intervenir con toda contundencia”, aseveró Dranguet.

Un total de 20 unidades motorizadas de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden, Undmo (antiguo Esmad), cinco patrullas de la Policía Metropolitana y 20 funcionarios del equipo de la Secretaría de Seguridad y Justicia, hicieron parte de la intervención que terminó vigilando que estas personas no cometieran más desórdenes hasta finalizar su ruta.

La caravana se desplazaba por la Avenida Sexta y se dirigía hacia Yumbo. Al conocer esto la Secretaría de Seguridad y la Policía se abrieron paso en medio de la congestión e interceptaron a los vehículos.
Los integrantes de este grupo despedían a un joven que practicaba motocross y que perdió la vida mientras se movilizaba por la zona del kilómetro 18, vía al mar.

“Intervenimos esta caravana que estaba descontrolada generando ruido, trancones y bloqueos. Realizamos las requisas, incautamos un arma de fuego e inmovilizamos un automóvil y una motocicleta”, dijo el comandante de la Policía de Cali, general José Daniel Gualdrón.
La persona que portaba estaba arma traumática era un menor de edad el cual fue aprehendido por las autoridades.

Al ser preguntado sobre si se iniciaría la intervención de estas caravanas fúnebres en la ciudad, el titular de la cartera de Seguridad afirmó que se establecerá contacto con todas las funerarias de Cali para monitorear “qué reunión fúnebre presenta mayor afluencia público de lo normal y si hay algún comportamiento extraño mientras hacen la velación. Todo esto con el fin de que nos reporten si hay alguna anomalía y, una vez avisados, le haremos acompañamiento a este tipo de caravanas hasta el cementerio”.

Estas acciones buscan evitar que las caravanas fúnebres terminen en comportamientos contrarios a la convivencia que puedan generar zozobra en la población. A su vez, también se presenta como una medida de prevención en contra de la comisión de distintos tipos de delitos.

Dranguet afirmó que estas medidas no buscan prohibir el acompañamiento que deseen hacer los amigos y familiares de una persona fallecida: “Los cortejos fúnebres no son ilegales”.
Por el contrario, sostiene que lo que busca es brindar seguridad a la ciudadanía para que puedan realizar las honras fúnebres a sus seres queridos en paz.

El Comandante de la Policía de Cali hizo un llamado a las familias de estas personas para que no “se dejen infiltrar por gente que quiera hacer daño en los recorridos”.

Ante esta medida y las nuevas acciones en pro de evitar que las caravanas generen inseguridad a la ciudadanía, expertos entregaron su opinión sobre lo anunciado por el Secretario de Seguridad de Cali.

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Para el politólogo Luis Felipe Barrera, la estrategia desplegada por la Administración Municipal contra las caravanas fúnebres que generan desorden, está enfocada en la dirección correcta ya que “estos eventos se han convertido en un dolor de cabeza para los caleños y resulta oportuna la intervención para dispersarlas cuando escalan a niveles que afectan la seguridad y la convivencia de las personas”.

El experto en seguridad Alberto Sánchez Galeano, aseguró que la propuesta de Dranguet sobre trabajar de la mano con las funerarias de Cali es una decisión acertada, pero es algo que ya se ha hecho en anteriores ocasiones.

“En la administración de Maurice Armitage, lo que se hizo fue contactar directamente a las funerarias para que nos indicaran en dónde podía haber algún tipo de riesgo. A su vez, se identificaron los homicidios de ciertos perfiles y las zonas donde se registraban, ya que eso daba un indicio sobre la probabilidad de ocurrencia de una caravana conflictiva en días próximos”.

Además, Galeano explicó que muchas veces cuando un homicidio estaba relacionado con pandillas, estas estructuras por medio de una caravana notificaban a sus enemigos que iban a ocurrir represalias por el asesinato de uno de sus miembros.

“Esto permitía identificar puntos críticos y diseñar un esquema de acompañamiento que, en algunos escenarios, llegó incluso a contar con el apoyo del Ejército”, recordó el experto.

Por su parte, el exsecretario de Seguridad de Cali, Carlos Soler, aseguró que hay un problema con lo que plantea Dranguet y es que “el tema de controlar a través de las funerarias puede llegar a dar resultado si estas empresas quieren colaborar, ya que no están obligadas a hacerlo y la Secretaría no tiene la forma de forzarlas administrativamente a que entreguen la información. Todo se basa en su buena fe”.

Otro punto que mencionó Soler es sobre el trabajo preventivo que tiene que realizar la inteligencia de la Policía Judicial, ya que ellos deben establecer el porqué de una muerte y si corresponde a un homicidio.

Además, deben investigar quién es esa persona y, si es un líder de una banda que murió en un enfrentamiento con las autoridades, se generaría una alerta que desencadenaría en seguridad preventiva y disponible para acompañar o intervenir.

Además, Soler advirtió que mantener disponibles unidades para la intervención de estas caravanas restaría capacidades operativas en los cuadrantes de la ciudad, lo que afectaría en otros puntos la seguridad.