“Cavasa me ha permitido aprender a amar la tierra”: Carlos Alomía, gerente de Cavasa

Es amable, tranquilo, de hablar pausado, pero firme y es tal vez el hombre que más sabe de frutas y verduras en la región.

Su nombre es Carlos Arturo Alomía Díaz, gerente de la Central de Abastecimientos del Valle del Cauca S.A., Cavasa.

A este lugar llegó, como él mismo dice, por casualidades del destino cuando un amigo lo llamó para que les colaborara con la contabilidad, mientras que el contador encargado regresaba de una incapacidad.

“Desde que me gradué como contador público mi idea fue trabajar independiente, como asesor en empresas, y a eso me dedicaba cuando me llamaron de Cavasa”, recuerda, mientras que entre risas asegura jocosamente que hoy, después de 41 años, está esperando que el contador regrese de su incapacidad.

“Me fui quedando sin pensarlo y recuerdo que en esa época Cavasa permanecía en constantes crisis. Teníamos una empresa con unos pasivos inmensos que no podíamos pagar, hasta que encontramos una solución a raíz de una asesoría que nos prestó la FAO. Nosotros les comentamos las soluciones que teníamos y nos dijeron que la salida a la crisis estaba en nuestras manos e hiciéramos lo que teníamos pensado”, cuenta y asegura, que dicha solución se dio porque pagaron deudas con algunas tierras de propiedad de Cavasa y la empresa quedó saneada financieramente.

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Se puede decir que desde ese momento Carlos Alomía tomó el timón de la Central de Abastos y hoy ya son 41 años dirigiendo esta empresa que le ha reafirmado su amor por el campo y por todo lo que produce.

Cuenta que cuando se pagaron las deudas le entregaron las llaves para que cerrara la empresa, pero su obstinación lo llevó a ponerse el reto de sacarla adelante y, con mucho esfuerzo y trabajo en equipo, lograron repotencializarla.

“Hace 40 años la Central tenía una ocupación menor del 50 % y hoy tenemos el 97 % de las bodegas llenas con todos los productos que tienen que ver con la cadena agroalimentaria”, asegura este hombre que se define como alguien que gira en torno a objetivos de vida.

Precisamente, ese claro propósito es el que lo ha llevado a permanecer con éxito en el cargo, aún después de estar pensionado, pues entre sus planes está el posicionar a Cavasa como la mejor central de abastos del país y cumplir su sueño personal de continuar su labor en el medio agrícola. “El sabor de la tierra permanece en mí y amo todo lo que tiene que ver con lo que venga de ella. Por eso, sigo aquí luchando para que todos los que hacemos parte de esta empresa tengamos un mejor porvenir”, expresa, mientras recorre las bodegas.

“Siempre me ha gustado caminar por toda la central, estar pendiente de todo, pero principalmente estar cerca de la gente. Me gusta conversar con los comerciantes, no solo de precios de alimentos, sino de temas personales. Con muchos he alcanzado un grado de confianza tal, que me cuentan sus problemas y me he convertido en su consejero”, afirma Alomía, quien se conoce los precios y sabe de dónde vienen y para dónde van las frutas y las verduras que se comercializan en la Central de Abastos, pues él mismo afirma que cuenta con un sistema de información óptimo que le permite tener ese conocimiento.

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De ahí que cuando va a hacer mercado con su esposa Bertha Lucía, le gusta comparar precios, escoger lo que va a comprar y mirar qué alimentos están abundantes o cuáles están escasos.

“Me encanta salir a mercar y seleccionar lo que voy a llevar. Hago una lista de mercado y compro lo que necesito con el propósito de buscar el mejor precio y aprender el proceso de seleccionar lo mejor”, sostiene.

Sueña, en un futuro no muy lejano, con tener la facilidad de pronosticar los precios de los alimentos, teniendo el cuenta factores como el tiempo de cosecha, el clima y el tipo de transporte.

Y no para de soñar, a sus 67 años quiere poner en marcha el proyecto de lanzar la marca propia: Cavasa. La idea es que los clientes conozcan de donde vienen los productos que adquiere.