¿Cuál es la reforma a la salud que se necesita? Las propuestas que surgieron en seminario de Valle del Lili

En 2021, el 89 % de los habitantes de Cali se encontraban afiliados a los servicios de salud en cualquiera de los dos regímenes, según las cifras de Cali Cómo Vamos.

En junio de este año, el Ministerio de Salud anunció que la cobertura a nivel nacional había alcanzado el 99,6 %, sin embargo, esto no significa que la calidad en el servicio sea buena para toda la población y eso es precisamente en lo que se debería enfocar el Gobierno.

Este fue uno de los temas que se abordó durante el seminario ‘¿Cuál es la reforma en salud que Colombia necesita?’, realizado ayer en las instalaciones de la Fundación Valle del Lili, con ponentes nacionales, internacionales y la representación de las entidades regionales del Estado.

Uno de los principales problemas que, según los expositores, debe ser solucionado es la disponibilidad de servicios especializados en las zonas apartadas del país, donde la atención de baja complejidad apenas alcanza a llegar.

Además, “sí bien es cierto que casi la totalidad de los colombianos tiene la posibilidad de acceder a la salud porque están en ese aseguramiento, también es verdad que esa cobertura está ‘pixelada’. Necesitamos mejorar el acceso de todas las personas con igualdad de condiciones, porque hay zonas rurales que ni siquiera tienen instituciones de fácil acceso en cuanto al transporte, por ejemplo”, manifestó Marcela Granados, subdirectora general de la Fundación Valle del Lili.

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Entre las propuestas que se presentaron están la de mejorar el acceso igualitario al servicio para todas las personas, teniendo en cuenta las necesidades específicas: una relación cercana entre el médico y el paciente; trabajar por la rentabilidad en el costo de la salud para los prestadores y, además, que estas entidades sean incluidas en la discusión de la nueva reforma, por el aporte en el servicio que prestan a la población.

“Hay que incluir al prestador de los servicios. Si en esta reforma no los tomamos en cuenta, no solo a los médicos y las enfermeras, sino a los prestadores en el sentido amplio, no vamos a tener el éxito que pudiéramos tener, porque es saludable para el sistema que ellos existan, pero hay que incentivarlos”, expuso Bernardo Ramírez, médico y director de la Iniciativa Global de Salud de la Universidad de Florida Central.

El régimen contributivo en Colombia tiene 24.399.839 afiliados, mientras que en el subsidiado hay 24.745.934 usuarios registrados, según el Minsalud.

De acuerdo con el doctor Ramírez, este plan de incentivos, basado en el modelo de salud de Estados Unidos, país en el que este no es un derecho constitucional, aseguraba que los prestadores dieran un servicio integral al paciente no solo durante su estancia hospitalaria, sino en los cuidados previos y el seguimiento posterior a la atención, generándoles a ellos beneficios económicos y de confianza de los usuarios, y a los pacientes, la garantía de una mejor atención.

María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle y expositora en el evento, coincidió en que la reforma debe mantener a los prestadores que brindan su servicio actualmente.

“Lo que nosotros necesitamos es mantener este mismo sistema, pero con unas correcciones específicas que deben darse. Una de ellas es que los papeles de los actores no pueden ser duales; usted es asegurador o es prestador, no puede ser ambas cosas”.
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La funcionaria consideró que el modelo de salud actual del país tiene importantes beneficios y que la reforma a plantear debe “construirse sobre lo construido”.

“Si nuestros aseguradores realmente aseguraran a la población, cumplieran con su responsabilidad, supervisaran la calidad en la red de servicios y revisaran los resultados en la salud de los pacientes, nosotros podríamos tener un sistema adecuado en el que, por ejemplo, la atención primaria sea complementada por el Gobierno Nacional”, agregó la secretaria Lesmes.

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En el seminario también se planteó la necesidad de que la trayectoria de atención en salud no sea vista como un camino largo e interminable desde el momento en el que los usuarios identifican una necesidad hasta que acceden a un tratamiento.