Derrumbe cerca del Túnel de la Línea le baja la velocidad a la reactivación

Cuando las actividades relacionadas con el transporte de carga por carretera, de comercio exterior y del turismo empezaban a prender sus motores de la reactivación, un deslizamiento de tierra en jurisdicción de Cajamarca (Tolima) generado por las lluvias causó un freno en ese proceso.

Miles de camiones de todos los tamaños que se movilizan con carga desde el centro del país hacia el Valle y el sur de Colombia y viceversa solo pueden transitar entre las 6:00 a.m. y las 2:00 p.m. por el Túnel de La Línea. Después de las 2:00 p.m. se bloquea el tránsito para darle paso a los trabajos de remoción de tierra sobre la vía y también en la parte alta de la montaña.

“No se permite el paso de vehículos en la tarde por el riesgo que representan los mismos trabajos, pues continúan los deslizamientos de tierra, así como las lluvias. Sin embargo, el equipo de trabajo del Invías sigue laborando para remover la tierra y facilitar el tránsito por uno de los carriles”, explicó Juan Esteban Gil, director del organismo.

El paso de camiones en la mañana se da de manera alterna entre los que viajan del centro hacia el sur y viceversa.

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Las fuertes lluvias ocasionaron que en la parte alta de una montaña ubicada cerca a Cajamarca (Tolima) se registrara una fisura, lo que generó un deslizamiento de tierra mezclada con piedra y ceniza volcánica.

“Esa zona tiene una formación geológica compuesta por ceniza volcánica que al recibir mucha agua por las intensas lluvias se saturó y se desprendió. Taponó la carretera que comunica el centro del país con Quindío y Valle. El derrumbe se originó a más de 4 kilómetros de distancia del Túnel de la Línea”, precisó el Director del Invías.

Sobre la vía cayeron alrededor de 75.000 metros cúbicos de tierra, lodo y piedra, para removerla se necesitan por lo menos 12.500 volquetas sencillas, comentó un técnico de vehículos de carga.

Pero la situación es delicada porque siguen las lluvias y por lo tanto algunos deslizamientos.

Los vehículos particulares tienen prohibido el paso por el túnel por tiempo indefinido.

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Si una familia quiere viajar en su auto particular de Bogotá al Valle deberá tomar la vía alterna, que es la siguiente: sale de Bogotá a Villeta, luego a Guaduas, Honda, Mariquita, Alto de Letras y desemboca en Manizales. De allí busca la salida a Pereira y luego conecta con el Valle.

Ese recorrido representa en distancia unos 90 kilómetros más y en tiempo, unas dos horas adicionales.

Es de anotar que las obras complementarias al Túnel de la Línea, obra que se inauguró el pasado 4 de septiembre, se entregarán en abril del 2021 y según el Invías, se tendrán que hacer obras de estabilización, con anclajes a la montaña y otros trabajos técnicos y especializados para evitar taludes.

“Se está afectando el corredor logístico más importante del país que conecta el centro con el Suroccidente y por el que con se mueve la mayoría de carga de comercio exterior no tradicional hacia y desde Buenaventura. Esto sin duda afectará las condiciones de tránsito del transporte de carga incrementando los tiempos y por lo tanto los costos logísticos, haciendo que muchos sectores económicos puedan ver disminuidas sus ventas, puesto que la capacidad de consumo no se ha recuperado totalmente”, indicó Edwin Maldonado, director del Comité Intergremial del Valle del Cauca.

“El Túnel de La Línea estaba ayudando a la reactivación económica del país, no solo permitiendo una mayor facilidad en el transporte de mercancías sino ayudando a que los colombianos se conectaran, pudieran viajar y propulsar el sector del turismo que tanto lo requiere. El cierre implicará una pérdida económica y de tiempo para los más de 107.000 vehículos mensuales que se mueven por esa vía, la cual mueve el 40 % de la carga del país”, explicó el senador Gabriel Velasco.

María Isabel Ulloa, directora de Propacífico, sostuvo que habrá dos grandes impactos en la economía. Mayores costos de operación vehicular, como resultado de un mayor tiempo de viaje para camiones, buses y automóviles derivado de un incremento de 90 km por trayecto entre el centro y occidente del país.

“El otro es la disminución en el turismo del Eje Cafetero y otras zonas que preparaban planes para la reactivación económica. El cierre desincentiva los viajes hacia las zonas turísticas que conectan ese corredor”, dijo.

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