El campo se proyecta como uno de los pilares de la economía colombiana en 2022

Justo cuando Colombia estaba iniciando el proceso de recuperación económica que se había pausado de forma dramática por causa de la pandemia del covid-19, se presentó el Paro Nacional, que significó otro golpe al desarrollo nacional. Sin embargo, el país cuenta con un sector con robustez suficiente para, no solo atravesar la crisis, sino para emerger de ella con potencia para ser un jalonador financiero y ser clave en el crecimiento del próximo año: se trata de la agroindustria.

Para expertos, la alta oferta de productos locales, tanto a nivel internacional como nacional, y los altos precios de las materias primas, son elementos que inclinarán la balanza para que el sector tenga un crecimiento del 4,3 % en términos reales en su producto interno bruto.

En cuanto a proyecciones, para los próximos 12 meses, basándose en la línea de actualización del Banco Mundial, especialistas como Deiby Alejandro Rojas, analista macrosectorial de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia, creen que el crecimiento del PIB agropecuario será del 2 %, anticipando que las condiciones actuales continuarán dándose en el corto plazo, lo que significa un crecimiento de al menos 6 % en un periodo de dos años.

Por su parte, un informe de analistas de Sectorial.co, una compañía de monitoreo, investigación, análisis de comportamiento económico de las actividades productivas en el país, ubica a la agroindustria como uno de los sectores con más proyección durante el 2022.

40 millones de hectáreas con potencial para ser usadas en agroindustria están disponibles para su uso en Colombia, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura. Hasta el momento hay siete millones en uso.

Según Sectorial.co, el sector pecuario será uno de los que contribuirá al potencial de la agroindustria. Cifras de esa firma señalan que las exportaciones del segmento de ganadería bovina se duplicaron en 2020, comportamiento que mantuvo en 2021. A julio, las ventas externas de carne bovina ascendieron a $120 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de 104,1 % con respecto al mismo periodo del año anterior. Las exportaciones de animales vivos alcanzaron los $86 millones de dólares, un 18,8 % más que en el 2020.

Los cálculos de Sectorial.co son que en 2022 la industria agropecuaria crecerá 3,1 %. Uno de los argumentos que respalda esa proyección es la aprobación en el Congreso de un proyecto que fomenta el consumo interno de carne bovina y establece condiciones de sanidad con fines de consumo y exportación.

El segmento de la avicultura tuvo buenas noticias ya que en julio pasado el país fue declarado libre de la enfermedad Newcastle, lo cual favorecería la exportación de los productos del sector. De acuerdo con el presidente de Fenavi, hacia el corto y mediano plazo, el sector avícola colombiano tiene como meta lograr exportaciones por 560 millones de dólares.

El café será uno de los productos que más dinamice la economía el próximo año, ya que, de acuerdo con Deiby Rojas, gracias a los altos precios internacionales y a que Brasil, uno de los principales productores mundiales, está teniendo problemas estructurales en sus cultivos, lo que significa una oportunidad de mercado para el grano nacional.

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En potencial para sembrar, las plantaciones forestales cuentan con 25,9 millones de hectáreas, la palma de aceite 21,5 millones de hectáreas y la cebolla cabezona, 16,8 millones.

Otro producto agrícola que tiene gran potencia es el maíz, de acuerdo con Julio Escobar Potes, analista del Banco de la República.

“De maíz se habían traído 3.045.662 de toneladas a junio de 2021 por valor de US$842 millones de dólares, y el año pasado se pagaron US $1184 millones de dólares por 6,1 millones de toneladas de maíz. El grano podría sembrarse en 400.000 hectáreas y generaría más de 400.000 empleos directos y abastecería la industria de concentrados y proteína para el sector. Solamente en Vichada hay 600.000 hectáreas ociosas que están en manos de unos cuantos nuevos propietarios adquiridas hace menos de 20 años”, explica.

Por otro lado, para Francisco Lourido, exgobernador y expresidente ejecutivo de la SAG Valle del Cauca, es fundamental que en 2022 el país se concentre más en los cultivos no tradicionales.

“Este es el momento de aprovechar mejor la tierra. Hay mucho potencial en zonas de ladera en las que se podría sembrar aguacate. No solo hay enorme demanda de este producto en muchos países del mundo, lo que significa que el valor de exportación es alto, también tiene un impacto positivo nacional porque genera empleos directos. Se debe pensar en desarrollar una industria alrededor del aguacate que sirva para generar un círculo virtuoso”, dice el líder gremial.

En cuanto a los retos que deberá enfrentar el sector en 2022, Julio Escobar cree que “el mayor obstáculo es que no se han iniciado desde ya los planes de completos para incrementar la producción enfocada en reemplazar materia prima importada para el agro, también se debe determinar la utilización de los dineros de peajes para las vías terciarias de ladera para acondicionarlas y que así se puedan conectarse con los puertos de despacho y centros de transformación de la producción agrícola”.

María Claudia Lacotoure,
presidenta de AmCham Colombia anticipa una capacidad exportadora nadional de hasta $20.000 millones para el próximo año.

Añade que es clave que el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, Finagro, centre sus esfuerzos en apoyar a pequeños agricultores, en especial del Valle, en donde hay posibilidad de mejorar los sembrados de tubérculos.

“En 2022 se requiere una gran orientación del crédito Finagro hacia los pequeños agricultores del suroccidente Colombiano que aportan alrededor de un tercio de los alimentos agropecuarios al resto del país, en especial los tubérculos, para tratar de bajar la inflación con una abundante oferta”.

Finalmente, desde el Ministerio de Agricultura también tienen proyecciones positivas de cara al 2022 en este sector. “La palma de aceite es uno de nuestros sectores estratégicos y que más contribuye en las exportaciones de nuestro país, hoy con un mercado de exportación donde la tonelada de aceite se sitúa en más de US$1.000, un precio histórico para Colombia. La cebolla de bulbo que es un cultivo netamente de la economía familiar campesina y las plantaciones de cultivos forestales pueden ayudarnos a crecer y a cumplir además los objetivos ambientales del milenio”, explicó hace algunas semanas Juan Gonzalo Botero, viceministro de asuntos agropecuarios.

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La industria del cannabis medicinal también representa una oportunidad para el sector agrícola del país. Según Procolombia, a 2030 las exportaciones de extracto de cannabis medicinal alcanzarán un valor de $1733 millones de dólares, ubicándose en el segundo rubro de las exportaciones no minero-energéticas del país.

Este año fue clave gracias a que el presidente Iván Duque firmó un decreto que permite el acceso seguro e informado al uso de esta planta y autoriza la exportación de flor seca con fines exclusivamente medicinales. Esto, según los expertos, incentiva a la industria farmacéutica a producir, además de la industria de los alimentos y bebidas a base de cannabis. El uso del cáñamo abre la puerta a la fabricación y exportación de textiles. Este es un sector cuyo valor estimado de mercado global es de US$3.041 millones, para 2025 podría llegar a US$64.000 millones.