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Luisa Jansasoy durante las instrucciones previas al salto en paracaídas. | Foto: Foto: Cortesía Luisa Jansasoy | Especial para El País

El día que me cambió la vida: saltar en paracaídas, el trágico regalo de cumpleaños de Luisa Jansasoy

Planeó con casi un año de anticipación un salto en paracaídas para celebrar su cumpleaños, pero no tenía previsto el desenlace de esa aventura. Esta es la historia de Luisa Jansasoy, una mujer caleña que sufrió un accidente a inicios del mes de febrero en Rozo, Valle, y así le cambió la vida.

5 de mayo de 2019 Por: Camilo Osorio Sánchez | Subeditor de Elpais.com.co

Fueron los minutos más felices de su vida. Había soñado tanto con ese momento, planeado todos los detalles, ahorrado el dinero necesario y convencido a una amiga para que la acompañara en esa aventura, que aún no puede creer que ese día le cambió la vida.

Lanzarse en paracaídas era el regalo que quería de cumpleaños y aunque deseaba hacerlo desde el año anterior, lo había postergado para el primer domingo de febrero de 2019, justo un día después de cumplir 31.

La idea llegó por recomendación de Will Smith y su video lanzándose en paracaídas sobre la majestuosidad de Dubái, anécdota que compartió en redes sociales asegurando que “en un segundo te das cuenta que es la experiencia más feliz de tu vida”.

“Y sí, mientras estuve en el aire fui inmensamente feliz”, recuerda Luisa Jansasoy, hasta que la sonrisa se desprende de su cara y las imágenes de dolor que vuelven a la memoria empañan la escena, porque ese día también fue muy triste: sufrió el accidente que la dejó parapléjica.

Salió temprano de casa en compañía de Óscar, su pareja; su hija de seis años y una amiga cercana que se lanzó con ella desde la avioneta. El indicador de combustible del carro estaba en el nivel mínimo, aunque suele mantener lleno el tanque de la gasolina.

Activó la ‘app’ del celular para que la guiara por la vía más rápida y condujo hacia el corregimiento de Rozo, cerca al aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.

Pasaba el tiempo y más salía el sol, pero la ‘app’ en vez de guiarla, la llevaba por el camino que más la alejaba del punto donde debía encontrarse con los instructores de Halcones Paracaidismo, la empresa con la que contrató el vuelo. Y aunque se estaba tardando en llegar, insistió hasta que dio con las coordenadas de su cita. No supo leer las señales de la vida, piensa ahora.

Las instrucciones de los pasos que debía seguir al lanzarse de la avioneta las vivió con emoción. Óscar había llevado un pastel que estaba decorado con la figura de una mujer en paracaídas para celebrar la fecha especial y ella posó para un foto que tomaron con el celular. Los próximos 20 minutos fueron abordo de la aeronave que ascendía entre las nubes y se alejaba del tapiz de caña, hasta que llegó la hora de saltar.

“En ese momento no sentí miedo, no sentí un vacío, solo mucha felicidad de estar allí”, hasta que segundos después, no recuerda cuántos, sintió que la jalaron con fuerza de la espalda y terminó girando en el aire.

“¡Ay Dios!”, fue lo que exclamó el instructor que estaba atado a su espalda, en un intento por controlar algo que Luisa aún no conocía.
Saltaron a 10 mil pies de altura y la falla en la salida del paracaídas ocurrió cuando llevaban 5 mil metros de caída libre. Luisa recuerda que le ofreció al instructor sostener las cuerdas del paracaídas, mientras él buscaba soluciones con sus herramientas, hasta que se activó el paracaídas de reserva y soltó la cúpula del paracaídas que se desplegó inicialmente.


En la tierra, Óscar grababa con el celular ese punto azul que giraba en el cielo, pero no estaba seguro sobre el peligro de la situación que veía. Y en el cielo, el susto ya se había apoderado de Luisa quien solo escuchó que le dijeron “piernas arriba”, segundos antes de la aparatosa caída.

“Él cayó encima mío, sus piernas estaban a la altura de mis brazos, yo fui la que recibí el impacto. Cuando él se retiró el arnés y se zafó de mí, llega el dolor más horrible que haya podido sentir en mi vida”.

Cayeron en campo abierto de una finca del sector, a dos kilómetros, aproximadamente, del punto acordado para el aterrizaje. Mientras el instructor se levantó y tomó su celular para pedir ayuda, Luisa continuaba en la tierra consternada por lo que pasó y sin poder mover las piernas. Eran cerca de las 9:00 a.m.

No se desmayó, ni perdió los recuerdos en la espera por la ayuda, que según sus cuentas tardó horas. En las cuentas de Alberto Salazar Restrepo, representante legal de Halcones Paracaidismo, la tardanza no fue tanta, pero el punto donde cayeron dificultó que el personal de su empresa llegara con mayor agilidad para brindarle primeros auxilios.

“Nosotros nos dimos cuenta cuando pasó el incidente con el paracaídas e inmediatamente el ‘staff’ salió hacia donde estaban ellos. Cuando nos confirmaron el punto exacto, enviamos tres carros para ubicarlos”, relata Salazar Restrepo, quien tiene más de 20 años de experiencia como paracaidista.

Luisa tuvo que ser asistida con ayuda de los Bomberos, luego la llevaron hasta una camioneta de la empresa para sacarlos del campo a la carretera. Solo en la vía fueron alcanzados por una ambulancia que la llevó hasta una clínica de Palmira.

Para ese entonces, Luisa ya sospechaba lo peor. El dolor que sentía en la espalda y la cintura era tan fuerte, que no podía ni llorar.

“Empiezo a preguntarme, ¿por qué lo hice?, tengo una hija, ¿por qué lo hice?”, y está segura que el amor que siente por Luciana la mantuvo consciente hasta el momento en que el médico, después de una cirugía de emergencia, confirmara que no podría volver a caminar.

Y así como se fracturó la vértebra L1 de su columna, empezaron a quebrarse sus planes a corto plazo, pues había sido aceptada para estudiar inglés en la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda, una de las metas que tiene por chequear antes de iniciar estudios de doctorado.
Es una coleccionista de medallas por su participación como aficionada en Taekwondo, patinaje y ‘running’, entre otras disciplinas que practica desde la adolescencia.

Una mujer con un perfil intachable que solo quería vivir una experiencia inolvidable.

Luisa Jansasoy contrató un salto Tandem que le costó $550 mil con la empresa Halcones Paracaidismo, a la que contactó a través de su página en la web y en Facebook.

¿Por qué se accidentó?

Por una presunta falla en el desempeño del paracaídas principal, lo que Alberto Salazar, de Halcones Paracaidismo, llama técnicamente “una mala función en la cúpula principal”.

Explica que por esa falla, “el instructor opera el paracaídas de reserva, como lo indica el procedimiento de emergencia. Cuando opera la reserva, sale la cúpula a volar, y la cúpula principal, que inicialmente no se había desplegado, se activa también. Eso genera una resistencia en las dos cúpulas”.

Agrega que el instructor tuvo que quedarse con uno de los dos paracaídas, en este caso fue la cúpula de reserva, y que mientras controlaba la emergencia, perdieron altura y velocidad para el aterrizaje.

Sin embargo, enfatiza que el instructor, con más de 10 años de experiencia, cumplió con las indicaciones del manual del fabricante.

200 personas saltan al mes con Halcones Paracaidismo. La empresa hace entre 10 y 12 vuelos diarios y presta servicios de salto Tandem y un programa de entrenamiento intensivo para paracaidistas.


El caso de Luisa Jansasoy es el primero de tal gravedad en los 25 años que tiene operando la empresa. No habían tenido otro que les implicara usar la asistencia médica con la que cuentan.

“Ella y su familia preguntan por una póliza. Tenemos una que es para turistas, cubre traslados y atención prioritaria para personas que no tengan servicio de salud. Pero las personas que van a practicar cualquier deporte, en este caso paracaidismo, tienen su servicio de EPS que son los que dan la atención. Por eso a ella la atendieron en la clínica de su EPS”.

Aclaró que cuando se contratan los servicios de paracaidismo, se firma un consentimiento, como el de una intervención quirúrgica. “Se informa que es una actividad que puede ser peligrosa y que puede tener lesiones”.

Tenga en cuenta

  • Si está planeado realizar un salto en paracaídas, verifique que la empresa prestadora del servicio cuente con la documentación legal.

  • Pregunte los detalles de la póliza para el servicio que vaya a contratar y cuál es el cubrimiento en casos de accidentes, lesiones y otros.

  • Consulte si la empresa tiene contratado un servicio de asistencia médica y de riesgos, diferente a la aseguradora.

  • Verifique que tipo de situaciones cubre el servicio de asistencia médica que tiene la empresa. Recuerde que usted puede adquirir por su cuenta el  servicio de asistencia médica.
  • Lea todas las líneas de los  documentos que firma previo a contratar servicios de seguros, asistencias y actividades que pueden representar un riesgo para su salud.

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