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El neurofisiólogo caleño que recibirá doctorado 'honoris causa' por su investigación sobre epilepsia

Por su aporte científico, el médico Norberto García Cairasco recibirá 'honoris causa' de la Usal, de España.

7 de mayo de 2022 Por: Luz Stella Cardona R.
El próximo 1 de julio, el profesor Norberto García Cairasco cumplirá 70 años. Sin embargo, sigue teniendo una mente inquieta en la que se plantea cómo construir un mundo más equitativo y amigable con el ambiente mayor. | Foto: Foto: Especial para El País

El neurofisiólogo Norberto García Cairasco, quien recibirá el Doctorado 'honoris causa' de la Universidad de Salamanca, USAL, España, por su investigación sobre epilepsia y el desarrollo de modelos animales de experimentación sobre esta patología, se declara un caleño raizal.

Nacido en esta ciudad, un 1 de julio de 1952, recuerda que su infancia estuvo marcada por la combinación de la exigente disciplina y bondad de su padre, Luis Carlos García, un contador empírico que trabajó en la Alcaldía, y el amor y calidez de su madre, Flor de María Cairasco de Garcia, enfermera de profesión.

El tercero de seis hermanos, vivió sus primeros años de infancia en Siloé, que rememora como un barrio idílico lejos de la violencia y desigualdades que sacuden hoy este populoso sector ubicado al occidente de Cali.

"Me gustaría ir a Siloé a hacer trabajos de Educación, de Arte, para mostrar quién es un científico. Que es una persona de carne y hueso, que sufre, que le duelen las rodillas como a mí de tanto jugar fútbol; del que se elaboran unas imágenes como de un ser sobrenatural y no, hay que desmitificar al científico, porque nosotros tenemos una gran responsabilidad social".

El arte de la ciencia

Sus estudios de primaria los realizó en el colegio San Juan Bosco, pero, afirma, fue su abuela materna, María Anunciación Cairasco, quien le enseñó sus primeras letras.

Desde 'chiquito', le gustó mucho el estudio, lo que supo combinar muy bien con otra de sus pasiones: el dibujo. Precisamente, en su trabajo como investigador ha logrado conjugar Neurociencia y Arte para generar un impacto en la educación.

El interés de sus padres fue siempre que sus hijos estudiaran, convencidos de que el estudio sería lo que haría la diferencia. Por eso, en 1964, cuando vivía en el barrio Industrial, es enviado al Seminario Salesiano, en La Ceja, Antioquia, donde estuvo internado durante cinco años (de los 12 a los 17 años).

La idea de sus padres era que se convirtiera en sacerdote, pero no resultó. En cambio, aprendió de arte, de música, educación, (inclusive física / deportes), filosofía e historia, asignaturas que cimentarían en su vida las bases profundas del conocimiento.

De regreso a Cali, se matriculó en el Colegio Politécnico Municipal donde terminó sexto de bachillerato y en 1972 ingresó a la Universidad del Valle alcanzando el título en Biología un 9 de abril de 1976.

Once días más tarde, con un pregrado solo como currículum, se vinculó a la Universidad Industrial de Santander, UIS, para dar clases de Genética y Biología. Contaba con 23 años de edad.

Sería esta alma máter la que trazaría su destino. Cierto día, señala el profesor García Cairasco, apareció un concurso para profesor de Fisiología en la Facultad de Medicina de la UIS. Presentó el concurso que ganó en primer lugar, pero como no era especialista, la Universidad le exigió hacer un postgrado.

Gracias a una beca que obtuvo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, viajó a Brasil, para estudiar en la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto, en la Universidad de São Paulo.

Entre 1980 y 1984 adelantó el Magíster y el Doctorado, luego de lo cual volvió a la Universidad Industrial de Santander no solo con dos título bajo el brazo sino también con una esposa. En el 83 se casó con la psicóloga brasileña, Cássia María Liserre Leone, quien para esa misma época adelantaba su Doctorado. "Nos conocimos justamente en un convento. El profesor Miguel Rolando Covian, argentino quien fundó el Departamento de Fisiología, me recibió en Brasil y me llevó al Colegio Vita et Pax, convento de las Benedictinas que también era alojamiento para estudiantes, profesores y visitantes. Allí conocí a Cássia María con quien después de tres años de noviazgo nos casamos y el Profesor Covián, gran inspiración, sería mi padrino", cuenta.

Un breve retorno a la UIS

Su paso por UIS después del postgrado fue breve. Solo tres años, pues en el 87 decidió regresar a São Paulo, luego de ser invitado como profesor de la reconocida Universidad que lleva el mismo nombre, cargo que aceptó una vez terminados sus compromisos en Colombia con la UIS y Colciencias.

Un año más tarde, viaja a Carolina del Norte, Estados Unidos, para adelantar su Post Doctorado en el Duke University Medical Center, donde vivió por dos años.

Desde entonces, y aunque su base de trabajo sigue siendo Brasil, país que siempre lo acogió, se la pasa viajando a muchos lugares del mundo para adelantar sus actividades de investigación, conferencias, simposios, cursos, etc.

Salamanca y su estrecho vínculo

Las líneas de investigación del profesor Norberto García Cairasco, Director por más de 30 años del Laboratorio de Neurofisiología y Neuroetología Experimental y Jefe del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto, Universidade de São Paulo, son la epilepsia y alteraciones neuropsiquiátricas asociadas como ansiedad, depresión y el Alzheimer.

"Son enfermedades que se conjugan mucho. O sea, el individuo tiene epilepsia e inmediatamente viene con ella la depresión y ansiedad", sostiene García, quien coordina además, en el Instituto de Estudios Avanzados de la misma Universidad el 'Grupo de Estudios: Red Ciencia, Arte, Educación y Sociedad'. El vínculo con la Universidad de Salamanca empezó a forjarse en el año 85 cuando obtuvo en Madrid, España, el segundo lugar en el Premio Iberoamericano de Epilepsia, por su Tesis Doctoral.

Desde el 2001 fue un invitado recurrente a este claustro universitario como Docente, Investigador, Organizador de Eventos y Coordinador de Proyectos (USP-USAL, FAPESP-USAL) entre la Universidad de São Paulo y la de Salamanca, junto a su colega Dolores López, del Instituto de Neurociencias de Castilla y León.

Justamente, en el 2014 recibió el título de 'Huésped Distinguido de Salamanca' del Ayuntamiento de esa ciudad.

Y el pasado 21 de abril, la Universidad española lo notificó de que recibiría el Doctorado 'honoris causa', en reconocimiento a toda su trayectoria como docente e investigador, además de ser referente mundial en el estudio de la epilepsia.

Según la USAL, "uno de los principales activos", del profesor García Cairasco, ha sido impulsar la creación de redes de colaboración entre investigadores de diferentes países. "Cuenta con 449 coautores que revelan su capacidad de colaborar e integrar diferentes grupos y líneas de investigación", de acuerdo con López.

El profesor, por su parte, al conocer este reconocimiento, solo tiene palabras de agradecimiento para Cali, la ciudad que lo vio nacer; la Universidad del Valle; la UIS que lo acogió y la Universidade de São Paulo, que es como su segundo hogar.

"El Doctor 'honoris causa' es un reconocimiento a toda una carrera, pero también a un trabajo de cooperación durante veinte años entre Salamanca y nuestro laboratorio en São Paulo", afirma.

Sin embargo, insiste, no debe ser mirado como una tarea hercúlea, sino la de un hombre común, que nació en Cali, vivió en Siloé, que ama ir de paseo a Colombia, comer chontaduro, sancocho de gallina, bailar salsa (durante 16 años tuvo un taller de danzas caribeñas con su esposa).

Que también se reconoce simultáneamente: 100% de Colombia, 100 % de Brasil, que ama a su esposa y a sus hermanos, Carlos Fernando, Diego José, María Elizabeth, Jorge Andrés y Ana Beatriz. Un hombre que vive preocupado por la educación, y quiere contribuir continuamente a Colombia, a Brasil, a América Latina y al mundo.

Y que, confiesa, sin ningún asomo de arrogancia, que si muriera ahora mismo, moriría feliz, no sin antes señalar que sueña con ayudar a valorizar las culturas originarias que habitaban y habitan estos territorios, entender su propia ancestralidad, para buscar el construir entre todos un mundo plural, de los múltiples saberes que respete la diversidad del hombre y, al mismo tiempo, su singularidad, y su importante responsabilidad en nuestra casa planetaria.

Esto solo se consigue, enfatiza, con esa unión entre Ciencia, Arte y Educación. “Si pudiera resumir mi vida te diría que personas comunes y corrientes, si tienen oportunidades desde el escenario inicial familiar y tienen oportunidades para estudiar, la consecuencia será una suma exponencial para el resto de la vida".

El otro aspecto, destaca, es como científico hacerse visible para la sociedad. Entonces van a las plazas públicas, a las escuelas, invitan niños y jóvenes al laboratorio; realizan talleres de Arte y Neuro (ciencia), para demostrar que el científico es de carne y hueso, y que ellos algún día también pueden serlo también.

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