El Valle, entre los departamentos con más quejas por atención en salud a nivel nacional

La Superintendencia Nacional de Salud manifestó ayer, en una jornada de ‘Diálogo con la Supersalud’ realizada en Cali, que el Valle del Cauca es el tercer departamento del país con mayor inconformismo de los usuarios, con un total de 118.448 quejas registradas este año.

“Nuestro propósito es proteger el derecho a la salud y este no está siendo reconocido de la manera en la que debería. En el Valle del Cauca se vienen presentando numerosas peticiones, quejas y reclamos, tanto en las entidades del régimen contributivo como del subsidiado”, expuso el superintendente de Salud, Ulahí Beltrán López.

La tasa de quejas del Valle equivale al 20 % del total de reclamos que se realizan en Colombia, y solo se ubica por detrás de Bogotá y Antioquia.

El ranking de las cinco entidades que hacen parte del régimen contributivo en el departamento con mayor inconformismo de sus usuarios son: Coosalud, Famisanar, Servicio Occidental de Salud (SOS), Salud Total y la Nueva EPS. Por el lado del régimen subsidiado, las empresas que lideran son: Emssanar (cuya tasa de reclamos por 10 mil usuarios casi duplica a las otras entidades), Nueva EPS, Coosalud y Asmet Salud.

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“Esto marca una tendencia, hay que revisar el nivel de cumplimiento de estas entidades porque no solo están para afiliar a las personas, tienen que corresponder en la atención para los enfermos y en la prevención para los usuarios sanos”, agregó Beltrán.

En el Valle del Cauca operan 10 Entidades Prestadoras del Servicio de Salud, EPS. Coosalud y Emssanar son las que más preocupan.

Por su parte, María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle, manifestó que permanentemente se hace un seguimiento a la atención en salud, lo que ha permitido, por ejemplo, bajar el número de tutelas radicadas contra las entidades del sector en el último mes, a pesar de la compleja situación económica.

“Venimos con un proceso de dificultades financieras que ha ido creciendo. La deuda solo para los hospitales públicos del Valle supera los
$ 800.000 millones, de los cuales, cerca de $ 200.000 millones son irrecuperables porque son consecuencia de las EPS liquidadas”.

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Las principales quejas de los usuarios se deben, principalmente, a las dificultades en el acceso a la atención, a la prescripción y entrega de medicamentos y otras necesidades y al acceso a servicios de alta complejidad.

Luciano Calderón es un usuario de salud que se volvió veedor tras un hecho lamentable. “Mi hermana, Celmira Calderón, perdió la vida en la Clínica Rey David porque no le brindaron la oportunidad de la atención”.

Y hay muchos casos similares. Laura Henríquez hace parte del régimen subsidiado. A ella le diagnosticaron cáncer de mama el pasado mes de junio y desde entonces está a la espera de que le aprueben su tratamiento.

Algunos usuarios de salud presentes en la jornada propusieron crear mesas de diálogo con las EPS para dar solución de manera más pronta a sus peticiones.

Una de las primeras tareas que ya se realizó, hace unas semanas, fue destinar alrededor de $ 848.000 millones de recursos de las reservas técnicas de las EPS para abonar al pago de cartera de más de 1200 prestadores de salud públicos y privados.

“Esto se hizo para dar un oxígeno financiero a las entidades, incluidos hospitales públicos del Valle del Cauca, Cauca, Putumayo y de Nariño, y también a las IPS. Ya estamos pensando hacer modificaciones a la norma que permitió esa desinversión para hacerla más amplia y así darle más recursos no previstos a esos prestadores de salud”, contó Beltrán López.

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El organismo también anunció que va a trasladar su plataforma operativa de oferta de servicios a Cali, durante los días 9, 10 y 11 del próximo mes. En estas jornadas se atenderán las necesidades de los usuarios, se resolverán sus inconvenientes, se hablará sobre la calidad del servicio, las Empresas Sociales del Estado, entre otras cosas.

La Supersalud destacó que las Empresas Sociales del Estado también presentan muchos reclamos en todo el país, pero que, como red estatal, es necesario fortalecerlas, a pesar de dos grandes dificultades que acarrean.

Una de ellas es su situación financiera. “La fragilidad es tal que se encuentran expuestas a la voluntad de pago de las EPS. La relación comercial está pasando más por condiciones de contratación informales que formales”, cuestionó Ulahí Beltrán.

El otro inconveniente es de gobernabilidad, es decir que, según la Supersalud, los gerentes de las ESE han generado un distanciamiento con las administraciones, perjudicando al organismo y a los usuarios.