"Empresas necesitan más apoyo para reactivarse", director del Ciev

Los empresarios y gremios del Valle del Cauca creen que durante este año se logrará la estabilización de las organizaciones y que se volvería a crecer en 2022.

Esto porque aún la pandemia no se ha controlado y hay cierta incertidumbre sobre lo que depare el 2021. De ahí que Edwin Maldonado, director del Comité Intergremial y Empresarial del Valle, Ciev, dice que lo más importante es dar señales de confianza para los empresarios y para los hogares, de manera que se pueda recuperar la inversión y el consumo.

Esta semana los representantes gremiales de la ciudad tendrán una reunión con la Administración Municipal para debatir las propuestas que se han hecho para la reactivación, las cuales plantean subsidios y ayudas, y hoy tendrán un encuentro con el director de la Dian para discutir la posibilidad de realizar cambios en el calendario tributario.

¿Cómo ve la situación económica del Valle del Cauca?

El Valle se supo reponer a la crisis que tuvo todo el país, gracias a que tenemos un tejido empresarial diversificado, algunos sectores inclusive se pudieron beneficiar. Sin embargo, muchas empresas perdieron empleos. Desde septiembre se fue dando una recuperación paulatina, pero esa reapertura se ha visto contrastada con la poca dinámica del consumo, no se ha recuperado totalmente la demanda y eso ha hecho que muchos negocios aún no sean sostenibles, no tienen ventas suficientes que les permita consolidar y recuperar el empleo perdido, que es una de las mayores preocupaciones.

Vemos que sí hay una reapertura, pero faltan estímulos y ayuda para que haya una reactivación económica.

¿Qué estímulos han propuesto?

El Paef (Programa de Apoyo al Empleo Formal), como subsidio a la nómina, fue algo que sirvió mucho, pero lastimosamente de 120.0000 empresas que hay en el Valle solo les ha llegado a 7000, esa es una realidad. Igualmente, cuando analizamos las cifras de las líneas de crédito que se han dispuesto a nivel nacional, comprobamos que alrededor de unas 10.000 empresas de la región han podido acceder a estos mecanismos de financiación, hay muchas otras que no lo han podido hacer. Las compañías necesitan capital de trabajo y recursos para la reconversión productiva y no los tienen.

Por eso lo mínimo que pedimos, en el corto plazo, es que se aliviane la carga que tienen que cumplir en materia de impuestos, modificando el calendario tributario, condonando intereses y reduciendo el impuesto Predial.

Asimismo, mirar cómo se ayuda con un incentivo al tema de arriendo y servicios públicos, teniendo en cuenta la afectación que han tenido muchas empresas, esto condicionado a que se demuestre la falta de ingresos.

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¿Dar estos estímulos está en manos del gobierno local o nacional?

Debe ser una mezcla. Le solicitamos a la Dian revisar el calendario tributario, mirar cómo se puede pagar los impuestos con cuotas, acelerar el tema de las devoluciones de saldos de IVA que eso ayudaría al flujo de caja de las empresas. De otro lado, hay impuestos que tienen que ver con los entes territoriales y se debe revisar hasta donde se puede fiscalmente para que se incentive la recuperación del empleo.

¿La Alcaldía ha escuchado estas propuestas, cómo va la articulación con la Administración?

El año pasado nos fue muy bien en esa parte, tanto con la Gobernación, los municipios y la Alcaldía de Cali nos articulamos para proteger el tejido productivo y luego para que existiera una reapertura segura y responsable.

Sin embargo, este año nos encontramos con una desarticulación, medidas que fueron tomadas sin hacer una socialización pertinente, eso complicó la operación de muchas empresas, hubo sobrecostos de alrededor de $30.000 millones diarios por los toques de queda continuos y no entendíamos porqué se tomaron las medidas sin consultar, sin estudios de impacto. Además, Fedesarrollo calculó que la afectación en el Valle estuvo entre $0,9 billones y $1,4 billones.

Desde eso hemos intentado generar un diálogo con Alcaldía de Cali, la semana pasada logramos tener una reunión con el Alcalde, en la cual se comprometió a entablar una mesa de trabajo permanente, que habíamos solicitado desde hace más de un mes, y esperamos que esta semana podamos retomar esa articulación para encontrar medidas conjuntas que permitan detener el contagio, para que no haya necesidad de cerrar, y, por otro lado, mirar las propuestas y establecer cuáles son viables. Necesitamos saber si se puede o no para tomar otra serie de medidas.

¿Qué otras iniciativas de largo plazo han planteado?

Este año hay que consolidar una hoja de ruta para la reactivación.

Más allá de los alivios, hay que mirar cómo las empresas pueden acceder a capital de trabajo, estas necesitan ayudas más grandes que les permita acomodarse a la nueva realidad en términos de transformación digital, comercio electrónico, trabajo remoto y eso implica recursos.

Además, hay unas brechas de capital humano que no permiten que las compañías puedan conseguir los colaboradores que están buscando, hay que trabajar en eso para que en el corto plazo no se pierdan las oportunidades.

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¿Pensando ya en este año, qué expectativa tiene el sector empresarial?

Los resultados dependerán mucho de como se manejen las medidas de aquí en adelante, la incertidumbre no permite que se recupere el empleo ni la inversión.

Hay que tener en cuenta que todo dependerá del éxito del programa de vacunación, eso será un proceso lento, es decir que este año no estaremos plenamente abiertos, se mantendrán algunas restricciones. Por eso creo que 2021 será un año de estabilización, en el cual debemos trabajar coordinados para reactivar el empleo, enviar buenas señales para que se recupere el consumo y la inversión y vuelva la confianza y la certidumbre.

Esperaríamos que 2022 tenga una senda más fuerte de recuperación que nos permita superar los indicadores antes de pandemia.

Buenaventura ha vuelto a ser noticia por la violencia, ¿eso está afectando los negocios?

Es una situación que nos preocupa porque Buenaventura es una representación de un problema que tenemos como región. Es una guerra entre grupos criminales, pero realmente hay un trasfondo social de falta de oportunidades que debemos solucionar, además de generar una presencia integral del Estado en todo el Litoral Pacífico.

La situación afecta la confianza en la inversión y la tranquilidad de las empresas, por eso pensamos que se debe trabajar en soluciones de largo plazo, no sirven medidas de un mes o dos meses. Esto debe estar acompañado de temas sociales, de generación de oportunidades, emprendimiento y como complemento acelerar los proyectos que hemos venido impulsando como región desde hace muchos años que tienen que ver con Buenaventura como la carretera, el dragado, el aeropuerto, que más allá de la competitividad también pueden generar oportunidades para la población.

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