Las historias de los agentes de tránsito que vigilan a Cali de noche

Lo más difícil del turno inicia cuando la penumbra y el silencio comienzan a fusionarse, y el arribo de la madrugada difumina la barrera entre el día y la noche, la alegría y la tristeza, la vida y la muerte.

En medio de ese espacio temporal, la patrulla nocturna de la Secretaría de Movilidad sale a las calles casi desoladas para registrar, reportar e investigar los diferentes siniestros viales que se presentan en Cali.

Basta con que suene una llamada —que entra por la línea 127— para que se activen las diferentes unidades que laboran en el horario nocturno, un turno en el que tienen que presenciar una dura realidad, la de la imprudencia al volante de los caleños.

De acuerdo con un informe realizado por Cali Cómo Vamos, en la ciudad se están presentando 30 siniestros viales por día. El más mediático de todos —y el que también encendió las alarmas— fue el del pasado lunes 11 de abril, cuando una camioneta en la que venía el reconocido exfutbolista Freddy Rincón, chocó violentamente contra un alimentador del MÍO.

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El accidente, que ocurrió sobre las 4:30 de la madrugada y acabó con la vida del eterno volante, es uno de los más de 2900 casos que se han presentado en lo que va del año.

Ubicada en el barrio Salomia, al norte de la ciudad, las instalaciones de la Secretaría tienen el Centro de Gestión —también llamado Ceges— que cuenta con tecnología de punta para tener un control de lo que ocurre en la ciudad en materia de tránsito: en su salón de apoyo logístico, un enorme mapa de Cali, que muestra cómo está el tráfico de las vías en tiempo real, apoya el trabajo de los agentes, mientras que a un costado están instaladas seis pantallas en donde se puede ver, en video, el estado en algunas de las calles y avenidas principales de la ciudad.

Yadira Lugo Tenorio, coordinadora de la Secretaría de Movilidad, asegura que, si bien hay casos de accidentes producidos por conductores que se han encontrado en estado de alicoramiento, la mayoría de los siniestros en la noche suceden a causa de la imprudencia de las personas al ver las calles vacías.

“Hay accidentes por prelación de vías, giros que están prohibidos y cruces de semáforos en rojo”, indicó la agente.

De acuerdo con Yadira, los martes, miércoles y jueves son los días en los que menos accidentes se presentan. Esta tendencia se da también en los días de lluvia, pues según sus palabras, el caleño evita salir por el frío.
Por otro lado, las jornadas que presentan mayor congestión son las de los viernes, sábados, domingos y hasta lunes.

Julio Andrés Duque, agente que lleva 19 años trabajando en la dependencia de Movilidad municipal, considera, no obstante, que el pico de mayor accidentalidad en el turno nocturno va de las 6:00 de la tarde a las 10:00 de la noche.

“Nosotros hacemos la recepción de los accidentes. Cuando ocurre algún caso ubicamos a la unidad más cercana para que el trayecto sea menor y podamos responderle mejor a la ciudadanía”, cuenta.

Jorge Enrique Hoyos, adscrito a la unidad de criminalística, ha tenido que ver de cerca el rostro de la muerte, cada que debe ir a hacer un levantamiento de cuerpo después de un accidente que haya dejado fallecidos.

“Lo más difícil es cuando alguien fallece en la vía y llegan sus familiares. Se siente el dolor de esas personas al ver a su ser querido muerto o dentro de una bolsa plástica”, afirma con una mirada severa.

En medio de la noche y frente al hospital San Juan de Dios —donde el pasado miércoles fue a recoger un cadáver— Jorge Enrique relata el caso que más lo ha conmocionado en 26 años de carrera.

“Una vez llegamos con un compañero a hacer una inspección y cuando destapamos la sábana para ver al fallecido, vimos que era un niño. Eso me dio duro porque tenía más o menos la edad que tenía mi hija. Con el otro agente salimos a tomar aire y luego regresamos a hacer el trabajo, porque alguien lo tiene que hacer”, aseguró.

Hoyos cuenta que la Unidad Criminalística cuenta con tres vehículos, uno de topografía judicial, otro que contiene un laboratorio técnico en criminalística y el necromovil, que transporta el cuerpo de los fallecidos.
Según su experiencia, lo más importante para esclarecer un caso es llegar pronto al lugar de los hechos para que la escena del accidente no sea alterada. “Una ubicación y hasta una huella pueden resolver un caso”.

Las evidencias y posteriores informes de los siniestros son enviados por medio de un sistema a la Fiscalía.

Trabajar en el turno nocturno implica hacer una serie de sacrificios a nivel humano. “Diciembre, cuando Cali está en Feria, es la época de más trabajo. Los días especiales como el 25 y el 31 de también se trabajan y nosotros no dormimos”, contó Yadira.

Julián Duque, por su parte, asegura que las personas que hacen turno nocturno, cuando el nivel de trabajo baja, empiezan a conversar sobre las vivencias de la jornada, lo que los convierte, en pocas palabras, en una familia con lazos de amistad.

Dentro de las instalaciones de la Secretaría, relata que a muchos los han “asustado” algunos ruidos que se escuchan en las noches en espacios como los baños y los patios, pero a ellos ningún temor les quita el amor por realizar un oficio casi anónimo, pero de vital importancia para Cali.

Las pruebas de alcohol también son claves para determinar las causas de un accidente.

Luis Roberto Biojó, agente especializado en esta labor, aseguró: “para realizar una prueba nosotros tenemos unas actas que se llenan con los datos del usuario. Cuando es positiva, una muestra va a la fiscalía”.