¿Llegó la hora para que la Policía cambie la vigilancia por cuadrantes?

En 2010 el modelo de los cuadrantes de la Policía se creó como una alternativa para reforzar la seguridad en las zonas urbanas más vulnerables de las ciudades, entre ellas Cali, lo que produjo inicialmente un éxito importante, pero en los últimos años esa estrategia se viene desdibujando. Tanto, que son constantes las quejas de los ciudadanos debido a que este esquema de vigilancia perdió agilidad para combatir las nuevas dinámicas criminales.

Uno de los reclamos más recurrentes es que a los cuadrantes les falta mayor acercamiento con las comunidades, y porque operan con una demarcación inflexible de territorios lo que les resta inmediatez cuando ocurren delitos en los barrios.

En ese sentido, el exdirector del Observatorio para la Seguridad en Cali, Álvaro Pretel, sostiene que “cambiar ese modelo es oportuno porque de nada nos sirven patrullajes en sectores donde no se necesitan, para enfocarlos en otros con respuestas rápidas debido a la constante migración delictiva”.

Esa baja operatividad la confirman los líderes comunitarios. “Se llama a un cuadrante porque atracaron a un vecino, y es tal la demora, que cuando los policías llegan, los ladrones ya han escapado”, dice un líder comunal del oriente caleño, quien prefirió reservar su identidad. Lo peor, agrega, es que si alguien denuncia haber sido víctima de los antisociales “se desanima porque los agentes de un cuadrante dicen que el sector no les corresponde”.

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Un episodio como el anterior lo vivió un grupo de reporteros del periódico Q’hubo cuando en diciembre del 2020 su carro fue apedreado en una calle del oriente de la ciudad. Tras el hecho, los periodistas pidieron ayuda al CAI cercano al Colegio Nuevo Latir, pero uno de los patrulleros les respondió que “esa no era su zona” y no les podía ayudar. El atacante huyó.

En la capital del Valle hay distribuidos 269 cuadrantes para cubrir grandes sectores con dos uniformados cada uno en tres turnos.
A juicio de la concejala Alexandra Hernández, tales cifras ratifican que el pie de fuerza en Cali continúa siendo insuficiente, y recuerda que “antes se contaba con 340 cuadrantes, pero ahora tenemos 70 menos para cubrir 249 barrios y los corregimientos”.

Recalca, asimismo la concejala, que la ciudad solo dispone de 5.885 policías para el área metropolitana, que la conforman seis municipios, de los cuales el 15% está (o estuvo) en aislamiento por Covid-19, lo que redujo su presencia en las calles.

Lo anterior se explica, dice el secretario de Seguridad y Justicia, Carlos Alberto Rojas, por las jubilaciones de policías ordenadas mediante un fallo, lo que incidió en un menor número de uniformados en servicio. Una de las soluciones es reasignar parte del personal administrativo de la Policía para tareas operativas, entre ellas reforzando el sistema de cuadrantes.

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Frente a tal panorama, el concejal Fernando Tamayo sostiene que “el concepto de cuadrantes se volvió estático y contrario a la realidad delictiva que vive la ciudad hoy”. Pone de presente “que la delincuencia tiene ahora mayor movilidad, por lo que se debe reformar ese modelo”.

Precisamente una reforma los cuadrantes para convertirlos en unidades móviles con apoyo mutuo sin distingo de territorios, alcanzó a plantear el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, meses antes de su fallecimiento. Ese cambio se considera urgente, ya que pese a las restricciones por el Covid-19, los hurtos callejeros, los robos en el MÍO, las extorsiones y el microtráfico no dan tregua. Eso llevó a que el 75% de los caleños consideren sentirse inseguros, según un sondeo del programa ‘Cali Cómo Vamos’.

Los concejales Hernández y Tamayo estiman que podría ser una de las soluciones a corto plazo, pero es fundamental que Cali tenga más policías, pues preocupa que el 2021 inició con 1500 denuncias de hurtos a personas, a quienes los delincuentes intimidan ahora con armas traumáticas.

El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, ha dicho que “en adelante los cuadrantes serán más dinámicos con un cambio en los límites territoriales, transformando de paso los patrullajes a partir de las denuncias ciudadanas y los reportes a la línea 123, más los casos conocidos durante el servicio de vigilancia”.

Al respecto, el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Carlos Alberto Rojas, responde que “ya se hizo una reforma al modelo de los cuadrantes policiales con una nueva estrategia para el caso específico de Cali la cual se presentará el sábado 20 de marzo con la asistencia de los Ministros de la Defensa y del Interior”.

Esos cambios formarán parte del plan integral de seguridad e inteligencia que regirá durante lo que resta del 2021.  Así las cosas, Cali necesita reducir los niveles actuales de inseguridad, y en especial la tasa de homicidios, ya que la ciudad no resiste más delincuencia en medio de una pandemia que muchas tragedias ha causado.

Concejales y analistas se quejan porque la ciudad tiene asignados este año apenas $55.000 millones para el tema de seguridad, cuando lo ideal serían alrededor de $85.000 millones.

Para tal efecto, la Alcaldía proyecta adicionar $10.000 millones a dicho presupuesto a partir de giros de la sobretasa a la energía que se cobra en el departamento del Valle.

La gobernadora Clara Luz Roldán y el alcalde Jorge Iván Ospina dialogaron hace poco sobre ese tema, y la idea es que una parte de esos dineros recaudados que le corresponden a Cali sean girados de manera oportuna.

Esos recursos podrían ser invertidos en una nueva estación de Policía, lo mismo que en temas de logística, como motocicletas o vehículos para reforzar la vigilancia en los barrios.

Con base en esa disponibilidad de dineros adicionales, la idea, dice el Secretario de Seguridad, es contar con al menos $70.000 millones durante el 2021.

Cali pondrá en marcha a partir de este año una nueva estrategia para la seguridad ciudadana. De acuerdo con el secretario de Seguridad, Carlos Alberto Rojas, la misma consistirá en reforzar la tecnología en videovigilancia y asistencia remota como respaldo al despliegue de las patrullas y cuadrantes.

“Eso permitirá tener una mayor cobertura territorial ante la imposibilidad de contar con otros 2300 o 3000 agentes de Policía”, dice el funcionario, al señalar que “confiamos en tener un buen año, ojalá con menos de mil homicidios”.

Esa estrategia permitirá enfocar principalmente esfuerzos en 60 zonas o territorios identificados por la Policía, cuya presentación se hará el próximo 20 de marzo.

“Se trata de territorios de vida y puntos focales o de calor, donde habrá intervenciones no solo en seguridad, sino en el campo social y convivencia con una oferta de servicios a las comunidades por parte de varias secretarías”, señala Rojas.

Esa estrategia, anota, cubrirá inicialmente 20 puntos, y a medida que se interviene una zona se podrán definir otras con programas dirigidos a diferentes comunidades sociales de la ciudad, hasta lograr una cobertura total en dichos territorios donde hoy existen problemas de violencia por la presencia delictiva.

Asimismo, se desarrollarán soluciones transversales como la lucha contra el hurto y el microtráfico en esos mismos puntos durante las 24 horas del día.

De esta manera, se podrán combatir las estructuras criminales en esos sectores de alta complejidad.