CLARA LUZ ROLDÁN
Los desafíos que le esperan a Clara Luz Roldán en la Gobernación del Valle
Analistas mencionan algunos de los principales retos en materias como seguridad y obras, para avanzar en competitividad y calidad de vida.
Enfrentar el crimen organizado enquistado en zonas como el Cañón de Garrapatas o la parte alta de Jamundí y liderar la articulación con los municipios para sacar adelante macroproyectos como el Tren de Cercanías, hacen parte de los grandes desafíos que tendrá la nueva Gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán.
En sus cuatro años de gobierno, la sucesora de Dilian Francisca Toro tendrá también que lidiar con la caída en ventas de la Industria de Licores del Valle, principal renta del departamento; o con el preocupante aumento de la tasa de desempleo, un fenómeno presente en casi todo el país.
A nivel de municipios, uno de los que más necesita la atención de la Mandataria es Buenaventura, que continúa siendo el de mayores necesidades sociales. “La Gobernación debe jugar un rol importante en toda la agenda social de Buenaventura, que sigue teniendo necesidades en educación, salud, acueducto e infraestructura”, dice María Isabel Ulloa, directora de ProPacífico. Las urgencias sociales del puerto llevaron a que en el 2017 se realizara una de las mayores movilizaciones ciudadanas de los últimos años, el paro cívico.
Sobre estos y otros retos que tendrá la gobernadora Clara Luz Roldán hablan algunos expertos, exfuncionarios y líderes del departamento.
Finanzas
Uno de los retos que tendrá la nueva Gobernadora del Valle será mantener a flote las finanzas del departamento, particularmente ante la caída en ventas de la Industria de Licores del Valle, su principal fuente de ingresos.
Para el año pasado, la ILV esperaba vender al menos seis millones de botellas de sus licores Aguardiente Blanco, Aguadiente Origen y Ron Marqués, pero la facturación llegó solo a 5,5 millones de botellas; dos millones menos que en el 2018.
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Esa disminución genera preocupaciones, dice Víctor Manuel Escobar, presidente de uno de los sindicatos de la Licorera: “uno no entiende esos resultados. En 2019 se gastaron $12.500 millones en publicidad, eso es $500.000 millones más que en 2018, pero se terminaron vendiendo dos millones menos de botellas. Ahí hay que revisar el tema de mercadeo, en qué se está invirtiendo, y también la responsabilidad del comercializador”.
Sobre ello también comenta el economista Santiago Londoño: “Una de las empresas más importantes del Valle para la Gobernación es la Licorera, hay que sacarla a flote. Es el gran lunar en la anterior administración”. Al respecto, el diputado Juan Carlos Garcés aseguró que la Asamblea realizará “control político” a la empresa de licores en las próximas semanas, y se buscará cumplir las metas de 2020.
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Competitividad
Desde 2014, el Valle del Cauca registra un promedio anual de crecimiento de 3,0%, superior al 2,7% del promedio nacional. Sin embargo, el departamento no ha logrado pasar del quinto puesto del Índice Departamental de Competitividad, IDC, que elaboran el Consejo Privado de Competitividad, CPC, y la Universidad del Rosario. Esto, particularmente, por falencias en calidad de la educación básica y media, donde se ocupa el puesto 22; en el nivel desarrollo de tecnología, ciencia e innovación o en el pilar de infraestructura, en los que el Valle no supera la séptima casilla.
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Por ello, para Edwin Maldonado, director del Comité Intergremial del Valle, uno de los retos es avanzar en competitividad. “Hay un desafío grande y es impulsar las diferentes apuestas productivas, fortalecer el trabajo de los clúster, y los temas de productividad, innovación y tecnología”, dice.
En ese sentido, la meta es mejorar también los indicadores de empleo en el departamento. “Es importante impulsar los diferentes sectores para que se genere más empleo”, dice Maldonado, para quien es clave que se trabaje en programas formación para el mercado laboral y mano de obra calificada, de acuerdo a las necesidades de las empresas.
Macroproyectos
En los próximos cuatro años, a la nueva Gobernación del Valle le corresponderá liderar grandes proyectos de infraestructura y movilidad en el departamento.
Uno de ellos es el llamado Tren de Cercanías, que conectará por vía férrea a Cali, Jamundí, Yumbo y Palmira. “El reto es empezar su construcción en este cuatrenio y ahí la Gobernación tendrá un rol muy importante en la coordinación de las Alcaldías involucradas y la gestión de los recursos”, dice María Isabel Ulloa, directora de ProPacífico.
En materia de vías, según María Isabel Alvarado, presidenta regional de la Cámara Colombiana de Infraestructura, una gran obra pendiente es la terminación de la doble calzada Buga - Buenaventura, un proyecto que tiene diez años de atraso. O el inicio del trazado de la vía Mulaló - Loboguerrero, única de Cuarta Generación planeada para el Valle.
También, a la actual Administración le corresponderá impulsar la materialización del dragado del canal de acceso a Buenaventura. Pues la mayoría de puertos latinos tienen 16 metros de profundidad y este solo tiene 12,5. “Es de suma importancia para la competitividad regional y nacional”, dice sobre ello Alvarado.
Otro asunto pendiente será la nueva concesión del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, cuyo contrato se vence este año.
Para la Gobernadora también debe ser un reto avanzar en los estudios de la vía Pacífico - Orinoquía, que contemplaría casi 1.500 kilómetros.
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Seguridad
El departamento del Valle es el de mayor tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes en Colombia, según las cifras de Medicina Legal. Por ello, sin duda, uno de los retos será disminuir los índices de violencia, asociados, según los expertos, a la actividad de grupos criminales del negocio del narcotráfico.
“Tenemos una tasa de criminalidad superior al promedio nacional por una coyuntura de violencia estructural en la zona suroccidental del país asociada al cultivo de coca y marihuana”, dice Jesús Antonio García, exsecretario de Seguridad del departamento.
En el último año, las zonas que más han preocupado a las autoridades son los espacios rurales de Buenaventura, el Cañón de Garrapatas y la parte alta de Jamundí. En estas regiones se tienen registros de la presencia de bandas organizadas, disidencias de las Farc e incluso el llamado Cartel de Sinaloa.
Para Ricardo Montealegre, experto en seguridad, para enfrentar este crimen organizado, uno de los retos que tendrán la Gobernación y las autoridades será “crear políticas públicas que fomenten la cooperación de redes de apoyo ciudadanas, para obtener información”.
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